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—Creo que me morí. Sí, esto apoya cada vez mi teoría de que estoy muerta —solté mientras que la bandera blanca con una cruz azul me soltaba de la mano y se iba—. No me dejes sola, secuestrador.

Miré hacia donde estaban ONU e Inglaterra, que me miraban con atención.

—Miss ONU, I have to go —dijo el inglés notando la incomodidad y le dio un beso en la mano a la ONU.

Huye puto.

Después de que el país se las pirara, la organización y yo nos quedamos en un silencio un poco incómodo. Dije lo primero que se me vino a la mente.

—Este no es el Olimpo.

—Exacto. Señorita... —dijo con la intención de que dijese mi nombre.

—Mire, señora, no quiero ser descortés ni nada por el estilo, ni tampoco por andar tuteando a la gente, pero un monstruo me ha secuestrado y me ha traído a esta dimensión super rara, por lo que creo que entenderías si no quisiera decirte mi nombre —le dije muy rápido, desahogándome con la verdad que me abrumaba.

—Mi nombre es ONU, supongo que ya sabrás quien soy —asentí—, ahora mismo te encuentras en "El mundo de los country's". Es una dimensión paralela a la tuya donde los países, organizaciones, estados y demás están "humanizados". Además de que aquí no existen los humanos como tú, sino que unos humanos grises, sin emociones, ellos son lo que se ocupan de las tiendas y otras cosas.

Me quedé en silencio mirando a la mujer.

—Wow. Mi nombre es _____. ¿Existe el covid? —tenía que hacerlo. En serio.

—¿El qué?

—Nada, nada.

Caminé hasta llegar a la ventana y miré a la calle. Unos cuantos países caminaban tranquilamente y hablaban.

—_____, ¿tienes en dónde quedarte? —preguntó la chica mirándome con un deje de preocupación.

—La verdad es que no. Pero no te preocupes, puedo irme a un hotel o algún sitio, no es necesario que te preocupes por mí —le dije calmada, no me gustaba que la gente se preocupara por mí.

—De eso nada monada —miré a ONU con la boca abierta— ¿eso es lo que dicen los adolescentes de hoy en día?

—Cuidado, a ver si te pilla el FBI y te arresta por pedófila —bromeé.

De repente la señora ONU se sonrojó violentamente.

—Oh. No me digas que...

—¡No! —gritó— o sea, no.

Estuvimos hablando y demás, la mujer me dijo que mañana habría una reunión y entonces aprovecharía para mostrarme al mundo, literalmente.

—¿Este es tu apartamento? —pregunté mirando con atención cada detalle— Es muy chulo.

—Sí...



La sala estaba llena de países que no conocía. Pude distinguir alguno que otro, y también me encontré con mi secuestrador. Debería preguntarle su nombre.

—Silencio en la sala, por favor —ONU parecía una profesora enfadada tratando de mantener el orden—. Después de hablar sobre el pequeño problema entre Estados Unidos y Rusia, este es el final de la reunión.

»Pero hay algo que me gustaría mostrarles, pasa _____.

Con decisión entré a la sala y, algún listillo, me puso la zancadilla. Casi todo el mundo se empezó a reír, yo estaba como un tomate por la vergüenza.

—¿Quién ha sido el hijo de puta en ponerme la zancadilla? Le voy a pegar una patada en los huevos para que nunca más pueda follar ni caminar. Ven atrévete a dar la cara, hijo de la chingada. Puta mierda, atrévete, weón.

Toda la sala se quedó en silencio observándome. Divisé a mi secuestrador mirándome con orgullo.

Alguien empezó a aplaudir, luego se unió otra persona, y otra, así hasta que la mayoría se encontraba aplaudiendo.

—Eso fue intenso —susurré para mí misma.

—Silencio, coño, silencio —ordenó el FBI.

—Como iba diciendo antes de que me interrumpieran, me gustaría que la humana _____ se quedara con diferentes países, aprender sus costumbres, etc. —explicó la organización—. ¿Quién querría ser el primero?

Increíblemente, muchas personas —¿países?— levantaron la mano.

—Pues bueno, escoge —me animó la ONU.

No. No podía. Nunca pude escoger, siempre que lo hacen es un martirio para mí. Necesitaba que alguien más eligiera. Sí elegía yo podía romper los sentimientos de los demás y...

—Perfecto, Finlandia. Qué mejor persona que tú para mostrarle a _____ sobre nosotros y sobre ti —espera, ¿qué?

El país con la bandera blanca y una cruz azul se acercó a mí. Abrí la boca con sorpresa. Resulta que mi secuestrador era Finlandia, la misma persona que se presentó voluntaria para cuidarme.

—Mier...

𝗣𝗢𝗥 𝗘𝗥𝗥𝗢𝗥 || 𝗰𝗼𝘂𝗻𝘁𝗿𝘆𝗵𝘂𝗺𝗮𝗻𝘀 𝘆 𝘁𝘂́Donde viven las historias. Descúbrelo ahora