Inquietudes

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Hola chicas, han pasado unos meses desde la última vez que puse un ojo aquí jejeje. No prometo que no tardaré pero ojalá disfruten la historia tanto como yo al escribirla. Agradezco enormemente sus comentarios y bonito apoyo. 

A leer.

...

Si Hanji se hubiera siquiera imaginado el escenario ante el que se afrontaría en este momento, habría soltado una carcajada tan ruidosa como incrédula.

Levi le había escrito con urgencia y en el mensaje solo mencionaba una cosa que a ella le atrajo totalmente la atención.

¿Tienes espacio para un chico omega embarazado?

El mensaje le llegó raudo, sin complicaciones. Hanji estaba cien por ciento segura que ese omega no era de Levi. Su mejor amigo había tenido parejas inconstantes a través de los años, pero ninguno había sido omega, ya sospechaba que él no era de lidiar con ellos. Sin embargo, la curiosidad mermaba en ella y necesitaba disipar sus dudas.

No pudiendo más con la intriga, telefoneó a su mejor amigo apenas pudo y cuando éste le tomó la llamada, Hanji lo acribilló de preguntas, una más tonta que otra hasta que llegó al punto que quería.

- Solo lo estoy ayudando, resulta que está enamorado de un chiquillo alfa que no le corresponde y no quiere deshacerse del bebé.

Así de simple, Levi no quería ahogar en drama la historia de Armin, que además era ajeno a la misma, si bien el rubio le había dado esa confianza tan importante e íntima, no quería que otros indagaran en ello, conocía a Hanji de hacia años, ella no se quedaría tranquila con una simple historia, así que tuvo que mencionar el detalle del alfa para que no hiciera conjeturas estúpidas.

- Ya veo – su voz sonó decepcionada por no encontrar alguna triquiñuela digna de una novela turca. – Tengo un espacio para él, pero quiero que me asegures que no hay nada sucio detrás de esto.

Levi sonrió ante la sospecha.

- Por supuesto que no, no es un gánster ni nada por el estilo.

...

Armin se muerde las uñas una a una, inquieto como es, da vueltas en su habitación, a veces sostiene sus hebras rubias hasta tirar de ellas. No podía ignorar el futuro poco prometedor que se avecinaba a su vida.

En solo dos semanas logró sacar la licencia por enfermedad, haciendo uso de su brillante cerebro y de sus habilidades tecnológicas; falsificó su expediente médico, creándose un historial ficticio de enfermedades inexistentes y factores biológicos hereditarios que lo hacían la víctima perfecta para la burocracia. No estaba orgulloso de la gran mentira que había tejido para los demás, pero tenía que protegerse y de algún modo, proteger al ser que vivía y crecía dentro de él.

Tenía una corazonada de los cambios que tendría en su vida y rutina, no es como que rechazara de ellos, estaba dispuesto a afrontarlo con dignidad y entereza. Al final de esos días, pensaba en Eren, siempre en él, aunque tratara de evitarlo como a la peste.

Su corazón exigente le pedía que al menos le diera unos minutos de espacio a ese alfa supremo que había robado su amor y virginidad.

Armin llora de nuevo, esta vez con menos fuerza que anteriores veces, lo echa de menos, han pasados semanas sin verse ni hablarse. No se cruzan en los pasillos, ni siquiera Mikasa lo menciona.

Sabe que esta muy cerca de él, pero lo siente a mil kilómetros de distancia.

Pese a todo lo que acontece, Armin no puede olvidarle, no quiere hacerlo. El recuerdo de su voz, su mirada verde y esa sonrisa gallarda, provocan que todo en él se sienta débil, triste y sumamente deprimido. Definitivamente no estaba honrando la memoria de sus padres con su actuar tan descuidado. Lo único que le daba fuerzas era su propia voluntad y espíritu de lucha. Ese bebé nacería en un lugar rodeado de amor y paz, le daría la oportunidad de tener una familia que lo respetara y dignificara.

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