~Dolor~ [AU! Villain]

"Si Tan Solo Hubiera Pedido Ayuda"

"Si tan solo hubiera pedido ayuda"

No tenía mucho tiempo en aquella familia mágica, pero me acogieron entre sus brazos y acunaron como uno más. Es gracioso, comprometerme por un enamoramiento fugaz y casarme por el verdadero amor ¿quien lo vería así?

Dolores me enseñó a amar, me escucha cada noche leyendo mi poseía hasta quedarse dormida y por mi parte, yo la contempló descansar, pensando en lo que el futuro nos deparará.

Bruno nos había prometido ver nuestro futuro horas antes de morir, no lo llegué a conocer bien, pero algo que puedo decir, era un gran hombre, sincero y preocupado por su familia, con sus extrañas manías, claro esta, pero él es un ejemplo a seguir.

No le quitaré mérito a Mira, aquella chica la cual me ayudó, la que arruino mi primera propuesta, pero me ayudó con la segunda y me enseñó pequeñas manías de su prima para facilitarme la vida, tales como, al cepillar su cabello le gusta cantar, pero siempre se lastima al hacerlo, se emociona demasiado, por lo que con su ayuda, le conseguí unos tapones de oídos, los ojos brillaron y inmediatamente fui abrazado por sus delgados brazos, Mirabel sonrió sin que su prima la viera y salió corriendo, Casita la ayudo a esconderse. Dolores me vio en ese instante, para voltear a donde estaba su prima y abrazarla por la espalda entre risas, solo me acosté en una columna viéndolas, sabiendo que la vida me había regalado una maravillosa novia y una amiga que duraría toda la vida.

Podría considerarla una amiga, mi mejor amiga, tal vez sea un atrevimiento, pero aquella chica, erq dulce, muy buena, en realidad, siempre tenía paciencia y me explicaba cada cosa con detalle, se lo agradezco demasiado.

Tal vez si hubiera pedido ayuda a tiempo, aún seguiría con vida.

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-Hey, Mirabel- retumbó la voz del hombre, acercandose hacia la habitación de la menor, la cual, con sus pies arrastrados, apenas llegaba a la puerta, volteo y le sonrió a Mariano con cansancio.

-Hey ¿que ocurre? - Habló la menor, mientras el más alto notaba algo extraño en la menor, sus mejillas estaban rojas, sudaba un poco, sus ojos no se estaban quietos.

-¿Estás....- Mariano intentó hablar, siendo interrumpido inmediatamente por la pequeña Madrigal.

-Me ha dado fiebre, Mariano, no te preocupes por mí- la menor habló con algo de tranquilidad, algo que lograría asustar a cualquiera, camino dos pasos, pero se detuvo al notar algo extraño en la esquina.

-¿Te traigo un té? - la menor iba a hablar, pero la matriarca de la familia se acercó a los menores, viéndolos con severidad, Mariano noto en aquel mirar, una chispa de odio y repulsión hacia la joven Mirabel, sintió la necesidad de atraerla hacia él y llevársela con su madre para que ella la cuidara, pero sus pensamientos fueron interrumpidos de forma abrupta.

-Yo le daré la ayuda necesaria, querido- quiso vomitar cuando esa mujer lo llamó así, un tono soberbio se le hizo notar - Ve con Dolores, debe estar cansada- iba a replicar que Dolores más bien, lo envío y le pidió que cuidara a Mirabel, puesto que la habia oído quejarse, el vio como la mayor metió a Mirabel a ese pequeño cuarto y la más pequeña se despedía, con una sonrisa débil, susurrando un pequeño "Buenas noches" entrando en la habitación en compañía de su abuela.
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El miraba el cuerpo de la pequeña Madrigal reposar en brazos de su prometida, la cual lloraba desesperada, aferrandose al cuerpo de su prima pequeña. El la tomó por los hombros y hizo que soltara a la más joven, mas no logro que dejara de llorar.

-Dolores- susurro con delicadeza, agarrando el brazo de su prometida, la cual se aferro al más alto y soltó ahi sus penas más profundas, el la tomó entre sus brazos, aferrandose a ella, dejando que llorara en su pecho, mientras él, lloraba en silencio por la muerte de su amiga.

-Hay que llevarla a Casita- la mujer lo vio y él, él solamente asintió, se sentía un robot en aquel momento, iba en piloto automático, su cabeza estaba perdida y quería investigar, cargo así el cuerpo helado de Mirabel Madrigal, el cuerpo de una amada chica, una maravillosa hija y una amiga inolvidable. El iba caminando en silencio junto a su próxima esposa, ella hipeaba cada pocos segundos y se abrazaba a él.

El Moreno veía el sol salir de entre las montañas del Encanto, fijando su vista en aquella bola de fuego, preguntándole desde sus entrañas "¿Porqué a ella?" suspiro, mientras Dolores lo volteaba a ver, la chica de la falda roja alzó su mano para acariciar su mejilla, pero antes de sentir el tacto de su pareja, vio como aquella mariposa de colores amarillos se posaba en el dedo de la menor.

-Ella sigue aquí- Dolores habló, mientras las lágrimas corrían por sus mejillas una vez más, la mujer no lo pudo aceptar y corrió dentro de Casita, esperando que todo fuera un mal sueño, supuso el hombre con dolor al verla llorar, supuso que se fue a ocultar a la habitación, ese lugar siempre fue su lugar seguro.

-No te vayas así, Mira... Me prometiste una cosa- fue lo último que susurro, antes de entrar y que Casita casi se la hiciera arrebatada.

Si él tan solo no hubiera tomado un no por respuesta y le hubiera llevado el té, ella seguiría viva, ella estaría riéndose en el desayuno bromeando con Camilo o asfixiando al pequeño Antonio en un "abrazo de oso" rio con tristeza y subió con ayuda de Casita hacia la habitación de su pareja, sin notar que una grieta se iba formando en el medio de la habitación. El pensaba, iba perdido mientras abría la puerta del cuarto de su pareja y la veía acostada en la cama hipeando con desesperación.

-Dolores- murmuró y fue abrazado por el cuello, el la abrazo por la cintura y la dejó vaciar sus penas en él.

-Primero Tío Bruno, después Mira ¿que sucede, Mariano? ¿Porqué la vida es así? ¿Que hizo ella? - Mariano lo pensó dos segundos, Bruno, Bruno estaba extraño desde una visión que tuvo.

-¿Tu, oíste algo una.. ? - la menor asintió y vio a su prometido, ambos lo supieron inmediatamente, nada fue un error.

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Un capitulo dedicado a Mariano, creo que el merece cariño, será un personaje recurrente

¿Que les ha parecido?

Gracias por el apoyo, llevaba años sin escribir y ver que a bastante gente le ha parecido una historia interesante me lleva de alegría.

Att: Nicole