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- Encantador de alfas, tienes un paciente en la camilla seis. - Izuku se sonrojo levemente y camino molesto hacia la camilla.

Había pasado una semana, no sabía nada del alfa. Ese día se le prohibió acercarse al alfa o podría despertarlo de su ensoñación así que no supo que fue de él. Solo supo que dos días después fue dado de alta, ya que sus heridas eran superficiales.

Y su omega estaba molesto, por haber dejado escapar un alfa digno de él.

- Ya no es divertido. - dijo Izuku con un puchero. Y Momo río por ello, todo el mundo sabia sobre el acontecimiento del alfa en celo. Ochako fue una chismosa de primera en esparcir la increíble hazaña del omega seductor. Según ella, Izuku doblegó al alfa usando su encanto de omega y dejo que el alfa se dejara inyectar el supresor. ¿Pero que esperaba Izuku? Prácticamente se manoseo con un desconocido frente a todos, era incluso mucho mas vergonzoso saber que el director del hospital, All ming, sabia de ello.

- Pero el apodó te queda. - dijo divertida la pelinegra. - Todos los alfas caen ante tus encantos. Bueno aunque al principió no pudieron acercarse mucho. - como Momo había dicho los alfas comenzaban a fijarse en el omega de hermosos ojos esmeraldas, pero los primeros en intentarlos retrocedieron rápidamente. El alfa había dejado su claro aroma de advertencia en el cuerpo de Izuku, incluso era posible de decir que el aroma les gritaba un ¡Te acercas y mueres! En el cuerpo del omega. Y el peli verde estaba agradecido de ello, pero el aroma solo duró dos días. Y eso estreso más al omega.

- Solo fue porque es mi trabajo. No podía dejar que el alfa lastimará a mas personal del hospital. - dijo caminando a entender a otro paciente.

El día paso con tranquilidad. Solo habían llegado personas accidentadas pero no con nada grave. Y había tenido tiempo de visitar a su amiga y ver mas cachorros, logrando distraer un momento a su omega de su berrinche.

Estando en la recepción hablando con Momo, el tema del alfa salio de nuevo.

- Ya callate. - dijo molesto y sonrojado.

- Es cierto, no dejaste que nadie tocara tus marcas en el cuello por todo ese día. - dijo Uraraka con burla mientras se dirigía con una caja al almacén, Momo se río del comentario.

- eso no lo sabía. -

- Si pero fue porqué era un día muy ajetreado como para fijarse en algo superficial. - se cruzó de brazos molesto. - A mi no importa ese alfa. -

No decías eso esa noche cuándo te tocaste pensando en él.

¡Callate tonto omega!

- No te enojes Midoriya. - la pelinegra tomo un poco de su café. - solo es una broma. Sabemos lo serio que eres con tu trabajo. -

Su hora de descanso duraba poco, pero era lo suficientes como para beber un café tranquilo.

-Bueno, entonces no insistan con el tema. Que para mi no tiene importancia. -

La noche siguiente soñaste con él.

Callate.

Y las que siguieron también.

Has silencio, idiota.

Admite que ayer volviste a tocar "ese juguete" porque no parabas de pensar en él.

- QUE TE CALLES!! -

-Eh? - dijo la chica recién llegada. El peliverde se sonrojo y realizó una gran regencia.

- ¡Disculpame! - y la chica de cabello rosa solo sonrió.

- No te preocupes, interrumpí una conversación sin saber. - miro con calma a Izuku mientras este recuperaba su postura. Ella olfateo con determinación al omega, se podía notar el esfuerzo que ponía en ello ya que arrugaba su nariz y aspiraba con fuerza. - Creó que eres tú. ¿Omega, me harías un favor? -

-uh yo? - Izuku se apuntó.

- Si, podrías impregnar tu aroma en este peluche. - dijo de forma normal.

- EH? - ¿Habia escuchado bien? Por lo físico y el escasa presencia de aroma, podía descifrar que era una beta. ¿PERO PARA QUE UNA BETA DESCONOCIDA QUERÍA SU AROMA? - ¿Pero por que? ¿Quien eres tú? -

- A perdón, mi nombre es Mina Ashidou. Lo necesitó de favor para un amigo, el alfa en celo que llegó la otra vez. -

¡Mi alfa!

No gruñes que no es tuyo.

- sabes, tu aroma fue de mucha ayuda. - dijo Mina muy feliz.

- Es cierto. - dijo otro desconocido. - Mi bro estaba tan calmado que logre llevarlo a la función de ballet de mi hermanita. - dijo el pelirrojo con una sonrisas. - solo dijo "Que porquería" cuándo íbamos en camino. -

- Pero yo no hice nada, además cualquier aroma de omega calma a un alfa. - dijo Izuku avergonzado.

- Tu crees eso pero, un chica intento sobreponer su aroma sobre el tuyo y lo altero mucho. - comento la beta con amargura. Ese día la chica salio despavorida del baile por culpa de su amigo.

Grrrr...maldita zorra!

- y como ya sabes, el aroma sólo dura una semana. Ayer fue el ultimo día con tu aroma, fue escalofriante verlo triste al salir después de ducharse. - dijo el pelirrojo preocupado. Era un alfa y podía notarlo, su aspecto físico lo demostraba, pero este llevaba una venda en su mano izquierda. Supuso que estuvo en los accidentados. - Por favor acepta, es eso o ella te llevará y meterá en una torta sorpresa. -

No es mala idea.

Calla tu calenturiento...espera..

- ¿Torta sorpresa? - preguntó confundido mientras dejaba de lado su café.

- a sí, es el cumpleaños de nuestro amigo. Y nos gustaría tenerlo calmado para cuando llegue su madre. - dijo extendiendo el oso de peluche. - su mamá se calmara al tener su pareja, pero el no tiene nada que lo contenga de decir ¿Para que mierda vinieron? - sonrió divertida.

- Izuku ya están tus- la castaña se quedó en silencio al ver a los recién llegados. Luego con la mismas sonrisa con la llegó comenzó a correr por los pasillos. El omega la miró extrañada, luego fue sorprendido por el oso de peluche que callo enzima de él. Por suerte logro atraparlo.

- ¡Espera Ochako! - grito la pelirosa detrás de la castaña.

- O entonces ella trabaja aquí. - dijo divertido el alfa. Y pudo entender la cara de confusión del peliverde. - Es una larga historia, pero tu amiga tiene buenos gustos con su parejas. Digo un trio de alfa, omega y beta no se ven todo los días. - dijo con diversión. - y mucho más con una criminal. - murmuro sin saber que Izuku lo escucho perfectamente.

- Midoriya, creó que deberías ayudar. A menos que quieras salir de un pastel. - lo animo divertida Momo. - pero no es mala idea - rió junto a el pelirrojo.

- Te lo imaginas jaja la cara de mi amigo seria de lo mas cómica. Eh? - miro confundido al rubio bajito que lo empujo y separó de la doctora.

-Momo, tienes cuatro pacientes que atender. Deja de charlas y ponte a trabajar. - dijo dándole la espalda al alfa. Y ni siquiera lo miro cuando de marchó, la omega estaba igual de confundida que los otros dos. Denki no era el mas indicado para ser estricto con el trabajó, después de todo es el mas holgazán.

- Esta bien lo haré. Pero dejame mandarle una nota junto el peluche. - dijo cambiando de tema mientras tomaba con fuerza y decisión el oso.

/Encantador De Alfa/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora