De poco a poco mis ojos se fueron abriendo cuando la luz empezó a molestar, me encontraba confundido hasta que observe a mi lado, los recuerdos se abalanzaron a mi mente uno tras otro, mi antiguo instinto debía haberme apartado de Maddie desde que abrí mis ojos pero había pasado tanto tiempo desde que por una noche solo había sido Armando pero desde que vi a Maddie me llamo la atención, era una chica dulce y hermosa lo noté desde el momento que entro al balcón anoche, de apoco mi mirada se fue acostumbrando a la luz y me di cuenta que seguramente eran las ocho tal vez las nueve de la mañana pero no tenía mucho deseo de levantarme y si tenía alguno desapareció por completo al momento que la vi acostada.
Su cabello se encontraba esparcido en el sillón, sus pestañas largas, esos labios rojos e hinchados que bese toda la noche y su desnudez que se encontraba a la vista habíamos dormido sin ninguna manta o frazada que nos cubriera, me dejaba pasmado que ella no sintiera pudor por estar desnuda se le veía cómoda y tranquila.Me volví a acomodar mientras la apretaba a mi en mis brazos, la ropa estaba desparramada en el piso con nuestros zapatos y teléfonos, era seguro que debía tener millones de llamadas perdidas pero había apagado el teléfono desde ayer en la noche, Marcela debe estar buscándome por mar y tierra, diría lo mismo de Beatriz pero la verdad que lo dudo de todas maneras ya no era la misma betty de antes.
—¿que tanto piensas?—
Su voz suave hizo que regresara, mi mirada se posó en ella, sus ojos cafés tenían un brillo particular que destellaban por la luz del sol, retire un par de cabellos que se entrometían en su rostro
—nada solo que deben ser como las ocho tal vez nueves de la mañana debo ir al trabajo— en mi intento de no sonar desanimado por mi actual realidad, ella empezó a dejar suaves caricias en mi mejilla.
—entiendo y espero al menos que hayas podido pasar una noche tranquilo— deje un beso en su frente y me senté para empezar a vestirme, si supiera que es la primera noche que puedo dormir en paz y amanecer dichoso
—la verdad que no había tenido una noche así en bastante tiempo— expliqué
—lo note, estabas ahogado en tus pensamientos— tenía escalofríos, haber dormido anoche sin nada encima y con el frío que se sentía podría desarrollare un resfriado volteando mi cabeza buscando con mis ojos una frazada, di con ella rápido y la tomé tapándole su desnudez.
—eso ya no importa, espero no te pegue un resfriado por dormir así anoche—
—no lo creo, tuve alguien que me calentara toda la noche— una carcajada salió de mis labios mientras me ponía los zapatos.
—si la verdad que si, gracias por todo— me puse de pie y ella imitó lo mismo
—oye no te preocupes, los problemas no son para siempre todo se arregla tarde o temprano — se que no le conté nada sobre los problemas qué hay en Ecomoda pero igual aprecio su forma de levantarme el ánimo, dejando un ultimo beso en sus labios le di una sonrisa antes de tomar mis cosas y marcharme...
