Parte #4

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Camilo se quedo pensando en lo que su hermana le habia dicho quería hablar con Isabela pero tendría que esperar, asique no tuvo más remedio que dormir.

A la mañana siguiente, eran las 10 por ahí y Camilo estaba tocando la puerta de su prima mayor, la perfecta, y pregunto -Isa...estás ahí?- a lo que ella le contesto mi gentil mente -Si! Si pasa- Camilo se sintió raro por como reaccionó a pesar de lo que paso el día anterior.

-oye, sabes que le paso a Mirabel ayer?- Isabela no contesto aunque si miro a su primo con tristeza.

En medio del ambiente tenso Isa pregunto -Por-porque no vas a ver cómo está Mirabel- Camilo entendió el mensaje de "Sal de aquí ahora" cosa que inmediatamente hizo puesto que no quería presionar a su prima.

Cuando salió vio a su hermana en el pasillo y le susurro -Ves, Isa esta muy rara- a lo que Dolores que obviamente lo escucho aunque estubieran cada uno al otro lado de la casa solo hace -Hm-

Cuando Camilo entro a la pieza de su prima la vio a la cara y se puso aún más triste, de verdad estaba aterrado ya que Mirabel estaba en ese estado, se acerca y le da un abrazo, aunque no espera respuesta de este mismo, hasta que derrepente sintió una mano en su espalda.

Era la de su prima menor, cuando la miro de nuevo tenía los ojos abiertos poco, pero abiertos.

Con casi sin aire Mirabel le dijo -Camilo...que paso?- Camilo no sabía cómo respóndele estaba tan feliz de verla y escuchar a su prima, sola mente la abrazo fuerte, no podía creerlo y con voz temblorosa dijo -ay Mirabel, estaba tan procupado- está aún un poco confundida entendió que todos estaban preocupados, y le continuo el abrazo.

Para este punto mirabel sigue tirada en la cama, con su primo arriba suyo  ella sabía que le tenía que decir que se quitará pero le gustó tanto esa sensación de calidez de parte de su primo, que no quería que parará.

Se acordó de cuando eran más pequeños, por ahí de los 9 años, Mirabel estaba llorando en su pieza porque la abuela le había gritado y mencionado sobre el don que no tenía, ahí entro Camilo que siempre estaba para ayudarla en los tiempos difíciles, diciéndole cosas bonitas y defendiendo la.

Ella sintió ese mismo alivio que cuando llegaba su primo hace años.

Este se dió cuenta que mirabel casi no podía respirar con el en sima asique rápidamente se aparto, sentandose en la cama.

Camilo, un poco nervioso le dijo -te duele algo?- A lo que ella simplemente contesto casi susurrando -Solo los huesos, tranquilo- Camilo sonrió levemente estaba feliz que ella estubiera de vuelta, ahí se acordó de traerle comida, a lo que solo hizo un silbido y llegó una ratita con una Arepa, y está misma se subió al hombro de Camilo, Mirabel se quedo mirándolo, no sabía que tenía amigos que sean ratas, -Mirabel, está es Elena, la conocí hace un tiempo ya que le gustan las Arepas tanto como a mí y aveces no nos dejaban sacar suficiente asique me ayudaba a robar jeje- dice mirando a la ratita que se acaricio con la cara de su amigo -Pero no le digas a nadie! Que no quiero que sepan que hablo con una rata...- Su prima se quedó mirándolo, sorprendida, pero al mismo tiempo aliviada ya que parecía que estos dos cómplices de robó de Arepas se llevaban muy bien -No diré nada- y sonrió mirando a su primo el cual le respondió con una sonrisa.

Mientras agarro la arepa y se la dió a Mirabel, está se sentó un poco más en su cama, apoyándose en la pared, y comió un bocado, que hizo que se sintiera mucho mejor, las heridas por las espinas desaparecieron y ya no le dolía tanto los huesos.

-La familia ya sabe que estoy bien?- dijo Mirabel mucho mejor que antes, -No, aún no, nisiquiera saben que estoy aqui-

-Ok, yo les iré a decir- Dijo Mirabel con una sonrisa y muy entusiasmada como siempre.

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