—Armando Por favor no puedes irte almorzar así como así con ella, te van a matar—
—Solo es un almuerzo y ya Calderón, ¿Qué ya no puedo ni ir almorzar con quien quiera?—
Alterado seguí acomodándome la ropa y me perfume un poco
—No tú si tienes derecho a salir con quien quieras pero ahorita?, ¡¿ahorita quieres ir?!, no se ¿puedes esperar a que mínimo se calmen las cosas?— negué con mi cabeza para dirigir mi atención a mi amigo.
—¡No! y deje la jartera hombre que ya me tengo que ir— camine hacia mi escritorio para tomar las llaves del auto y apagar el computador
—Espero y sea una hermosura andante como para que quiera dejarlo todo— como alma en pena se aventó en el sillón boca arriba.—porque donde salga que sea a vuelto loco por otra fea le doy un tiro— rodando mis ojos me dirijo a la puerta de presidencia. —pero si me va a contar ¿cómo le fue?— pregunto corriendo hacia donde estaba
—Si hombre ya, solo vigile que todo esté bien—
Le dije para empezar a caminar al elevador
—Y yo ¿Qué les voy a decir a las dos señoras Mendoza?— me pregunto en susurro
—No se, dígales que tuve una reunión de emergencia con uno de los proveedores—el solo asintió
—Pero no digo cuál para que no estén marcando allá—
—Exacto hombre, luego estas brujeres se ponen mortales— dije y entramos al elevador
—Quedaron en verse en...—
—En Le'Noir, le pregunté si lo conocía y me dijo que era donde más frecuenta— el solo asintió y llegamos a recepción
—Oiga y usted dígame algo, solo va verla por el celular?— su pregunta me hizo pensar mucho, ciertamente disfrutaba de la compañía de Maddy pero igual tenía un poco de duda con lo anoche, no fue como cuando estaba con Marcela o cuando estaba con Betty, era una mezcla muy diferente, sano y raro de una buena forma.
—La verdad quiero verla, por eso le dije que si almorzábamos junto, el celular es como una excusa no se— explique haciendo un ademán
—Bueno suerte tigre— dijo para empezar a caminar hacia su carro. —suerte...— camine hacia mi carro y me puse en marcha hacia el restaurante•••••
Desde que Camila se había marchado de casa, las cosas no cambiaron mucho, mis padres seguían actuando igual, siempre comparando y pidiendo más de lo que daba, podrías haber terminado la preparatoria con las mejores calificaciones y certificación con honores con un plus que es un gran honor que te den y ellos pedirían más, es raro ya que puedes convivir con ellos por años muchos años y saber lo esperan de ti y al mismo tiempo no tener ni una pista. Cuando termine mis estudios y empecé mi relación con Marcela por un momento tuve "paz", mis padres estaban tranquilos, tenía un trabajo, tenía una relación "estable" que en algún punto estaba llena de amor y lo básico que una persona de veintitantos podría pedir en ese entonces, claro que aunque mis papás, que Marcela y que todo el mundo me convertían en algo que desconozco que era pero era esa cosa finalmente cuando tenía tiempo de verme en un espejo recordaba que seguía siendo un humano, que tengo sueño, aspiraciones, que cometo error tras error, qué hay emociones en mi y que no me debería de dar enojo tener todas esas cosas en mi, cuando Betty llego todo eso salió del margen donde yo lo tenía y era como si estuviera aprendiendo a ser una persona ya que lo desconocía todo, tenía tanto tiempo poniendo todo lo humano al margen que en el momento que empecé a sentirlo otra vez pensé que era algo nuevo, no me di cuenta que apenas y lo había probado. Hubiera sido raro de imaginar saber que anoche iba a saber cómo era ser yo, jamás me había sentido más humano en mi vida, estaba nervioso, podía sentir el corazón latirme, mi pulso lo tenía entre mis dedos y mis palmas, podía respirar oxígeno puro y Dios sabe que estaba oyendo una bella melodía anoche. Me sentía dichoso sentir algo que no fuera solo Culpa, Ego, el querer complacer, era raro pero agradable.
