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Érase una vez, la chica y el chico tuvieron su primera cita sin saberlo.

───¿Qué es eso?

───Una perla.

───WOOOOH, ES HERMOSA, hasta hace poco pensé que era un huevo ──Heejin estaba admirando aquella "baratija", según pensaba Izana, ¿Por qué nunca le pedía cosas de alto valor o siquiera esa baratija?── Es muy bello, debería comprarlo o... PERO MIRA ESA COSITA LINDA DE ALLÍ ──Su atención se desvió completamente de la perla a un perrito.

───No te entiendo... ──Izana, quien ha estado casi todo el día con Heejin, le seguía a paso lento ya que era ella quien se distraía con cada cosa que le pareciera deslumbrante── Te aburres demasiado rápido de cualquier cosa... Escoge algo rápido.

───No es mi culpa que encuentre algo mas interesante que lo primero que vi... MIRA MIRA, UN COLLAR DE PAREJAS Y VIENE CON PERLAS, VOY A COMPRARLO ──Heejin se apresuró a entrar a la siguiente tienda que captó su atención. Y por un instante, solo por un momento, Izana se cuestionó a si mismo.

"¿Soy alguien aburrido? ¿Se aburrirá de mí algún día?" Pensó sin darse cuenta, al rato miró miró su reflejo en la tienda de espejos que estaba justo a su lado, inspeccionándose a él mismo de arriba hacia abajo. Heejin había comprado con rapidez unas cuantas cosas de parejas, percatándose enseguida el como Izana se veía a si mismo con una leve inseguridad, pero a ella le brillaban los ojos al verlo con una mano en el cuello y otra en el bolsillo de su pantalón, simplemente era hermoso. 

Oh Heejin, ojalá no lo hubieras visto en ese instante.

───Izana... ──El de cabellos albinos dirigió una mirada pesada por todos los pensamientos negativos que él mismo se planteó── Me gustas, Me gustas, Me guuuuustas.

Heejin le sonrió mostrando levemente sus dientes, al hacer aquella acción sus ojos se achinaron debido a sus mejillas, tenía unas suaves y grandes mejillas que a veces solía ocultar con su cabello, pero no las ocultaba frente a Izana, por otra parte éste quedó fascinado, cuando ella sonreía mostrando sus dientes sus ojos se cerraban inconscientemente, dejándole ver a Izana sus pestañas levemente encrespadas.

¿Era normal sentirse el rey del universo cuando solo él podía ver esas pocas facetas de Heejin?

───No, Heejin.

En ese día, Heejin quedó fascinada con el físico de Izana. Pero... ¿Por qué Izana rechazaba las confesiones?

A PEARL ─ IZANA KUROKAWADonde viven las historias. Descúbrelo ahora