Sundrop no sabe como lidiar con personas que sobrepasen los 10 años, eso te convierte en un niño grande.
Esta bien, no debe haber tanta diferencia entre un infante y un niño grande...¿verdad?
—¿Y como te va en tu trabajo? —tu madre jugueteaba con su comida mientras esperaba tu respuesta.
Tragaste tu comida, pensando tu respuesta teniendo en mente aquel animatronico.
—Hasta ahora bien, apenas fui tres días, pero bastante agradable —diste otro bocado a tu comida, procurando mirar siempre la hora para no llegar tarde.
—¿Alguna razón en particular? —diste otro bocado a la comida sintiendo como tu madre esperaba otro tipo de respuesta.
¿Acaso piensa que conocí a alguien en el trabajo?
—La verdad es que tengo un compañero, eh, ¿peculiar? —rascaste tu brazo con nervios, no te sentías cómodo hablando con tu madre cuando sabías que el tema podría desviarse.
—Compañero —una rápida mirada te basto para saber qué quería saber— ¿Se llevan bien? —Te levantaste dando un último bocado a tu comida.
— Perdón, ma, me tengo que ir al trabajo —le diste un beso a tu hermana quien hizo cara de asco limpiando su frente.
—Wakala.
—Tu cara.
— ¡Mami, decile algo! —la niña bramo esperando un regaño hacia su hermana que se reía burlesca.
—Algo. —la mujer ignoro su pequeña pelea para comenzar a comer.
—Chau, cuídense, vuelvo mañana —tiraste un beso al aire, cerrando la puerta principal para dirigirte al centro comercial.
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De tu mente no salía la pregunta de tu madre. "¿Se llevan bien?"
Y por supuesto, la respuesta era sí.
Sonaba raro y claramente estabas rompiendo la única consigna que se te dio, no mantener interacción con el asistente.
¿Pero como mantenerte al margen si él te perseguía por toda la guardería?
Era amable y parecía interesarle lo que decías. Aunque te incomodaba un poco la manera tan extrovertida de actuar.
Reiterabas que estaba creado para niños.
¿Otra manera de confirmarlo? Apenas ingresaste al lugar ya te estaba esperando para abrazarte y acaparar todo tu tiempo.
—Hola, Sun —tu voz era amortiguada por su caja torácica, la cual por suerte no era dura ni fría, si no que era cálida y agradable.
