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Un día eres feliz, al otro no. Un día tienes una familia, un hogar, pero al siguiente, no tienes nada. Te preguntas que pudiste hacer mal para que te pasase eso.

Bueno, eso es lo que me ha sucedido.

No hice nada malo, pero tampoco hice nada bueno para recalcar. Solamente, pasó.

Estaba yo bien tranquila en mi habitación, escuchando música, llorando un poco —supuestamente llorar te ayuda con yo que sé que mierdas— y cantando las canciones llenas de sentimiento. 

De repente sonó como si alguien hubiera tirado del baño, ya sabes, después de mear tiras de la cadena. Pues eso sonó. Ya era la cuarta vez que sonaba sin que hubiera alguien y me había hartado.

—¡Por Dios santo, ¿no ves que intento llorar en paz?!

Y ahí fue cuando empezó la masacre.

O sea, no una masacre de verdad con descuartizamientos y matanzas como en Helluva Boss, sino algo más en plan: y así se prendió esta mierda. Bueno, ya me entendéis, o eso espero, porque no pienso repetirlo dos veces.

Va, la cosa es que del baño apareció una criatura toda grande y oscura, no la pude reconocer, ya que las luces de mi cuarto estaban apagadas.

—Oh, mierda —fue lo único que pude decir antes de que todo se volviera negro.

Y morí. 

Nah, es broma. Aunque tal vez hubiese sido mejor morir porque ahora mi familia supone que me he muerto o algo por el estilo.

Bueno, el caso es que al cabo de unas horas me desperté con un dolor terrible de cabeza, como si tuviera una resaca tremenda —aunque no sé como es tener una resaca—. 

Miré a mi alrededor y casi me desmayo de la impresión —sé de lo que hablo, una vez casi me desmayé cuando me sacaron sangre—. Estaba en un parque rodeado de varios edificios, la verdad es que me recordó a Madrid, lo malo es que no había un Corte Inglés cerca.

—Bueno, _____, tal vez estás muerta y llegaste al cielo. O tal vez esa cosa me llevó a su hogar para torturarme psicológicamente y luego comerme. O tal vez... —antes de que pudiese seguir diciendo mis hipótesis al aire, una persona me puso su mano en el hombro.

Solté un grito para nada varonil —no pues obvio, eres una chica— y me di la vuelta con lentitud para mirar a esa persona.

Volví a gritar por el susto y salí corriendo a saber donde.

—Madre... del... amor... hermoso... —tenía la respiración agitada después de correr pedazo maratón. Ultra maratón, diría mi amigo francés con acento argentino — ¿qué era es cosa?

No sabía qué pensar en ese momento. Primero, una cosa rara me había secuestrado y probablemente ahora me estaba torturando psicológicamente. Segundo, me había encontrado con una persona —si es que se puede llamar así— con una bandera en la cara. ¿Estará loca? Es más, ¿yo estoy loca?

—Neiti.

Me di la vuelta y me encontré con la misma cosa de antes. Intenté mantener la calma y controlar mi respiración, aunque por dentro me moría del miedo.

—¿Qué mierda eres? —quise que mi voz sonara firme, pero en realidad sonó super aguda— ¿qué acabas de llamarme? Si es una palabrota te juro que te doy una patada en los huevos.

La cosa esa —que tenía una bandera en su cara blanca con una cruz azul— pareció reflexionar un rato. Después de unos segundos en los que me replanteaba si debía salir corriendo otra vez, la bandera me cogió de la mano y me arrastró a algún lugar.

 Con todas mis fuerzas intentaba zafarme de la cosa, pero entonces la persona aumentaba su fuerza.

—¿Me podrías soltar? —pregunté para ver si me hacía caso, pero ni se inmutó — ¿por favor? Anda tío, no seas capullo.

Después de unos diez minutos —en los que curiosamente no pasó nadie por la acera para que pudiese salvarme— llegamos a un edificio que claramente destacaba entre los demás.

—¿Me vas a matar? —él o ella, quien sabe, me miró como si estuviera loca. Al menos probé que puede entenderme.— Or maybe you're gonna rape me?

—No haré eso.

—Viva, sabes hablar —nos metimos dentro del edificio y marcó el piso 600. Espera, ¿el piso 600?— ¿Vamos a ir al Olimpo? Sabes, siempre quise ir. Yo creo que mi progenitor divino podría ser Iris, la diosa del arco iris.

En el ascensor sonó una canción de Bon Jovi. Joder, que buen gusto musical que tienen.

—Woah, we're half way there

»Woah, livin' on a prayer

»Take my hand, we'll make it I swear

»Woah, livin' on a prayer

Para mi sorpresa, mi secuestrador se rio de las muecas que hacía mientras cantaba. ¿Este es gili o qué?

Las puertas del ascensor se abrieron enseñando a una tía con una bandera también en la cara hablando con ¿Inglaterra? Espera, ¿eso es la Organización de las Naciones Unidas?

𝗣𝗢𝗥 𝗘𝗥𝗥𝗢𝗥 || 𝗰𝗼𝘂𝗻𝘁𝗿𝘆𝗵𝘂𝗺𝗮𝗻𝘀 𝘆 𝘁𝘂́Donde viven las historias. Descúbrelo ahora