Capítulo 7

17 2 0
                                    

Una vez me dijeron: "Deja de perdonar, la gente sabe exactamente lo que hace".

Creí estar borracha, pero aún no, era temprano todavía y no había tomado más qué unas cuantas copas, no muy fuertes. Sólo era la adrenalina que fluía en mi ser, la fiesta cada vez estaba mejor.

Todo va bien, de maravillas.
¿Qué mal podría pasar? La estábamos pasando genial después de todo.

A las chicas, Valen y Jess, las perdí de vista, pero la ultima vez las vi coqueteando con un par de chicos y chicas, creo, y ya el resto lo sabrán, quién sabe en qué rincón estarán metidas haciendo sólo Dios sabe qué.

Ser soltero tiene sus grandes ventajas, por ejemplo, poder ligarse al que quiera sin compromiso, aplicando el famoso refrán: "Lo que pasa en las Vegas, se queda en las Vegas."

Durante la fiesta, le tiraba la onda a un par de chicas, bellísimas todas por cierto. También, quizás, a unos cuantos chicos por ahí, pero, en ningún momento dejé de sentir la mirada de aquel chico de ojos verdes esmeraldas y misteriosos. Esos malditos ojos, qué en algún momento siento capaz de rendirme ante ellos.

«Basta Valery, no pienses eso. No puedes permitir qué eso pase. No seas ridícula.» Me dije a mi misma, mentalmente.

Me disponía a ignorarlo, pasar desapercibido aquello, pero no lograba mi objetivo.

Fui a la barra por un par de copas más, él observaba cada movimiento qué hacia desde lo lejos, así como Nate Jacobs acosaba a Maddy de la serie de "Euphoria" de Netflix ó de la serie "You" tomando el personaje de Joe, pero en esta ocasión, no me sentía acosada, al contrario, me encantaba que su atención se centrara en mi y solamente en mi.

¡Hey! Otra, más fuerte, por favor- Le dije al chico encargado del alcohol. Bartender le dicen.

Sentía un escalofríos recorrer mi espalda, hasta el punto de erizar mi piel. Sabía qué era él. Se estaba acercando a donde yo me encontraba. No tenía duda alguna.

Deja de tomar. No vas a disfrutar de la fiesta cómo es debido. —Dijo algo fuerte en mi oido.

Dios, su voz es tan sexy.

Estoy disfrutando, a mi manera.— Le respondí.

Hagamoslo a mi manera ahora, ¿Te parece?

«Vaya, vaya, ¿Con qué propuesta me vas a salir, Alex?» Pensé.

¿A tú manera? ¿Cómo?—Le pregunté.

Ya verás, pequeña asesina.— Dijo mientras me daba un pequeño beso en la frente.

Fuimos hasta la parte del fondo de la casa, y allí esta la otra mitad de los invitados. Disfrutando de un buen baño en la gran piscina qué había allí. Mientras que otros solamente disfrutaban de ver a los demás jugando, mientras bebían, fumaban cigarrillos ó se drogaban con otras especies más.

¿Ha esto le llamas disfrutar a tú manera?— Pregunté.

Apenas está por comenzar la mejor parte.— Respondió.

Jamás me di cuenta en qué momento me cargó como saco de papas y me lanzó a la piscina. Tiene suerte de qué sé nadar, de lo contrario se acaba la fiesta y tremendo problema legal qué se verían involucrados la mayoría.

Él también se lanzó, cayendo cerca de mí. Con una gran y seductora sonrisa. Parece un dios griego joder.

Tengo suerte de qué mi maquillaje sea a prueba de agua, de no ser así, pareciera qué hubiera llorado a mares durante horas. Qué desastre.

¿Jugamos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora