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Érase una vez el chico se sintió en el cielo.

───¿Qué tal éste? ──Izana negó, pues la vestimenta que se estaba probando Heejin eran sugerencias que le asignaba la señora que les atendía, tanto Heejin como Izana estaban aburridos.

 Izana llevó de compras a Heejin por haberle derramado jugo en su polerón favorito, y aunque ella le haya dicho que estaba bien y que fue un simple accidente, Izana quiso compensarlo. Estuvieron casi una hora recibiendo recomendaciones de las tipas esas que atendían, ¿Lo malo de eso? Tenían gustos del asco.

Y como Izana veía que Heejin no se emocionaba por la ropa que le daban, iba diciéndole "no" a cada conjunto.

───Espérenme, tengo algo perfecto que encontré en la mañana, vuelvo al momento ──La muchacha se retiró y Izana suspiró, se sentó en un mini-sillón viendo como Heejin se estaba quedando dormida estando de pie. Al rato algo hizo que despertara, eso indicaba que algo había capturado la atención de Heejin.

Izana siguió con la mirada a Heejin, quien al parecer había encontrado oro.

───¿Te digo algo muchacho? Si no quieres aburrirte divierte con tu chica ¿Cómo?, escoge con ella y no dejes que estas tipas lo hagan aburrido, o al menos dile a tu novia que se ve bien con todo y se sentirá feliz ──El tipo que le había dicho aquello a Izana se fue dejándolo pensativo.

───No es mi novia.

Fue lo único que dijo para que seguido de aquello se dirigiera hacia Heejin, ya que ya no la podía seguir con la vista. Y ajá, no la encontraba por ningún lado, caminó de allá para acá hasta que escuchó su voz.

───¡Izana! Mírame Mírame ¿Como me veo? ──Heejin quien ahora tenía su cabello tomado como un tomate algo desordenado, dejando sus mechones rubios sueltos, llevaba puesto un vestido de color dorado, era suelto y levemente apretado desde el pecho hacia arriba haciendo resaltar su figura, Heejin no tenía un cuerpo con unas inmensas curvas o grandes pechos y gran trasero, pero se veía jodidamente bien y Izana se quedó pasmado.

No tenía palabras, no sabía el como expresarse y como no, si delante suyo estaba Heejin con una sonrisa ladina, algo sonrojada y nerviosa.

───Comprémoslo, ¿Lo compramos? ¿Quieres algo mas? ¿No quieres llevarte otros cinco pero de diferentes colores? ¿Quieres que te compre la tiend-

───Me gustas, Izana.

Eso fue lo último que necesitaba Izana para sentirse totalmente poderoso, no sabía que lo necesitaba escuchar hasta que se lo dijo. Sin titubear su respuesta fue:

───No, Heejin.

¿Cuales eran los verdaderos sentimientos de Izana?

A PEARL ─ IZANA KUROKAWADonde viven las historias. Descúbrelo ahora