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En completa oscuridad, no puedo ver nada, siento una opresión en el pecho que no me deja respirar, una sensación de sofocamiento intenso, mis ojos se disparan para cualquier dirección, pero no logro visualizar; cubiertos por una especie de tela que me la obstruye. Experimento un fuerte dolor de cabeza, producto de un hematoma, ¿quizás?, un derrame se desliza por mi frente terminando entre mis labios, comprobando así que mi rostro está ensangrentado. Intento moverme, sin embargo, me resulta imposible. Percibo a alguien acercándose, a pasos apresurados, y de manera inconsciente levanto la mirada y...

"Simplemente, la vida es inconmensurable, no se puede atribuir ningún valor, solo sentirla

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"Simplemente, la vida es inconmensurable, no se puede atribuir ningún valor, solo sentirla. La simplicidad está en lo general, por ende, el detalle en la complejidad. Sin embargo, desde una perspectiva del hacer lo simple se vuelve complejo en el detalle, y lo complejo general..."

Apoyó el lápiz, y se levantó. Un ruido atemorizante se oyó en la sala principal. La ventana estaba rota, intentó revisar que ocurrió. Parecía deberse a una pelota, en eso la tomó y salió afuera. Allí buscó a su dueño, pertenecía a unos niños que jugaban cerca de la cabaña. Un atardecer caía, despertando la noche en la playa. Alan arregló de manera provisoria la ventana averiada, empacó sus pertenencias y marchó hacia su hogar, luego de un fin de semana solitario en la estadía.

En la puerta, estaba su esposa esperándolo para la bienvenida. Se saludaron y en ese momento apareció su pequeña de tan solamente diez años para que la alzara por encima de sus brazos. Entre risas todos entraron. Múltiples preguntas sobre la aventura en la cabaña. Alan siempre le gustó alojarse algunos fines de semana en la costa y estar en paz para poder escribir tranquilo. Su esposa nunca tuvo ni tendrá conocimiento de lo que escribía, hasta no terminar su obra.

La semana comenzaba y la familia debía atender a sus responsabilidades. Alan se encargaba de llevar a su amada hija a la escuela. Su esposa posteriormente se dirigía a su trabajo, y finalmente él quedaba en el hogar. En tanto, inició a cortar el césped de su patio, el cual bastante amplio se extendía por el perímetro de su vivienda. Al finalizar, salió Víctor, su reciente vecino, se acercó para saludarlo. Amistosamente, le pidió si le podría emparejar un poco el suyo. Sin más, aceptó. En ese instante, se asomó una mujer, quien rápidamente traía una escoba, una pala y una bolsa para ayudarlo.

- Mi marido no tiene remedio, discúlpeme – él confesaba no tener problema – le advertí que debía encargarse hace unos días...

Luego de terminar, ella le ofreció un café, él al negarse, insistió. Ingresaron, se condujeron hacia un salón, y Alan tomó asiento en un sillón individual, mientras ella preparaba el café. A la espera, observaba la decoración, le llamó la atención los portarretratos apoyados en la chimenea. Despaciosamente, curioseó de cerca, apreciando una imagen de ella y su marido de jóvenes. Al lado, se hallaba otra, salvo que esta vez era ella sola de joven celebrando alguna ceremonia. En breve, llegó con el café caliente para servirlo, y lo vio husmeando por ahí

- ¿Qué encontraste?.

Alan soltó una tímida sonrisa, avergonzado, se justificó

-Yo ya te conozco, sé quién eres.



Holaa! Primer capitulo, espero que les haya gustado. Recuerden comentar que les pareció, votar y todo eso... chauu! 

Cicatrices Profundas #AA2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora