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Xiyeon no tiene tiempo de decir algo por que siente unos brazos rodeándola.
— Vinimos a ver cómo estabas, —es lo que Yeseul dice después de sofocarla pero Xiyeon no se queja porque le gusta los abrazos.
— Además, no podíamos dejar que pasaras la noche a solas con Baekhyun, —Simhae le dice alzando un dedo—podría ser muy tentador.
— Las cosas que dices... ella ni siquiera debe pensar en eso.
Soobin aparece tras ellas para saludar a su amiga y después de que Xiyeon invite a las dos primeras a pasar, le pide un minuto a solas.
— No puedo creer lo afortunada que comienza a ser la vida de Xiyeon, es asombroso. — Simhae dice cuando se aproximan a la sala de estar, donde suponen debe hallarse Baekhyun— ¿Ese es Baekhyun? Se ve diferente.
— Solo es el color de cabello, —Yeseul le dice—¡Hola de nuevo, Baekhyun!
Él también parece sorprendido por la aparición repentina de ellas pero lo camufla bien con una cordialidad excepcional y una sonrisa. No parece coquetear como antes, eso resulta extraño a Yeseul.
— Creo que si te recuerdo...
Él le dice a Simhae pero probablemente no lo haga, conoce a tantas admiradoras todo el rato y su mente parece estar centrada en otra persona. Yeseul de repente no tiene muchas intenciones de dialogar con Baekhyun, solo permanece viendo como conversa amenamente con Simhae.
Xiyeon junto a Soobin y ese muchacho aparecen poco tiempo después con un aire incómodo, aparentemente.
—¿Todo bien? —pregunta.
Xiyeon solo se limita a alzar sus pulgares, Yeseul deja de mirar a sus amigas y su mirada cruza con la de ese muchacho molesto que desafortunadamente también estará aquí. Es casi sofocante tenerlo tan cerca.
Soobin, por supuesto, un alma comprensible, está a su lado sosteniéndole el brazo. Es nada menos que Jaesun, aquel chico de menor grado que por alguna extraña razón estuvo ilusionado con ella hace años y él solo no parecía superar su rechazo por que siempre estaba fastidiando. A veces creía que solo se hizo amigo de Soobin para estar de alguna forma, cerca a ella. Yeseul ve una sonrisa queriendo atisbar en el rostro ajeno y desvía la mirada hacia otro lado.
Mas tarde, Xiyeon sube a la habitación de su hermano para ver como se encuentra y de paso, librarse del incómodo silencio de ahí abajo.
— Mamá dijo que dejaras de ver esas cosas espeluznantes,—Xiyeon le dice intentando sonar severa— después no podrás dormir.
— Estoy preparándome para lo peor.—Seokyeon responde aun mirando ese documental de asesinos seriales que tiene estrictamente prohibido ver— Sabré qué hacer en caso ese asesino venga por nosotros.
