Inocentes o culpables

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Al verlo a punto de una desviación o un peligro peor tuvo que dormirlo de nuevo antes de mandar a guardias a vigilar el lugar. Era demasiado compleja la situación.

¿Qué debe escoger esta vez?


No podía saberlo porque allí envuelto en todo ello estaba indirectamente su hermano menor. Las leyes del clan mandaban a que si algo así pasaba, incluso si fuera defensa propia el culpable debía recibir su castigo además que no habían sido solo una persona de su secta, eran unos cuatro, además era alguien de una secta aliada a ellos y relacionada a otra con la que también tenían buenos lazos. Si a penas su padre pudo alejar a su madre cuando ella mató en circunstancias extrañas al aquel anciano ahora: 

¿Qué puede hacer para salvar a su sobrino del castigo que decidan no solo ellos sino otros dos clanes más?


Esta contra la espada y la pared. La familia o las leyes de estos tres tigres cuyo derecho también es elegir el castigo para alguien de su familia el cual si le pasa algo se verá afectado en su hermano menor después de todo cuido a este pequeño desde niño. Él vio como su familiar lo miró, sabía que si escogía que Lan Sizhui fuera proclamado culpable entonces era una sentencia para el caos donde vería a su familia más cercana envuelto en algo donde no podría interferir incluso si quisiera. 


Sus pasos pararon y se desviaron adentrándose a un camino que reconocía pero desde hace tiempo no venía. Los árboles parecían darle la bienvenida con su suave danzar frío y silencioso como la misma calma que sentía su propio interior quien sabía que el camino que eligiera escoger acabaría con todo lo que había jurado proteger. Pronto llegó a aquella construcción escondida en medio de aquel mar de árboles antes de sentarse como aquellos tiempos de infancia, cerca de aquella puerta corrediza donde hace muchos años su madre estaba encerrada. 


-Madre... qué es o que debo escoger...


Dijo bajo con su cabeza alzada hacia el techo de madera que cubría aquel lugar fuera de aquella prisión. 


-Juré protegerlo.. pero... solo ya no sé que hacer... 


Él sabía que no debería, de cierta manera, consultar en alguien como la persona que contaban que había sido aquella mujer que le  permitió nacer pero incluso si todos decían historias malas sobre ella aún en sus recuerdos solo la veía como alguien quien a pesar de todo lo que hizo los amaba mientras que su padre lo veía como una mancha que nunca vio ni sintió su partida cuando ni siquiera porque iba a tomar su lugar se digno a salir. Él no quería ser como él,  por eso no fue a aquel lugar donde reposaban sus restos después de todo parecía una persona más digna de darle consejo porque de cierta manera estaba sufriendo lo mismo que él, pero para sentirse nuevamente solo mejor hablaba con aquella que recordaba toda su vida tener brazos para apoyar a ambos.


Lan Xichen no derramó ni una lágrima, manteniéndose con una expresión serena como si no pudiera derramar alguna incluso en estos momentos. La luz del ocaso iluminaba su figura con un aura de tristeza y algunas gotas de lluvia pronto vinieron a acompañar el lugar incluso si en ningún momento el cielo dejó de tener alegres colores naranjas y rojos. Cuando los últimos vestigios de sol desaparecieron y la noche sin luna cubrió el lugar fue que aquel de ropas blancas se paro limpiándose lo que vestía y su rostro de igual manera antes de inclinarse hacia la puerta vacía e irse con pasos a otra puerta custodiada de guardias pero con vistas adentro que cuidaban a aquel "prisionero" mientras se decidía que se puede hacer con él.


Aquellos que vigilaban el lugar inclinaron su cabeza en señal de saludo antes de dejarlo pasar a aquel cuarto donde un joven de piel más blanca como la de un muerto pero con ojeras pronunciadas que contrarrestaban incluso con su ropa simple que sostenía una taza con té  que se balanceaba sin que aquel que la sostenía la viera.  Se acercó más pero su hermano se puso en su camino en una clara posición de protección.


-Hermano..


-Mucho gusto Lan Wangji..


- Líder Lan...


Pronto la tercera persona del lugar saludo también, parecía que la relación de ambos mejoró con esta situación o solo se unían no confiando en él, no los culpaba.

- Perdón por interrumpir, solo quería avisar algo


Ni siquiera aquella persona que se la consideraba parlanchina dijo algo, parecía incluso perdido vigilándole al joven cuyas manos aún están cubiertas de vendas.


-Las noticias han llegado hasta Yummeng Jiang...- dijo tranquilo incluso oyendo el algo bajo reconocimiento del de túnicas negras ante el nombre incluso ver como los que cuidaban al menor se ponían alertas a sus palabras.-  Está en mi oficina, atado debido a... la reacción que tuvo al descubrir el suceso del joven heredero Jin.


Quiso entrar en detalles pero pronto el sonido de una taza rota distrajo la charla de los adultos que dos de ellos se concentraron en intentar calmar la reacción adversa producto de lo ocurrido que afectaba a la mente de este.

Loto sin la luz del solDonde viven las historias. Descúbrelo ahora