Souya soltó otro suspiro mientras observaba a aquella chica angelical atender a un grupo de amigas en la cafetería.Simplemente la admiraba... era demasiado tímido como para pedir su número, o si quiera para intentar hablar de otra cosa que no fuera lo que iba a pedir en aquel momento. Así que sólo se dedicaba a contemplarla.
Sí, desde hace un mes su cuerpo estaba recibiendo en extremo cafeína, ni siquiera le gustaba demasiado el café, pero sólo iba para poder verla.
Al inicio, sólo fue un tanto atracción física, el típico crush que puedes ver fuera del súper, sin embargo, en cuanto fue atendido por ella y al toparse con ella unas cuantas veces al cerrar el establecimiento no podía contener lo hipnotizado que se hallaba por ella.
Recordándole un poco a él y a su hermano.
Pero, como ya explicamos. Es demasiado tímido para acercarse a ella en ese plan, así que prefiere venir una y otra vez a la cafetería en la que trabaja para sentirse un poco más 'cercano'. Aunque sólo conseguía sentirse más patético.
-¿Puedo ofrecer algo más? -su voz lo sacó de sus pensamientos, encontrándose con aquella chica por la cual se hallaba ahí.
-Ah... no... todo bien, gracias -respondió apenado, ella sonrió levemente.
-Vienes mucho por aquí, te recomendaré como cliente estrella. -comentó ella, Souya abrió sus ojos con sorpresa... ¿le estaba hablando? ¿A él?
-Am... me va a dar un poco de vergüenza que crean que me la vivo aquí... -respondió de manera apresurada al salir de su sorpresa.
No era común que muchos se animaran a hablar con él, por no decir que nadie. Y esto era debido a su constante expresión de molestia.
-Está bien, es agradable familiarizarse con los clientes. -le sonrió. Y Souya nunca se sintió tan bendecido por ver aquella sonrisa dirigida a él. -Soy, Henkō, _______ Henkō. Puedes llamarme ________.
-Soy... Kawata... Kawata Souya. -dijo y ofreció su mano de manera tímida, ella la estrechó. El de pelo azul sintió un vuelco en su estómago al sentir la diferencia de tamaño de ambas manos. Sin embargo, le sorprendió la fuerza con la que ella estrechó su mano.
-Un placer, Kawata-san.
Ella le dedicó otra sonrisa para luego irse por otra de las órdenes. Dejando a un muy conmocionado Souya.
¡Había hablado con ella! ¡Y ella había estrechado su mano!
Sí, sin duda el menor de los gemelos se sentía completamente en las nubes.
_________ se sentía avergonzada...
Ella padecía de algo curioso... prosopagnosia asociativa. Le costaba distinguir rostros, es decir, podía identificar si era hombre, mujer, edad, y rasgos como barba, forma de ojos, etcétera. Pero si volvía a ver a la persona es como si jamás lo hubiera visto, no recordaría su rostro en lo absoluto. Y esto era progresivo, mientras más conviviera con la persona, poco a poco su cerebro se adaptaría al rostro de la persona.
Es por ello que no había notado al chico de cabello rizado venir constantemente a la cafetería. Sin embargo, por su condición, es buena recordando cosas como la ropa. Desde la blusa, pulseras, calzado y demás. Es por ello que comenzó a notar al chico rizado por el curioso uniforme negro que traía.
Sin embargo, no entendía el porqué venía tan seguido. Y en su mente pasaron miles de escenarios. Que era un sicario, un crítico de cocina, una persona de la mafia, novio de alguna compañera o algo similar.
Sin embargo, fue una de sus compañeras que le dijo que estaba tirando baba por ella.
-Si serás bruta, ¿no ves que se sienta justo en los lugares donde tú atiendes? -le dijo.
-¿Coincidencia?
-Coincidencia tus nalgas. -la regañó. -¿Te gusta? Para que le pidas su número y tal vez salgan.
-Ja ja ja —se rió con sarcasmo. Le era difícil considerar personas guapas.
-¿Te lo comes tú o me lo como yo?
-Bien, bien. Intentaré pedirle su número.
-Eah.
Y así es como se animó a entablar una conversación con aquel chico. Sin embargo, sólo había conseguido su nombre... tal vez con eso lo encontraba en Instagram...
Sonrió satisfecha de su progreso. Y continuó hasta el fin de su turno.
Angry llegó a la junta de la ToMan completamente feliz, aunque claro, su rostro no lo reflejaba. Pero se veía... ¿menos ceñudo? Sí, eso.
-Tardaste mucho -le comentó su hermano al colocarse aún lado de él.
-Pase por algo de beber. -respondió.
Smiley lo miró fijamente, notando aquel cambio de expresión en su rostro.
-Invítame de esa "bebida" -le dijo burlón, Souya soltó un bufido.
Sin embargo, Nahoya no era ningún tonto, él sabía que a su hermano le pasaba algo o tal vez, alguien. Y no le quería decir.
No lo culpaba, él mejor que nadie sabía cuan tímido podía llegar a ser con las mujeres. Por algo, él y Hakkai se llevaban tan bien. Por ende, no lo quería presionar y quería que él le contara cuando se sintiera listo.
Sin embargo, le gustaba el chisme. Y él no saber nada lo estaba matando.
-¡Ya dime que te sucede Souyaaa! -le exigió mientras lo seguía, ambos caminaban rumbo a su escuela.
-Ya te dije que no es nada.
-¡Pero soy tu gemelo! Literalmente soy una copia de ti y tú una copia de mí. Sé cuando te sucede algo.
-Pero no me sucede nada.. -dijo y se detuvo, extendió su brazo evitándole el paso a Nahoya antes de que muriera arrollado debido a que el semáforo se hallaba en verde.
Revisó su celular al tener una notificación de Instagram.
"@https.___-Henkō solicitó seguirte"
Sintió una extraña emoción en su pecho y estómago. Tal vez eran miados, o tal vez era hambre, pero se sintió particularmente feliz porque aquella chica le haya seguido en Instagram.
-¡Souya, avánzale que nos atropellan! -le gritó su hermano, y este asintió.
"Aceptar"
Contuvo un gritito de alegría y guardó su celular.
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LAUGHS & TEARS [Gemelos Kawata]
Fanfiction"Si podemos llorar de alegría, ¿Por qué no reír de tristeza?" ESTRENO: 02 de Enero