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Después de ir a cambiarme a mi casa me dirigía a la empresa con un estado tranquilo y neutro, no podía dejar de pensar en Maddie con lo poco que había estado con ella había logrado darme algo de esperanza sobre todos los problemas que había causado, se que han sido mi culpa pero con esta colección tal vez pueda respirar de nuevo pronto.Estacionando el auto me di cuenta que ya eran las diez quince cuando arribe a la empresa, hacia mucho tiempo que no tenía un humor tan bueno como el de hoy no quería perderlo era tan agradable como para que dejara que cualquiera lo viniera arruinar hoy,
me sentía decido a mantenerlo lo más que pudiera.Bajando del auto me dispuse a empezar otro día
—Buenos días Wilson, por favor estacione el auto—
Sin esperar respuesta me adentré a la empresa
—Buenos días doctor, disculpe pero Doña Marcela lleva buscándolo toda la mañana— Aura Maria se acercó a mi un tanto preocupada a lo que solo asentí con una sonrisa
—gracias ahorita la busco— ella solo asintió y yo solo entre al ascensor—Buenos días Doctor— con un asentimiento de cabeza me dirigí a la oficina, de poco a poco mi buen humor estaba en peligro cuando la tonta Fernández empezó a caminar detrás de mi y antes de que hablara con su voz de siempre la detuve
—Mira Patsy si me vas a venir a pedir informes de donde estaba para que se los des a Marcela, me decidí a tomarme unas píldoras para dormir muy fuertes y me privé completamente ¡y que si quieren verificar a qué hora llegue pueden preguntarle al portero de mi edificio!—
Dejándola con la boca abierta di media vuelta sin esperar alguna respuesta y me adentré a mi oficina.—Beatriz será que me podría llamar a Mario Calderon por favor y decirle que venga— ella solo asintió y se retiro a buscarlo.
Dejando el maletín en mi escritorio me dediqué a sacar mis cosas y ordenar lo que utilizaría, recordé que tenía que llamar a Camila le había prometido en saludar a mi sobrino y contarle cómo están las cosas por aquí, sacando todo lo que estaba en mis bolsillos y en mi maletín me di cuenta que no tenía mi celular y nunca lo dejo en el auto tal vez estaría mi casa o en la casa de Maddie....
—Buenos días mi desaparecido presidente—
Dejando pasar a Betty primero Mario se adentró a la oficina cerrando la puerta. —Y que hermano porque trae esa cara, donde a estado, sabe que Marcela me llamo a las cuatro de la mañana para preguntar donde diablos es que estaba usted— camine hacia la sala de juntas y le hice una seña a la vieja chismosa que tengo de amigo.
—¿¡Se reconcilió con Betty por eso me trajo aquí!?— negué
—Ayer trate de hablar con ella pero como siempre me rechazo, se me había ocurrido ir a buscarla pero era obvio que iba a estar con el idiota ese— me senté soltando un sonoro sonido.—Fui a un bar y conocí a alguien——¿Cómo así que conoció a alguien?—
—Estuve con ella toda la noche, ahorita fue que desperté como a las nueve, me quede un rato con ella, me cambié en mi casa y vine para acá—dándome una mirada juguetona se empieza a reír. —Quiere decir que ya se olvidó de su mounstrete, ¡no y no solo de eso! veo que hasta del problemon que tenemos divino pues—
—No es así hombre solo que fue...—
—Solo que me llamo mucho la atención cuando la vi en el bar y pues bueno— respire fuerte antes de voltearlo a ver
—pues me alegra que al menos te despejaras un rato, pero hermano no puede descuidar así a las dos mujeres de su vida— carcajeo
—Ay si, muy chistoso el, las dos mujeres de
Mi vida no divino pues—
—No pero no se me ponga así, pero es que tengo razón y lo sabe, usted apenas aguanta a dos y ya quiere una tercera— elevando las manos al aire de forma dramática empezó a hacer caras
—No señor es que yo no estoy para una segunda, tercera, cuarta o el número que sea yo solo... ¡Ay es que tú no entiendes hombre!—
—No es que no entiendo Armando, de verdad que no te entiendo primero andas indeciso con la boda, luego la fea te cierra lo servicios, te pones como loco a buscarla, a perseguirla y ahora te desapareces toda la noche para estar con una desconocida— con cara de frustración y confusión se pone a tomar un poco de agua
—Ni va a ser tan desconocida voy a tener que volver a verla deje mi teléfono en su casa—
—¿¡Que!?—
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Cosas de una noche-Armando Mendoza-
ФанфикHabía llegado Septiembre y con ello, llegaba lo que Armando Mendoza más temía, a causa de sus arrogancias al querer obtener sus metas que se había propuesto una vez entrara a presidencia de Ecomoda, La junta directiva más ruda de su vida poco a poco...