Capítulo cuatro

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Los preparativos para la boda se sentían en cada rincón del gran hanok Do. La celebración se llevaría a cabo en tres días, por lo que la madre de KyungSoo se había vuelto loca con las decoraciones y las confecciones de los trajes para los novios.

Por otra parte, KyungSoo actuaba como siempre, tan indiferente que cualquiera podría asegurar que el novio no era él.

Para cuando su madre llegó a su despacho, lo encontró bien campante en sus asuntos, como cualquier otro día común y corriente.

—¿Hijo, ya te mediste el traje? —preguntó con las manos en la cintura, muy decepcionado por el desánimo de su hijo ante su propia boda.

KyungSoo ni se tomó la molestia de mirarla para responderle.

—Estoy terminando de sellar unos documentos, madre.

La mujer resopló fuerte y claro.

—Nada de terminar de sellar. —Se apresuró en sacarlo de su escritorio porque él mismo no iba a hacerlo por voluntad propia—. Tienes que hacer la prueba de vestuario. BaekHyun está afuera esperando.

KyungSoo abrió en grande los ojos al escuchar ese nombre.

—¿Trajiste a Byun BaekHyun?

—Sí.

—Pero... Pero... ¿Por qué lo mandaste a llamar? ¡Te dije que se lo encargaras a SeulGi!

—Lo hice, pero BaekHyun terminó enterándose de algún modo y pidió confeccionarlos él mismo.

—Oh, Dios...

De solo imaginar lo que le esperaba a KyungSoo, una vez que se encontrara con Byun, le hacía sudar frío. Prefería atravesarse una espada ahí mismo.

BaekHyun y KyungSoo crecieron juntos casi como dos hermanos mellizos, pues la señora Byun fue la costurera de la familia Do durante un largo tiempo hasta que ella falleció, cuando BaekHyun tenía quince año. Poco después de su deceso, el muchacho fue reclutado por la familia real para confeccionar sus vestuarios, ya que poseía un gran talento que no podía ser desperdiciado.

Desde aquel entonces, ochos años pasaron. Ocho años en los que estuvieron separados, pero mantenían su amistad a través de cartas y visitas poco frecuentes.

Se suponía que seguían siendo cercanos, y por eso mismo, KyungSoo ya se imaginaba la cara que BaekHyun tendría cuando lo volviera a ver. Pero no había sido su intención no contarle sobre el matrimonio, solo que no lo tomaba tan en serio como para divulgarlo por ahí.

Mientras caminaba hacia el salón de invitados (el matadero), pudo divisar a su amigo, quien traía una gran sonrisa en sus labios, aunque KyungSoo sabía muy bien que era fingida. En realidad, se notaba a leguas que quería matarlo. Hasta podía sentirlo.

—Disculpa nuestra tardanza —dijo la mujer—, pero es casi imposible sacar a KyungSoo de su despacho. Ya lo conoces.

—Pierda cuidado, señora Do. Conozco bien a KyungSoo.

Las palabras amables y la actitud brillante de BaekHyun se sentía bajo un aura negra y completamente agresiva que, al parecer, solo KyungSoo notaba.

Escalofríos recorrieron su cuerpo.

—Ahora sí, te encargo mucho a mi hijo, BaekHyunnie. ¡Haz tu magia!

—Déjelo en mis manos y vaya con cuidado. —La despidió con una reverencia y una sonrisa.

KyungSoo tragó saliva cuando su madre salió del salón y lo dejó solo con el joven costurero. BaekHyun aún conservaba esa sonrisa amable, la cual poco a poco fue desapareciendo, para luego cruzar los brazos, mientras su rostro se convertía en la cosa más sombría que el joven noble había visto en años.

Taste like Peaches [KaiSoo] ⏸️❗️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora