Fuera, Kirishima no había resistido quedarse en silencio con los 2 invitados, así que dejando a Iida a su suerte, salió dispuesto a conseguir más leña solo como excusa para alejarse. Sin embargo, no contó con que cierto rubio de más de 2 metros le seguiría.
Con la nieve tapando la mitad del paisaje, buscar un árbol para cortar sin perderse iba a ser un problema. Pero mientras más tardara mejor, no quería saber nada de lo que pasaba en la tienda. Secretamente estaba molesto porque las amazonas habían resultado ser ellos.
– Hey, pelirrojo – Una voz que no esperaba oír le detuvo en su caminata. Se dio la vuelta para ver al chico de cabellera rubia canaria. Kaminari, si no mal recordaba.
– ¿Se te ofrece algo? – Preguntó con cortesía, aunque el tono de voz le salió áspero.
– ¿A dónde ir? – Fue la respuesta. Kirishima intentó no ser grosero, eso no sería varonil.
– Voy a cortar leña.
– ¡Ir contigo! – Kaminari se auto-invitó, trotando para alcanzarlo porque ya le llevaba una distancia. Claro que con su tamaño fue sencillo llegar hasta él.
– No es necesario, en serio – Intentó persuadirlo. Sin embargo, el rubio hinchó las mejillas en un puchero.
– Midoriya y tu amigo solo hablar cosas raras, ¡Aburrido!
¿Iida hablando con él otro invitado? Supuso que tal vez cosas que le ayudarían a saber más sobre esta gente tan rara. Pero este chico, Kaminari... se veía como alguien que no podía quedarse quieto mucho tiempo, ni cerrar la boca.
– Bueno, puedes venir pero, no tienes un hacha...
– ¡No necesitarla! – Respondió confiado. Kirishima no entendía bien pero quizá solo quería verle cortar leña para no quedarse solo.
El pelirrojo retomó su camino seguido de la gran figura de Kaminari detrás de él. Caminaron no muy lejos, hasta el pino más cercano que tuviera un tamaño adecuado para hacerlo leña y entonces, haciendo uso de su fuerza, comenzó a cortar el tronco.
El sonido de la madera al hacer contacto con el hacha hacía eco en el ambiente. Kaminari se había quedado a una distancia prudente mientras Kirishima continuó cortando. Lo hizo por tanto tiempo que la nieve comenzó a sentirse fresca debido al ejercicio.
– ¿Necesitar ayuda?
– Estoy bien – Respondió entre jadeos – Pero gracias.
Tomó aire otra vez antes de continuar cortando, cuando solo faltaba un poco para terminar, Eijirou determinó que ya era tiempo de hacer fuerza y dejar caer el árbol con el curioso "fuera abajo" que siempre decían por precaución.
Una vez en la nieve, cortó pedazos del tronco que luego cortaría en más pequeños. Los fue moviendo hasta amontonarlos ligeramente pero Kaminari decidió ayudarlo y acarrear todo en unos montículos. Agradeció eso.
Ya le faltaba el aire cuando Denki le habló.
– ¿Querer mi ayuda? – Volvió a preguntar. Kirishima no encontraba las palabras para decirle que estaba bien, que podía hacerlo él solo y no quería molestarlo. Pero el rubio se le adelantó – Poder ayudar con leña.
Y como si fuera una simple ramita, Kaminari tomó uno de los pedazos del tronco y con sus fuertes brazos y manos los rompió en 2. Y luego esos 2 en más pequeños, hasta quedar la leña perfecta para una fogata.
Kirishima tragó saliva, asustado.
Si hacía enojar a está amazona, lo siguiente que se partiría en 2 sería su cabeza.
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Savage Love
Fiksi PenggemarLa tribu amazónica y el reino de Yuuei han estado en conflicto desde hace 50 años. Los herederos de cada región, Katsuki Bakugou y Shouto Todoroki, han decidido establecer un tratado de paz para detener los desastres ocasionados en la guerra por su...