—¿Este?

Negué con la cabeza.

—Mm, ¿Que me dices de este?-pregunto, sosteniendo un skinny jean blanco.

—No puedo, estoy en mis días.—bromee.

Ella puso mala cara y me lanzó el pantalón a la cabeza. Debe sacarse esa costumbre de pegarme en la cabeza.

—¡Oye!

—Concéntrate, Harry. No estamos para bromas.—dijo, seria.—A ver qué tienes por aquí...—tarareo cantarina con medio cuerpo metido en mi armario.

Suspire cansado, dejando caer mi espalda en la cama.

Luego de los mensajes con Niall, recibí una llamada de una muy alterada Raquel balbuceando cosas como que un chico había robado el libro que ella había elegido y encima había tenido el descaro de coquetear con ella.

Después de escuchar sus quejas innecesarias sobre ese imbécil mal nacido, como le había dicho ella, le comenté de la fiesta y la invite a venir con nosotros. Ella acepto, emocionada por ir a una fiesta los tres juntos. Olvidándose casi de inmediato de el idiota de la biblioteca.

Ella había aparecido cerca de las nueve en la puerta de su casa, ya vestida para la fiesta.

—Tiene que ser casual pero elegante. No formal pero tampoco desaliñado. Sexy pero divertido, despreocupado. —explicaba mientras revolvía entre las cosas de mi armario.

Ya había cenado con mi madre y Gemma hace rato. Luego de eso, me duche por segunda vez en el día para relajar tensión y para cuando salí, Raquel ya estaba medio metida en mi armario.

—Oye, ¿que sucedió con el sujeto de la biblioteca?—pregunte para matar el tiempo.

Ella gruño sin dejar de revolver mis prendas.

—No era un sujeto cualquiera, era un chico increíblemente idiota.—exclamo bruscamente. Suspiro en un intento de tranquilizarse y prosiguió—Sucedió que estaba en el sector de Romance juvenil y...

—Aguarda, ¿Romance juvenil?¿Tu?—exclame con una mueca de asombro en el rostro. Eso no me lo esperaba viniendo de Raquel, la chica que solo con escuchar cursilerias seria capaz de vomitar de tanta vergüenza ajena. Supongo que es entendible, ella nunca su enamoro de verdad, no sabe como se siente la sensación de que te guste alguien y que esa persona sienta los mismo.Las famosas mariposas en el estomago.

Yo ya había tenido mi primer amor, me enamore de esa chica pero cuando tuvo que marcharse, ambos sufrimos mucho. Pero valió la pena mientras duro.

—Si, lo se. Estoy avergonzada de mi misma—confeso— Pero como fanática de la lectura me dije a mi misma que no debería de quedarme en el molde de un solo genero pero es que...—suspiro frustrada—Los misterios son tan jugosos y emocionantes, dios.

—¿Entonces?

Ignoro mi pregunta y siguió divagando.

—Pero, pensé en darle una oportunidad a las novelas juveniles, digo, no podía ser taaan malo, ¿Verdad?—la pregunta no iba dirigida a mi ya que Raquel siguió hablando tan rápido que parecía que no respiraba—En los libros de misterio y suspenso que he leído, la mayoría también contenía romance así que pensé que podría soportarlo. Dios, no ¡Error! Y vaya equivocada que estaba— Me echo un vistazo y suspiro para tranquilizarse—En un momento, tome un libro de ese sector y la sinopsis era misteriosa, extraña y me resulto interesante, así que lo tome. Pero desde el otro lado de la estantería alguien también lo había agarrado. Tironeamos de el y discutimos quien se lo quedaría a través del espacio en donde se encontraba el libro.Luego el chico, vino hasta el pasillo donde me encontraba y seguimos discutiendo. Era tan impertinente,—bufo, enojada— le hubiera gritado si no hubiéramos estado en la biblioteca.

I hate you because i love you-[Larry Stylinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora