- ᴄᴀᴛᴏʀᴄᴇ: ʀᴇᴇᴍᴘʟᴀᴢᴏ -

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La habían hecho ir por el mandado, caminaba de manera erguida con parte de su rostro cubierto por un trozo de seda color beige, sabía que Soobin le seguía unos cuantos pasos detrás, tenían que mantener su distancia cuando estaban en el poblado. Su rostro es inexpresivo, abriéndose paso entre la gente de mala gana, Sooyeon lograba resaltar entre la multitud, la elegancia de su caminar, la postura que tenía, la delicadeza en cada uno de sus movimientos, era alguien que te obliga a mirarle en cuanto pasa a tu lado, y ella lo sabe, sonriendo de con gran egocentrismo al notar de la mirada de varios posarse en ella. Ella seguía siendo criada para pasar por encima de todos, Sooyeon estarían por encima de todos, cueste lo que cueste.

Era de apenas medio día, había mucha gente en el lugar, haciendo de sus respectivas compras de la semana, algunos músicos tocaban para animar el ambiente, siendo acompañados por una dulce y atrayente voz femenina de una chica en silla de ruedas a la que algún otro que pasaba le dejaba de limosna; la mayoría de los puestos están abiertos, con gente comprando yendo de allá para acá con sus canastos llenos, algunos con sus respectivos acompañantes, siendo estos quienes que cargaban con las compras y otros que se nota a lenguas que son los trabajadores de grandes mansiones.

Hacía sol, pero no uno que te quemara, era agradable, no era intenso, era un día bonito incluso para solo salir a dar la vuelta. Sooyeon sonrió cuando paso por delante de los músicos, continuando de largo para entrar al área de puestos sin verificar si Soobin aún le seguía. Un chico de la floristería le ofreció de algunos girasoles que acaba de cortar, a lo que con una risa corta terminó por rechazarlo, sabiendo bien que dada su clase, es algo que no puede permitirse comprar, y mucho menos aceptarle regalos a alguien de clase baja como él, debido a la educación que recibió.

Un pordiosero, según ella, un muerto de hambre, aún cuando pertenecieran a la misma clase, ella no estaría con alguien como él, poca cosa para ella, era merecedora de algo mucho mejor. Algún comerciante adinerado, algún artista, un dirigente, ella cree que fue destinada para la grandeza.

Y al tener este pensamiento le llevó el voltear en dirección a Soobin, el chico estaba a cinco metros o poco mas de ella, su atención estaba en la ventana de la panadería, acaban de sacar el pan del horno, siendo el olor del pan recién horneado el que lo atrajo; pensó entonces en sí lo que sea que estuviera teniendo con aquel chico de adorables mejillas le dejaría algo bueno, ¿era solo un pasatiempo? Ella aún no podía quitarse esa idea de una vida llena de lujos, en definitiva no estaba dispuesta a dejar eso para lo que había sido educada por un muerto de hambre como él...

— ¡Soobin! —. Corrió hacia él.

Un señor que salía de la panadería al verlo frente a la ventana le dio un golpe en la boca del estómago, un acto por mero odio injustificado; debido al golpe se ha doblegado al sentirse sofocado, no pasó mucho para que el señor armara un escandalo diciendo que aquel chico le había faltado el respeto, que había intentado robarle al salir del negocio, provocando que más gente quisiera golpearlo por aquella falsa acusación.

Para cuando llegó, fue empujando gente hasta poder acercarse a él, los golpes se detuvieron al interponerse entre sus agresores y Soobin, sin embargo, alguno que otro le escupió al chico antes de dispersarse. Sooyeon maldijo entre dientes echando una mirada llena de odio a todos quienes se había amontonado y ahora se iban como si nada. Ayudo a sentar a Soobin en el pavimiento sucio, se quitó de la tela que cubría de su cabello para con esta limpiar la sangre que escurría por su labio y nariz con cuidado, para luego levantarlo con sumo cuidado y marcharse.

No, por supuesto que no quería pasar el resto de su vida siendo agredida solo por existir, Soobin podría ser muchas cosas, sin embargo, nada de todas sus buenas acciones le aseguraban de un futuro, de una vida digna. Era el hombre ideal, sí, pero eso no valía él ser apaleado en cualquier momento.

No Regrets |•Choi Soobin, Choi Beomgyu•|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora