ꕀ 01

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Un día soleado y sumamente caluroso era el indicado para empezar con sus tan ansiadas vacaciones, necesitaban un respiro de todo el estrés que les causaban sus trabajos, la escuela y simplemente el ambiente que se vive en una cuidad cosmopolita

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Un día soleado y sumamente caluroso era el indicado para empezar con sus tan ansiadas vacaciones, necesitaban un respiro de todo el estrés que les causaban sus trabajos, la escuela y simplemente el ambiente que se vive en una cuidad cosmopolita.

El destino perfecto era Tailandia, un lugar paradisiaco, con gente amigable, barato y sobre todo con grandes y relajantes escenarios exactamente lo que necesitaba la familia Park.

—¡Park no vayas muy lejos!

Gritaba Jaeyun a su hijo mayor, cuando se molestaba solía llamarlos por el apellido de su esposo. Sunghoon se concentraba en escuchar al trabajador que le mencionaba todo lo que incluía el paquete que habían adquirido.
Mientras Jaeyun observaba a sus hijos que caminaban por todo la recepción escaneando la arquitectura del gran Hotel.

—Papá, ¿podemos ir a la alberca?

—Claro, pero después de ir a nuestra habitación.

Ya con las llaves y con ayuda de trabajadores trasladaron sus equipajes hacia el gran cuarto de hotel que habían adquirido por 2 semanas, dos cuartos, dos baños, una terraza y una cocina todo lo que necesitaban para los cuatro integrantes de la familia.

Ya con las llaves y con ayuda de trabajadores trasladaron sus equipajes hacia el gran cuarto de hotel que habían adquirido por 2 semanas, dos cuartos, dos baños, una terraza y una cocina todo lo que necesitaban para los cuatro integrantes de la fa...

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Llegaron y lo primero que hicieron fue tirar todo el equipaje al suelo y acostarse a descansar unos minutos que de pronto se convirtieron en horas.

El cansancio del traslado les tomaba factura, cuando por fin despertaron gracias a los brincos de sus hijos en la cama ya era bastante tarde, se podía observar la oscuridad desde las ventanas.

—Amor te puedes caer, baja de allí.

—Papi, pero quiero. —le hablaba con un puchero.

Sunghoon suspiro para tomar en brazos a su pequeño Sooyung de 6 años y llevarlo con Jaeyun que estaba observando la vista desde el balcón de su habitación con Sooyeon de 10 años acariciando suavemente su cabello.

—Cariño, pediré servicio a la habitación ven a decidir que comeremos.

—Mmm, ya voy.

Lo saco de su trance, se dirigió a la habitación a observar el menu que se encontraba en la pequeña mesa del comedor, decidió que comerían algo liguero por las altas horas en las que se encontraban.

Después de cenar rápidamente, arroparon a sus pequeños con mucha dificultad porque no querían dormir para nada, el cambio de horario les había afectado.

—Yun, ven acá.

Sunghoon llamó a Jaeyun a la cama, este se estaba poniendo su skin-care porque primero muerto antes de tener la piel de muerto.

Termino de aplicarse la última crema y corrió a la cama con Sunghoon, este lo tapó hasta sus hombros, se encontraban con el aire acondicionado prendido y súper helado, llegar de una cuidad en la que actualmente estaba nevando a una calurosa les causaba incomodidad.

—¿Estás feliz por el viaje? —le pregunta acariciando su espalda.

—Mucho, ya merecíamos un descanso. —le contesta completamente amarrado al cuerpo de su esposo, abultando sus labios para que le de un beso.

—¿Te pusiste esa crema asquerosa en los labios? —pregunto Sunghoon negándose al beso. Honestamente esa crema de labios sabía asqueroso.

—Nop, tengo labial sabor cereza.

—Me sirve.

Jaeyun soltó en risas con los labios de su esposo sobre los suyos degustando el sabor cereza de sus belfos.

Jaeyun soltó en risas con los labios de su esposo sobre los suyos degustando el sabor cereza de sus belfos

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ᴇʟ ꜱᴏɴɪᴅᴏ ᴅᴇʟ ᴍᴀʀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora