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—¿Estás seguro que puedes tomarte un día libre hoy en el trabajo?—

—¿No te dirá nada tu jefe?—volvía a preguntar por tercera vez

—tranquila, te prometo que no pasa nada a demás ¿qué tanto podemos demorar? solo estamos paseando por el parque— trate de tranquilizarla
Era increíble como Maddie no sabía mucho de Ecomoda, de los Mendoza y de los Valencia, al principio se me hizo raro llegué a pensar que estaba fingiendo pero luego al saber que ella había pasado casi toda su vida viajando y estudiando, dejé mis supersticiones a un lado y empecé a darme cuenta en donde giraba su mundo, ella tenía una mente increíble llena de creatividad y fantasía que representaba y enseñaba a todos con su danza.

—Que lugar tan hermoso armando, ¿vienes aquí muy seguido?— pregunto con curiosidad sin apartar su vista de los árboles
—ultimamente no tanto pero aquí es donde vengo a pasear a galán o cuando simplemente ocupo caminar un rato, está cerca de mi apartamento — explique sin dejar de verla
—es el parque más lindo que e visto de verdad— su mirada por fin choco con la mía y de un momento a otro no pude evitar no sentirme dichoso de estar allí con ella
—No sabes cuánto me alegra que te guste bonita— le dije con una sonrisa de oreja a oreja, de un momento a otro pase mi mano al rededor de sus hombros atrayendo la a mi sin dejar de caminar.

¿Qué demonios me pasaba? Yo no era así y mucho menos con alguien que acabara de conocer desde hace unas horas, está cursi pero con una sensación alegre y cálida.

—¿y te queda muy lejos el parque?—
Pregunto
—No como a 3 calles de aquí, simplemente te sigues derecho y llegamos a mi edificio— explique
—Tienes un gran vecindario armando de verdad, se ve que tienes de todo—
—tu no estás mal ubicada, si mal no recuerdo estás en una gran zona de la ciudad— le dije recordando que ella vivía en una de las zonas caras de la ciudad
—pues yo no la elegí, estaba tan ocupada con el trabajo que tuve que decirle a mi hermano que lo eligiera pero es demasiado lujoso para mí gusto, además no tienen un parque así parece sacado de una novela romántica, tan estético a su manera— dijo separándose de mi agarre

De un momento a otro una idea se cruzo por mi mente.

—te encantará verlo desde mi departamento tiene la vista perfecta—

—¿de verdad?...¿No es molestia?— pregunto algo tímida

—claro que no, de paso te presento a galán— ella con una sonrisa, solo asintió emocionada y emprendimos la ida a mi apartamento

...

Aunque Madeline no lo hubiera dicho en voz alta, no pensaba que volvería a ver Armando, ni mucho menos que lo volvería a ver en algún punto de su vida, claro que Armando se veía diferente a los demás tipos con lo que ella había salido, claro que no tenía mucho tiempo de haberlo conocido pero por alguna razón Maddy lo sabia, su corazón lo decía pero no sería la primera vez que al final las cosas terminaran mal por preferir hacerle caso a sus sentimientos y no a su lado razonable, pero no podía pensarlo tanto después de todo a veces prefería seguir a su corazón, al fin y al cabo si puede que siempre se ilusionara mucho y idealizara mas de lo que debería, ella sabia que eso no estaba bien del todo, estaba mal y ella lo sabia, todos los sabíamos pero era mejor que sobre pensarlo tanto que sus ideas y pensamientos dejaran de tener congruencia y solo fueran sus inseguridades tomando posesión de su cuerpo, Armando no era como ella eso quedaba muy claro pero se entendían y se completaban, Marcela fue su primera idea de lo que podría ser una pareja estable, Beatriz fue la primera en acercarlo a él a la idea del amor pero Madeline era la indicada solo que Armando no lo sabia, ella era diferente y no porque es lo que siempre la gente debe decir cuando se enamora, si no porque ella era peculiar, era hermosa claro que lo era, Armando lo sabia perfectamente si pero eso no fue lo que lo llamo su atención al principio fue la vibra que ella poseía hacía que todo mundo la volteara a ver, la misma vibra que lo llamo a voltear su mirada por dos segundos para poder apreciar tanta belleza y tanta peculiaridad, era hermosa pero ella era única, una alma libre que solo quería estar en paz y ser feliz.

Cosas de una noche-Armando Mendoza-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora