Positivo

Decisiones

Historia tuvo una infancia marcada por la ausencia de ambos padres. A los cinco años descubrió que su madre había engañado a su padre con un colega del trabajo, fruto de esa unión había nacido una niña a la que el padre adoptó como propia y le dio su apellido.

Vio a su madre convertirse en una mujer desalmada, infiel y promiscua. Mientras que su padre, temeroso de perder al amor de su vida, ponía la mejor cara y aceptaba que su mujer se acostara con otros hombres. Nunca pudo entender que fue lo que llevó a su madre a cometer tales atrocidades.

Frieda era una niña tímida y sonriente, Historia la protegía tanto como podía, la niña resultó ser una beta, afortunadamente no sería vendida al mejor postor a la edad adecuada. Sin embargo, a los diecisiete sus padres le informaron que habían acordado casarla con Eren Jaeger, el alfa supremo hijo de Grisha Jeager. Si bien el chico resultaba atractivo para cualquiera con sangre en las venas, Historia no sintió una afinidad con él, y notó que Eren tampoco.

Ambos no se llevaron muy bien la primera vez que se conocieron, además Historia ya no tenía nada que ofrecerle.

Un verano antes de conocer a Eren, su madre la había enviado a Francia a un curso para señoritas ricas y de padres ausentes.

Ella disfrutó de la comida, el turismo en pueblitos pintorescos, pero la segunda semana fue a un bar con sus amigas y ahí conoció a la mujer alfa más hermosa y atractiva que piso la tierra jamás.

Ymir.

No supo mucho de ella, empero, la mujer era de mundo, una coleccionista de arte, ávida lectora y exitosa abogada. Ymir provenía de una familia de ricos empresarios, no era un tema de conversación pues Ymir ingresó a Yale por su cuenta y labró un camino de éxito para sí misma.

Historia sintió una gran admiración por ella. La riqueza de su familia era a base de esfuerzo y trabajo duro, Ymir hablaba un perfecto francés, con ello la enredó en su cama. Nunca le dijo que era menor de edad pese a que Ymir tenía veintitrés años, la rubia se las ingenió para hilvanar la mentira sin sentirse culpable por ello.

Tuvieron sexo fantástico todos los días, Historia conoció todas las posiciones que podían existir dentro del arte amatorio.

A diferencia de los alfas varones que tenían que anudar para embarazar a las omegas, las alfas mujeres podían hacerlo más sencillo con sus fluidos vaginales.

Historia lo supo después cuando la prueba de embarazo dio positivo.

Por esa razón sus padres escandalizados por la situación, decidieron buscarle un marido, ella dio a luz meses después, su hijo fue dado a unas monjas serbias. Poco después supo que Ymir reclamó sus derechos como madre y actualmente tiene la custodia de su bebé, odió a Historia por mentirle de esa manera, se había convertido en la paria de su familia.

Estaba enamorada de Ymir y aunque está la odiara por mentirle tan descaradamente, Historia tenia la esperanza de llegar a la mayoría de edad y poder liberarse de sus padres para buscar a Ymir y a su pequeño, un niño omega al que ella llamó amorosamente Vince.

(...)

Levi Ackerman consiguió su titulo por excelencia honorifica. Su familia esperaba mucho de él, todos graduados de las mejores universidades.

Aunque siempre trató de sorprender a su exigente madre, una mujer cuyos estándares eran tan altos que a veces no lograba cubrir. Cuando ella fue a la fiesta de graduación, Levi sintió por primera vez en muchos años un avasallante sentimiento de orgullo por sí mismo.

Kuchel lo felicitó y le regaló una sonrisa que en sus años de infancia y adolescencia siempre estuvo ausente.

El empleo en el Hospital Central de Sina fue una noticia maravillosa para ser un recién egresado. Grisha, el director de dicho nosocomio lo tomó bajo su ala y le instruyó en todo lo que pudo, en más de una ocasión le dijo a Levi lo que habría dado porque él fuera su hijo, porque tenía todo lo que quería de un Jaeger. En alguna fiesta de la crema y nata de la sociedad llegó a ver a la distancia al vástago de Grisha. Levi sintió una especie de desprecio por el chico, le parecía borde, insulso e idiota.