15. Los deseos cumplidos

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Hola a todas y todos, volvemos con las actulizaciones semanales. Yuju.


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Sí estamos en la playa.

Pero un tipo de playa muy diferente.

Claro que el agua es turbia y puede tener más líquidos tóxicos del plástico que cualquier otro lugar en la tierra y que sea como una sentencia a muerte ingresar al mar pero... igual es muy triste estar aquí, viendo a las personas sin hogar sobrevivir en las calles, en las plazas y en centros de ayuda.

Caminando entre los condominios y calles no vemos nada nuevo, personas sentadas en las aceras, muchas de ellas sin moverse... tal vez muertas; basura tirada, sonidos de personas caminando de aquí para allá con sus respiradores trabajando contra los gases que podemos ver en el aire. Y más importante aún, la ciudad ni siquiera es una playa. Las playas están sumergidas a veinte metros bajo agua salada desde hace años, nosotros nos encontramos en una de las primeras ciudades flotantes creadas en el estado, y considerando que muchos paises tiene como capitales principales estas ciudades flotantes, no resulta extraño encontrar una tan cerca del mar. O de lo que queda de él.

Nunca antes había visitado una ciudad flotante. Nunca había salido de mi ciudad, en realidad. Tal vez por eso me acerca lo más que puedo a Léa.

En la entrada de la ciudad podemos ver un anuncio sobre la apertura de esta nueva ciudad, en la imagen, se ven calles relucientes, recién enceradas y pulidas; edificios altos con vegetación cubríendolos, un solo brillante en una esquina, con agua resplandeciente en canales largos y personas caminando por doquier, con niños jugando y aparatos tecnológicos decorando las calles, aceras, edificios y en los cielos, con grandes y extravagantes yates navegando apaciblemente en los canales de agua centelleante. Ahora...

– Ali, ten cuidado – advierte Léa, mientras toma mi brazo y me atrae hacia ella.

Una persona en el suelo con la ropa estaba a punto de jalarme de la pierna, tal vez para robarme, tal vez por algo más. Su ropa, que antes parecía ser de la misma marca que usa Akron (unos pasos más adelante), ahora estaba roída por el tiempo y sucia por la calle en la que residía. El señor parecía no haber comido hace días, por lo huesos que sobresalían entre su piel y ropa, antes valorada en una fortuna.

La cuidad que antes fue diseñada para dar vida, oportunidades y oxígeno, ahora solo era una mancha más en el enorme número de ciudades contaminadas y roídas por la delincuencia.

Atravesamos una gruesa capa de gases contaminados de colores difusos que apenas puedo disitnguir bien detrás de mi mascarilla. Debemos ser rápidos y cuidadosos, muchas personas, en su desesperación, roban mascarillas por un día más de oxígeno.

Llegamos a un edificio de paredes grises y ventanas desgastadas. Al entrar, Akron saluda con una abrazo, el primero que le veo dar tan amablemente, a una señora con pantalones desgastados y blusa roja.

– Bienvenidas y bienvenidos al Centro de investigación de la Ciudad de Oxagua el primero en su clase del estado. Como mi querido Akron ya les habrá dicho, aquí nos dedicamos al cuidado de los mares.

– Lo cual, nuestro querido Akroncito no nos dijo – replica Matt desde atrás.

– Si, querido Akroncito ¿por qué no nos lo dijiste? – sigue Zaya.

Él conserva su pose seria y nos insta a escuchar.

– Yo soy Aaina, la responsable del centro. Siganme.

El centro me recuerda a una bodega que fue restaurada para fungir como centro de investigación, con techos altos y aroma tierra y sal de mar, las ventanas desgastadas por el aire de afuera y los fenómenos naturales que lo han atacado. Hay fotografías de animales que nunca antes había visto en las paredes, logro identificar a algunos de ellos, todos extintos.

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⏰ Última actualización: Feb 27, 2022 ⏰

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