Luego de abandonar mi auto y dejar que lo estacionarán me dispuse a entrar buscando a mi amiga con la mirada, sentía una leve emoción que se intensificó en el momento en que la vi sentada cerca de la ventana con la mirada perdida con dirección al pequeño jardín de afuera.
—Doctor Mendoza buenas tardes quiere que le de la mesa de siempre o prefiere sentarse en la barra— mi mirada se aparta para prestarle atención al recepcionista
—no se preocupe José me están esperando—
Con una sonrisa me despedí y me empecé a acercar a la mesa donde Maddie me recibió con una sonrisa
—Armando que alegría verte— observándome con sus ojos brillantes, la salude y tome asiento. —Se que seguro dirás, ¿alegría porqué si nos vimos en la mañana?—
—claro que no, yo la verdad igual siento mucha alegría por verte— de apoco una sonrisa sincera y grande aparece en sus labios que involuntariamente hacen que sonría igual.
—Me alagas, por cierto aquí te tengo tu teléfono sano y salvo— sacándolo de su bolsa, me lo entrego en mi mano haciendo nuestros dedos rozarán.—Lo puse a cargar, después de que marcaste quería como acabarse la pila y la verdad que no ha dejado de sonar supuse que tendrías que atender muchas llamadas luego...—se quedo callada apartando su mirada apenada, poniendo mi mano sobre la suya
—gracias Madeline, la verdad que si deben ser llamadas de mi asistente o de uno que otro proveedor, no son la gran cosa pero igual aprecio el gesto— aún apenada su mirada pasa a ver nuestras manos juntas y un leve sonrojo aparece en sus mejillas haciéndome sonreír,
—sonará tonto pero no e dejado de pensar en ti desde la mañana—
—buenas tardes les guardaría ordenar o gustan que les traiga un aperitivo para comenzar— interrumpió el mesero a lo que nos dispusimos a ordenar de una vez.
—Sabes algo Armando anoche solo hablamos de mi y me siento mal por eso porque no me cuentas más de ti ahora— menciono después de que se retiro el mesero
—que te gustaría saber— pregunté algo nervioso dando le un sorbo al vino
—pues tal vez tu música favorita o si te gustan los animales, cosas así— una oleada de alivio entro en mi a lo que solté una risa
—me gustan los animales de hecho tengo un perro, se llama Galán te va caer bien es un juguetón coqueto— le dije a lo que ella solo se rió
— Un juguetón coqueto, tienen razón cuando dicen que la cosas se parecen a su dueño—
—puede que si o puede que no y en cuanto a música me gusta el rock en eso coincido contigo— ella me miró un poco sorprendida y con una sonrisa
—parecías una persona amante del jazz pero me equivoqué— confesó a lo que yo reí
—para nada soy un fan del rock desde joven—
—rock suave, alternativo o básicamente todos los tipos— pregunto analizándome
—todos los tipos diría yo— respondí con orgullo
—estoy sorprendida de verdad si tuviera que apostar créeme que el rock sería lo último que hubiera dicho— haciendo un ademán con la manos
—¿así? ¿Qué respuesta habrías dicho entonces?
—pensándolo por unos segundo con la copa de vino en su mano
—baladas— le di una mirada confundida
—¿enserio?— a lo que ella asintió dándole un sorbo al vino
—tal vez Blues— solté una pequeña carcajada haciendo que ella sonriera
—no me desagradan, me gustan hay canciones buenas— las canciones para enamorar "feas" no estaban mal
—entonces que más de esas cosas personales podría saber— se preguntó acercándose a mi
—que se te ocurre— acercándome más
—tu película favorita— dijo a lo que yo solo me reí ocultando mis ganas de besarla
—eso es extremadamente personal pero confío en ti y diré los Goonies— conteste
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Cosas de una noche-Armando Mendoza-
FanfictionHabía llegado Septiembre con ello, llegaba lo que Armando Mendoza más temía, a causa de sus arrogancias al querer obtener sus metas que se había propuesto una vez entrara a presidencia de Ecomoda, La junta directiva más ruda de su vida poco a poco e...