"La Fiesta 1"

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⚠️Temas sexuales

Mariano nunca vio a alguien más dulce que Mirabel, aunque como su madre le advirtió una vez a la joven rizada "Mirabel, eres la persona más dulce que conozco, pero a su misma vez, la más ingenua"

Mariano la conocía bien, conocía también las charlas que tenían algunos de los hombres del Encanto acerca de ella, siempre los miraba sin ganas o directamente les decía que se callaran, incluso siendo un simple desconocido para la Madrigal, le desagradaba aquellas palabras indecentes dirigidas hacia la mujer más joven de la familia.

Él siempre le advertía con quien no estar sola, con quien no juntarse, ella le sonreía con dulzura y negaba, mientras salía corriendo hacia algún llamado. Mirando atrás, tal vez la tenía que estar siguiendo día tras día, aunque a su vez, por favor, tenía 16 años, nadie le pondría las manos encima a una niña de 16 años.

-¡Mariano! - oyó un grito algo lejano y él, con algo de cansancio puesto que había pasado trabajando en el campo, observó una falda turquesa correr hacia él. Una pequeña sonrisa se escapó de sus labios y extendió los brazos hacia la menor, la cual sin mucho pensar se lanzó a él entre risas risueñas.

-¿Que hiciste ahora? - pregunto, mientras se separaba del abrazo y limpiaba el rostro de la chica, de seguro estuvo comiendo algún helado, su nariz estaba manchada al igual que la mariposa de su blusa. Mirabel, como si de un loco se tratara, hizo un intento de mueca despreocupada, pero claro, no le podía ocultar a Mariano lo que estaba ocurriendo, noto sus mejillas enrojecer bastante, mientras como con ambas escondía su rostro soltando risas tontas y justo ahí comprendió.

-¿Qué podría haber hecho yo, Mariano? Nada fuera de lo común- habló con diversión, mientras se tambaleaba de adelante para atrás, una manía que cualquiera que estuviera con ella el tiempo suficiente notaba.

-Mientes- mencionó con diversión mientras se cruzaba de brazos y le hizo una seña con los labios de que hablara, la chica intentó refutar, pero el mayor negó - Le dijiste temprano a Dolores que te verías con este chico, Juan, creo que se llamaba, llegaste llena de helado, con una sonrisa tonta y ahora no puedes hablar. Algo me hace pensar que la pequeña Mirabel esta enamorada- se burló, mientras un golpe se instalaba en sus brazos, no pudo evitar llevarse la mano contraria al mismo y sobarlo, tenía una mano fuerte.

-Bien ¡sí! Es que es tan, ugh, guapo, atento, es todo un caballero, me sostuvo la puerta, me llevó del brazo ¡del brazo, Mariano! Me encanta, Abuela amaría a Juan, aunque me lleve 5 años, la edad es solo un número ¿no? - al mayor se le torció la sonrisa pasando a ser una mueca de desagrado ¿eso era un caballero para la menor y además, 5 años? Claro, no era mucho, pero ella era una niña
Estuvo por corregirla, cuando la chica siguió hablando - El me tocaba el cabello, la cara, los brazos y en un momento colo sus... - la menor cubrió su boca con las manos, mientras recordaba que él le dijo "Este será nuestro secreto, velita" la mirada profunda del mayor se endureció, el estaba molesto.

-¿Hizo algo más? - la menor iba a replicar, pero el chico negó y movió su mano para que siguiera contado, mientras la dirigía a la casa de Los Guzmán, puesto que ahí, algo más tarde, se reunirían los Madrigales más jóvenes para ir a una fiesta que se estaba celebrando a espalda de los adultos - Y no Intentes decir que no, Mirabel, te conozco lo suficiente para que no me puedas mentir, Enana- dijo tranquilamente el Moreno con algo de burla hacia la mirada molesta de la chica. Cuando al fin llegaron a la casa se sentaron en la mesa, mientras la señora entró y les dejó una taza de café para los menores.

-Ay señora, no tenía que preocuparse- dijo la colocha con una sonrisa nerviosa, mientras la madre del chico negaba y le sonreía con dulzura maternal, acomodo el cabello de la más chica.

~Dolor~ [AU! Villain] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora