El sonido del metal impactando con la porcelana retumbó por todo el local. La de cabello negro se limita a subir la vista para examinar a la otra con lentitud. Ella está haciendo lo mismo.
— Entonces no piensas decir nada.
Impávida, guarda su teléfono dentro de su bolso: — Yo no pedí vernos.
Simhae abre la boca como un pez, sin embargo ni una palabra sale de esta. Ante dicho recordatorio la vergüenza acude a ella y es inevitable que su rostro adquiera un color rosa.
— Esto es estúpido.— Dice alterada. La vergüenza tomando su lugar en estos momentos—. Juramos no volver a pelear.
— También juré dejar de comer carbohidratos pero mira aquí.—Indicó señalando la dona, ha probado solo un mordisco desde que lo colocaron sobre la mesa. Yeseul coloca su cabello tras la oreja y suelta un suspiro—. No entiendo que pretendes pero no funcionará.
— ¡No estoy pretendiendo algo, Yeseul!—Esta vez la alteracion acude a ella, comienza a desesperarle la actitud indiferente de la pelinegra—. Solo quiero que volvamos a la normalidad. Te extraño ¿sabes?
Yeseul traga con dificultad. A estas horas es muy probable que recien se vea abandonando su lecho pero hubo algo en el mensaje de Simhae que hizo llevar su trasero plano hasta la cafetería en la que solian frecuentar su pequeño círculo. Esta vez, solo era ellas dos y si la situacion de la anterior vez no hubiese sucedido, ahora estarian disfrutando de una amena plática que abarcaba sobre algunos de los pretendientes de ambas. Pero es dificil hacer cuenta de que nada de la anterior vez no sucedió y aun mas cuando Yeseul recuerda a Youngjae besando a Simhae.
— Es curioso que lo digas. —Dice—. Ademas de extraño. No sé si daba creerte.
— ¿Como podrias no creerme? —Simhae pregunta entre ofendida y sorprendida por sus palabras—. Nos conocemos desde siempre.
— Creí conocerte, Simhae. Supongo que en el fondo nunca pude superar que te metiste con Youngjae.
— ¿Es enserio? Yeseul, ese imbecil fué quien intento filtrearme y él fue quien me besó a la fuerza aquella vez. Creí que te habia quedado claro.
Yeseul lo sabe. Tiene conocimiento de eso porque cuando ambos terminaron él mismo fué quien confesó aquello de la manera más cínica haciendo trizas su corazón. Desde entonces, las inseguridades comenzaron a invadirla de manera incesante, las constantes cuestiones sobre si es lo suficientemente ideal para alguien e incluso una duda creciente sobre su físico. Mientras que Simhae parecia tan segura de si misma, incluso pidio que se vieran sin temor al rechazo y quizas si debió rechazarla, piensa. Ella mantenia su alto ego porque nunca habia sido engañada, por que ella nunca comento acerca de una inseguridad respecto a su persona.
— Es enserio, Yeseul... Nisiquiera me importa si quieres ser novia de Baekhyun, si es que lo logras claro.
— Voy a lograrlo. —Afirma mirándole directamente a los ojos para probar su punto.
— Si, claro, digamos que sí. —La sátira respuesta de Simhae la molesta pero no dice nada. Solo queda callarla con acciones—. Bueno, entonces ¿volveremos a ser las de antes?
No lo creo.
— Sí.
•••
El día inicia con la madre de Xiyeon ingresando impulsivamente por la puerta para hacer notar su prescencia a la menor e indicarla asi que ya es hora de levantar. Abre las cortinas púrpuras de un solo movimiento consiguiendo que algunos rayos de sol atraviesen la ventana y reboten directamente en el rostro de Xiyeon quien abre los ojos poco a poco.
