No Regrets |•Choi Soobin, Choi Beomgyu•|

- ᴅɪᴇᴢ: ᴛʀᴀɪᴄɪᴏ́ɴ -

- ¿Por qué te gusto?

Ambos se encuentran caminando por el bosque, Soobin va por delante, ha encontrado un pequeño arroyo días atrás que quería mostrarle, fue un día que lo mandaron a cortar leña, se adentró más de lo usual, quedó maravillado por el lugar que en lo primero que pensó fue en mostrárselo a Sooyeon en su primera oportunidad. Escuchó su pregunta a lo que se detiene girando a ella con una sonrisa un tanto tímida, sus mejillas se tiñeron de carmín. No es un secreto, a pesar de no haberlo dicho formalmente, lo sabe.

Tomó su mano para hacerla caminar más rápido, ella se sujeto fuerte a él mientras esperaba su respuesta. Cualquier roce con él, cualquier cumplido le provocaba de un cosquilleo en su estómago que no terminaba por comprender, más sin embargo, disfrutaba de la sensación, era nueva, nunca en su vida lo había sentido antes, pero le agradaba que aquello solo pudiera provocarlo Soobin.

- No lo sé -. Comentó una corta risita - Me gusta estar contigo, no hay una razón.

- Debe haber una.

Soobin volvió a reír, detuvo por segunda ocasión su paso, entonces se acercó a ella provocando nervios en la joven, acomodó su cabello tomando su rostro con ambas manos, y entonces, posó sus labios de manera dulce sobre su frente, un beso lleno de ternura y cariño, Sooyeon se paralizó, no importaba cuánto el besara de tal forma, la sensación era la misma, la emoción era la misma. Sus orejas, sus mejillas se tiñeron un poco, apartó la vista debido a los nervios.

No es ni cerca de la primera vez que Soobin besa su frente, pero todas si sienten como si fuera la primera, aún no se acostumbra y no cree ni en mil años hacerlo.

- No todo debe tener su razón de ser, preciosa, mucho menos para el amor -. Respondió finalmente - Solo se siente.

Faltaba poco para llegar, sabe que le va a encantar, apretó un poco el paso entrelazando su mano con la de ella, su toque era suave, a diferencia de él, las manos de ella son frías que se envolvían de poco en poco por el calor de aquel chico adorable. Caminan entre algunos árboles más, aparta las ramas que estorban en su camino, y le ayuda a cruzar ciertas partes que él cree peligrosas.

- ¿Crees en el amor? -. Pregunta.

Soobin volteó a verla de manera rápida con los ojos muy abiertos. No, no era como que le sorprendiera su pregunta, después de todo, el había estado últimamente presente en la educación que recibía, recordó como para ella siempre fue solo avanzar y usar gente a su conveniencia, pasar por encima de lo demás, pisar de ellos si era necesario, no había espacio para que pudiera entender. Sooyeon desconocía de ello, y lo creía incluso un debilidad.

La toma por la cintura al tener que bajar por una vereda. Una vez que vuelve a estar en pie, responde sonriente.

- Claro.

Han llegado al lugar, un árbol junto al arroyo dando la suficiente sombra para ambos, con una vista preciosa de las montañas aún glaciadas, la hierba verde y algunas flores silvestres. Algunas mariposas revolotean por el lugar, se escucha el agua correr y un pájaro cantar.

Sonrió satisfecho al notar a Sooyeon maravillada del lugar, sus ojos brillan, siente como su mano se aprieta a la suya. Se soltó de él hechando a correr, alza su vestido para tener mejor control, escucha su risa viajar por la brisa. Él va detrás suyo feliz, cuando la alcanza le ayuda a sacudir su vestido de las puntas.

- ¿Cómo sabes que sientes amor?

Sooyeon se dejó caer entre la hierba y sus manos se entrelazan sobre su pecho; el cielo está despejado con pocas nubes, Soobin se sienta a un costado a la altura de su rostro, flexiona una de sus rodillas en la que se apoya. Desde que ha mencionado que gusta de ella, se ha vuelto mucho más curiosa respecto a los temas del amor y los sentimientos que esto conlleva.