Los concubinos de los dioses

II: Espera

Los guardias reales llegan a tres casas diferentes donde los tres implicados tienen tres reacciones diferentes, Makoto simplemente se calló y se dejó llevar aún con dudas, Komaeda les hizo mil y un preguntas de porque el era elegido siendo que era una basura (mentira) y Kokichi lloraba en silencio. Los tres empacaron y los llevaron a cada castillo correspondiente, donde les esperaban la servidumbre para prepararlos para ser vistos por sus majestades y decidir si iban a ser los concubinos de aquellos dioses.

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Son las tres de la mañana y el heredero definitivo estaba dando vueltas en su cama, solamente pensando en quién había elegido su padre para ser su amante, tenía miedo, otra vez caía en el círculo vicioso de las parejas: su padre elige, luego el se obliga a amar a esa persona, luego esa persona deja de amarlo por lo que busca otra concubina o un concubino y así sigue ese inútil circulo.

Se levanta de su cama y con pasos decididos llega a la habitación donde se supone que debería descansar su concubino, intento abrir la puerta pero esta no se abrió, tenía seguro.

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En esos momentos Hinata quería compañía pero su esposa estaba jugando Videojuegos y no le prestaba atención y aunque lo hiciera se quedaría dormida en medio de la charla, como odiaba su suerte en el amor.

Quería divorciarse pero había un 70% de probabilidades de que intentaran linchar lo por lo amada que era su esposa en el reino y no seria la primera vez que un rey tienen una concubina o un concubino doncel.

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La mañana llegó más rápido de lo que seis personas esperaron, Togami tenía ojeras, Shuichi estaba notablemente cansado, Hinata se estaba durmiendo durante el desayuno, Naegi estaba muy nervioso, Komaeda estaba jugando con la cadena que no pensaba sacarse y Kokichi se dormía apenas se sentaba. Digamos que ninguno durmió mucho. Luego del desayuno los obligaron a retocarse por última vez y los llevaron a los ojos de los Reyes.