Capítulo 2

3.6K 141 9
                                    

JULIÁN

<EN LA MAÑANA, 6:45 AM>

Había dormido como un bebé –incluso a pesar de que solo hayan sido dos horas-, y aunque faltaban unos cuantos minutos para entrar al colegio, me sentía preparado.

Verónica no tendría ni idea de lo que le esperaría este día.

Sin demorarme mucho, me levanté de la cama y entré a bañarme. Cuando salí, organicé un poco mi habitación y bajé a desayunar.

Por la ventana podía observar que Verónica también estaba comiéndose una rodaja de pan. Pero esta mañana su mirada era diferente. Por lo general siempre tenía sus ojos clavados del celular, probablemente hablando con el próximo chico que la haría llorar. Pero hoy su mirada estaba clavada a la nada. Como dirían algunos filósofos "mirando a la nada, pensando en todo".

Solo que ese todo tiene nombre y apellido. Julián Castro. Pero ella aún no sabe eso de mí. Solo sabe mi nombre y mi tono de voz, entre otros detalles físicos.

Sin pensarlo dos veces, agarro mi celular y decido mandarle un mensaje, esperando que ella tenga a mano el de ella.

Pendejo

Mejor come rápido. No querrás llegar tarde a clase.

Ella inmediatamente bajó la mirada, y agarró su celular. Bingo.

Verónica

Deja de vigilarme. Me pone nerviosa.

Pendejo

Entonces mejor controla tus sentidos, porque este día te pondré a temblar.

Ella agarró sus cosas e inmediatamente salió de su casa y, esperó para coger el bus que la llevaría al colegio.

Como un copiar y pegar, yo hice exactamente lo mismo, y esperé al lado de ella en silencio.

No chocamos miradas. No nos dijimos palabra alguna. Ni siquiera estábamos ligeramente cerca el uno del otro.

Es como si no me reconociera en absoluto. Es como si el chico que la hizo gemir hace unas horas, ahora es un completo fantasma a su lado.

Solo bastó unos pocos minutos hasta que llegó el bus. Ella se hizo en los primeros asientos de adelante, al lado de la ventana. Yo, por el contrario, opté por hacerme cuatro puestos detrás de ella.

Pendejo

Suerte en tu examen de álgebra. No te desconcentres pensando en mí.

Verónica

¿Cómo sabes que tengo examen?

Pendejo

Ya te lo dije, soy tu admirador.

Verónica

Acosador.

Pendejo

Así no fue como me llamaste hace unas horas...

[Visto a las 7:01 AM]

Ella dejó a un lado su celular, y sacó un libro de su mochila el cual empezó a leer al instante.

Los hombres que no amaban a las mujeres, de Stieg Larsson.

Un libro irónico teniendo en cuenta el historial de Verónica. Dejé mi celular junto a mi mochila, igualmente, y me dediqué a ver el paisaje mañanero con el que me encontraba. A pesar de que se veía un día soleado y bonito, se notaba que el clima se pondría más opaco en la noche. Una nube oscura nos hacía compañía en el trayecto, tal y como si fuera nuestro invitado sorpresa. Y de cierta forma lo era. Las piernas de Verónica no eran lo único mojado que tendríamos al final del día.

𝔰𝔴𝔢𝔢𝔱 𝔱𝔢𝔫𝔱𝔞𝔱𝔦𝔬𝔫 (+18) [COMPLETO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora