EL CHICO BRAVUCON ESTA ENAMORADO¡[T]

Parte 4

                                                                           Viernes, 14 de Enero del 2015

PEQUEÑO MOCHI

Oír tu risa en todo el salón mientras el profesor explicaba fue maravilloso, tus pequeños ojos desapareciendo y tus pomposas mejillas de color rosita.

¿Qué me hiciste?

Pd: Espero que tu castigo no sea severo 

Te amo mas que ayer y menos que mañana.

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Una risa escandalosa irrumpió la breve y aburrida explicación del profesor de Teología, se escuchaba claramente como las burlas y los gritos del profesor exigían una respuesta para aquella interrupción tan desagradable. 

Sonriendo Jimin leyó una y otra vez la carta mientras recordaba como por culpa de su amigo Tae ahora tenia un gran castigo, no era su culpa que Taehyung halla escupido el jugo de uva en el cuaderno mientras se ahogaba y pedía auxilio con sus ojos casi saliéndose de su orbita, recordar aquello solo causaba que se riera por decima vez en el día.

Su día no podía ser mejor (exceptuando el castigo del viejo gordo de Teología), tenia en sus manos otra de las preciadas cartas que conservaba celosamente en su billetera, hoy se había puesto su saquito de pollito y Tae lo había invitado a comer helado, nada ni nadie podría arruinar su día, excepto el, Min Yoongi.

Min Yoongi era el sinónimo de todo lo que arruinaba su día, y no es para menos, el jodido bravucón de la secundaria se la pasaba molestando a los pequeños e indefensos estudiantes de grados menores, aun y cuando el muy explícitamente y de la manera mas educada le pidió que no lo hiciera. Pero era en vano, ese jodido pelinegro no entendía ni con plastilina.

Con enojo siguió mirando al pelinegro que se encontraba sentando en las escaleras con sus ojos cerrados mientras música se reproducía de sus aparatos, mirándolo bien, no era feo, tenia lo suyo, su piel era igual de blanca que la leche, su cabello hacia contraste maravilloso con su piel y su manos eran grandes, muy grandes y eso señores y señoras, era muy, muy sexy, según Park Jimin. Pero ignorando esos pensamientos nada sanos, Min era solo un idiota, un abusador, un golpeador, un completo hijo de puta. Dedujo que por lo mismo siempre estaba solo, a veces lo veía con el grupo matón de la secundaria pero la mayoría del tiempo estaba solo, vagando entre los estudiantes y golpeando a unos cuantos por simple gusto.

Patético, eso era Min para Jimin, simplemente patético. 

Al salir de su divagaciones se fijo en como Min lo miraba, aquella oscura y penetrante mirada estaba en el, en su cuerpo, en su cara, dios quería mear del miedo,  era cierto que Min jamás lo tocaba, nunca lo molestaba o algo parecido, pero aun así, aquella oscura mirada era aterradora, pero esta vez vio algo diferente, un brillo que jamás había visto, un brillo que solo se dirigía hacia el. Pero descartando de inmediato esa idea tan tonta y desagradable porque vamos, era imposible ver un mínimo brillo en ese bravucón rompe caras. Miro fijamente a Min viendo como este sin pudor alguno le guiñaba un ojo y como el chico pecho peludo que era, salió corriendo con el corazón a mil por tal acto gritando que no lo golpeara.

Jamás te golpearía pequeño Mochi..-Un susurro perdiéndose en medio de ese enorme lugar .