5. El resultado de la acción

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– ¿Y qué dijeron cuando se fue?

– La entrenadora me regañó por no haberlo hecho antes porque por mi culpa perdió dinero.

Lia se ríe mientras deja de comer su galleta. Estamos en la misma montaña de siempre sin señales de Nate por ningún lado. Ella tiene un vestido y sus apuntes en su regazo, los revisa de vez en cuando.

– ¿Y cómo fue el beso? – me pregunta sin mirarme. Yo suspiro.

– Hermoso, creo que siempre lo imaginé – suelto aire por la boca con una sonrisa – pero, estar ahí, sentirlo es algo totalmente diferente.

Veo hacia el pasillo, esperando verlo venir. Pero a quien veo es a Matt y Zaya acercarse. Los saludo a ambos y los invito a sentarse a mi lado.

– ¿Hoy qué harás? – me pregunta el chico. Yo lo miro con ojos entrecerrados, intentando armar mi horario en mi cabeza.

– Hoy trabajamos y tengo entrenamiento por la noche.

– Cierto ¿cómo te fue en el partido de ayer?

– Bien, ganamos 6-4, fui pitcher las últimas entradas así que me fue bien.

— No sé nada de béisbol, pero me alegra – me dice con una pequeña sonrisa – pero te preguntaba si querías ver una película con Zaya y conmigo, y claro Marcus, uno de estos días. Estábamos planeando ver la que es como la historia de esa cantante que escuchamos el otro día, eres de las pocas personas que conozco que lo disfrutan tanto como nosotros.

Volteo hacia Zaya.

– ¿Te gusta Ha-neul?

– ¡Claro! Es de lo mejor.

Le sonrío con toda la sinceridad que puedo transmitir.

– Pues, sí, pero no creo que hoy sea el día, mejor la próxima semana ¿no?

Ambos asienten y hablamos más sobre lo perfecto que canta Ha-neul. Hasta que Matt hace la pregunta.

– Entonces ¿cuándo le dices a Nate? – lo dice tan relajado que casi me trago mi galleta, Lia me da unas palmadas en la espalda.

– ¿Cómo sabes eso?

Zaya y él se miran y luego me miran a mí ¿soy tan obvia?

– Ali, querida, creo que es de las cosas más obvias que he visto en mi vida – por la forma en la que recuesta su cabeza sobre su puño, habla muy en serio.

Nate se acerca trotando hasta nosotros, se sienta a mi lado mientras me da unas galletas favoritas, sin chocolate. Besa mi mejilla, yo abro la bolsa y le comparto una.

Finjo que no veo las miradas de las tres personas que tenemos enfrente.

– Bueno, Alice, mañana será, lo decidimos en la tarde, adiós.

Me despido de Zaya y Matt mientras ellos bajan la colina.

Un silencio algo extraño se apodera del espacio y yo volteo hacia Nate, quien se levanta y me tiende una mano.

– Te acompaño a tu salón, ven.

– Aún no empieza mi clase – mi cara de extrañeza se va con la misma velocidad con la que él alza una ceja y sonríe – vamos.

Tomo su mano y me incorporo.

Miro a Lia.

– Vayan, yo me quedaré a seguir estudiando, no te preocupes.

– ¿Segura?

– Claro. No se preocupen, los veré después.

Nate toma mi mano, unión que veo durante unos segundos, hasta que bajamos juntos la pequeña colina hacia mi siguiente clase.

Homicidio a la tierraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora