Bingge's Story-Shifting System (SVSSS Bingge x Shizun) [Traducción]

[Capítulo 14: ¿Dónde estás?]

Shen Qingqiu se despertó con una gran resaca, era de esperarse después de haberse bebido 15 botellas.

¿Por qué estaba bebiendo?

―¡Binghe! ― Se sobresaltó. Así es, ¡estaba bebiendo para tener el valor de decirle a Luo Binghe que lo ama!

¿Lo hizo? ¿Qué pasó? ¿Cuál fue la reacción de Binghe?

Todo es tan difuso... pero él cree que tuvieron sexo o algo así... ¿realmente tuvieron sexo? No le duele la espalda, tal vez Binghe fue suave anoche. Aunque puede recordar algunas de las cosas que dijo...

¡UGH, QUÉ VERGÜENZA!

Parecía el protagonista de un manga shoujo o una loli en una comedia romántica. ¡Incluso hablaba en jerga china moderna!

¡Mierda, no volveré a beber!

Pero está bien, todo es por Binghe... Todo es por Binghe...

¿Dónde está?

Miró a su alrededor, fue a comprobar la habitación lateral de la casa de bambú.

Estaba vacía.

No, no sólo "no hay nadie". Estaba completamente vacía. La manta, las sábanas y la alfombra para rodar han desaparecido.

A Shen Qingqiu le dolía la cabeza, su corazón iba a 200 latidos por minuto. ―¡BINGHE!

Corrió alrededor de Qing Jing, encontrándose con Ning YingYing y Ming Fan que acababan de despertarse.

―¿Habéis visto a Binghe? ― Preguntó, tratando de no entrar en pánico.

―¿Shizun? ― Ambos abrieron los ojos y se miraron.

― No, no lo hemos visto―. Contestó Ning Yingying.

―¿A dónde se ha escapado esa bestia otra vez? ―. Ming Fan frunció las cejas. ― Intentaremos encontrarlo si sigue cerca de Qing Jing, Shizun.

―¡Gracias! ― Salió corriendo a preguntar a más gente, pero nadie ha visto a Luo Binghe por ningún lado.

Qi Qingqiu lo vio buscando alrededor con frenesí. ―¿Estás bien? ¿Qué ha pasado?

―¡Binghe ha desaparecido! ¿Saben algo de esto Liu Qingge o el Maestro de la Secta Yue?"

― No, creo que fueron a investigar los rastros de alma de nuevo en el Río Luo―. Ella frunció el ceño. ―¿Dónde fue Luo Binghe? ¿Dijo algo? ¿Dejó alguna nota?

― Nada, él... ― Un recuerdo apareció de repente en su mente.

― No soy el hombre que merece ser amado por ti.

¿Realmente Binghe dijo eso anoche?

Esa expresión sombría, no me digas que él...

¡No, otra vez no! ¡No puedo perderlo de nuevo!