—Entonces que?, era guapo?— se acercó a mi lado
—Lilian—
—Estás más feliz de lo usual, conociste a alguien— observando a mi amiga desde el espejo asentí con mi cabeza, había pasado apenas unas cuantas horas y todavía no podía dejar de pensar en anoche. Ella chillo alegre
—te tiene deslumbrante, más hermosa que nunca, !ay debe ser un triplepapito!— una pequeña sonrisa se asomó, era cierto Armando era guapo, la cosa está en que no era la única persona bonita con la que había estado, nunca fui egocéntrica pero yo sabía que no era fea, que me consideraba bonita y gracias a eso mucha gente se fijaba en mi, pero mi punto es que a pesar de que fuera lindo o no, anoche fue diferente a muchas noches.
—Sabes yo creo que no deberías ilusionarte tanto, fue una noche nada más, no voy a volver a verlo— me suelta un manotazo en la espalda y me quejo del golpe.—¡Hey!, ¿Porque fue eso?— sus ojos me fulminaban de arriba a abajo y poco a poco sus mejillas se tornaban rojizas
—Porque Madds no seas tonta, llevas meses estando así tan apagada, viene este hombre, que obvio tu estado no tiene que depender de nadie, pero te puso toda radiante y preciosa, te distrajo, hasta cambio tu humor— toma mis hombro y me empieza a sacudir un poco
—Has estado fuera de tu centro, el té ayudo a reubicarte y si tuvo este gran logro que nadie a podido hacer en meses es que debe valer ¡Mucho! Y recalcó ¡Mucho! La pena nena—
Me suelto de su agarre para volver a mi maquillaje
—Escucha me haya dejado radiante o no, ¿cuál es la probabilidad de que lo vuelva a ver? No se donde vive, no se ni su tercer apellido—
—¡Muchas!, existen muchas oportunidades yo creo que lo vas a volver a ver, me vibra que si—podía ver cómo levantaba sus cejas y me daba una mirada
— maldita sea no me mires, tu vibración seguro falla y ya vamos que vamos tarde—
Camino con mi bolsa en maquillaje en mano fuera de mi tocador, Lilian venía atrás mío explicando todas las probabilidades que existen en donde Armando iba a llegar otra vez a mi vida, eran muchas lo admito pero aún así ¿que esperaba?, que me ilusionara otra vez con un hombre y aparte solo porque fue una noche diferente, ¡no!, eso es estupido, ni siquiera yo soy tan tonta y encima cometer otra vez el mismo error, definitivamente no soy tan tonta.
Caminado por mi sala no pude evitar no acordarme de esta mañana.Con mis dedos recorrí el sillón donde amanecí con el, la manta todavía seguía hecha una bola así que la tome en mis manos para doblarla.
Aun podía sentir sus besos, sus labios eran cálidos, su nariz rozando con la mía y honestamente seguía confundida, era cosa de una calentura ¿porqué me habría de afectar en algo todo esto?, en mi intento de doblarla "perfectamente" acabo resbalándose de mis manos, me agaché a recogerla cuando algo negro y textura de plástico llamo mi atención en el rincón de abajo de la mesa, lo tome en mis manos, me encontré con un celular muy diferente al mío y no solo eso, conocía muy bien al dueño.—Mierda—
—Oye me prestas tu chamarra de mezclilla le queda mejor a mi atuendo de hoy—
—Si tómala— deje la manta ahí y encendí el teléfono, tenía muchas llamadas perdidas, demasiadas para decir verdad seguro era el tratando de ver donde dejo su teléfono
—Creí que ibas a dejar tu teléfono cargando en tu cuarto— levante mi mirada, dudando si contarle o no, al final lo dije.
—Armando dejó su teléfono— dije, cómo si fuera un reflejo ella gritó tapándose la boca y saltando por todo el apartamento.—Cuidadito y me rompes un cuadro— exclamé cuando vi que se agarró de la pared de forma dramática
—¡Te lo dije! !No es una coincidencia Maddy por Dios, quieren que se vuelvan a juntar!— gritando por segunda vez, corrí a ponerle la mano en la boca
—¡No es una coincidencia maldita sea! Una coincidencia es cuando te lo encuentras en la calle no en tu casa!, aparte solo lo olvido y ya— explique antes de soltarla, regrese al sillón y empecé a ver los contactos tratando de buscar cuál sería del trabajo, tenía como 20 llamadas perdidas de una tal Marcela,
—Y si tiene novia?—
—Ay, ¿porque dices eso?— me pregunto sentándose a mi lado
—Tiene 20 llamadas de una tal Marcela— explique
—No creo capaz es la hermana, de pronto y...
—¡No puede ser te están marcando a de ser el!—
—Está registrado como Ecomoda— asombrada volte a verla
—¡¿Trabaja en ecomoda!? ¿¡Y no me lo dijiste!?
— me grito poniéndose de pie
—Yo no se donde trabaja, ¿cuantas veces te lo tengo que decir?—
—¡Dios nos van a dar descuentos ahí!, ¡Contéstale ya!— me arrebato el teléfono y contesto poniéndolo en altavoz—Alo?— dije
—Maddy eres tú?, mira hola soy Armando— volteando mi mirada hacia mi amiga pude notar como mordía mi almohada, haciendo un esfuerzo por no gritar
—Hola Armando, si soy yo, tu teléfono—
—Si lo olvide que pena contigo, pensé que lo tenía en el saco—
—No te preocupes a veces pasa—
—Si...mira yo la verdad que si ocupo mi teléfono es una de mis herramientas del trabajo ¿no se si podría pasar por el en una hora o podríamos ir almorzar?— Lilian empezó a brincar muy emocionada tapándose la boca, cuando mi mirada se posó en ella me empezó a susurrar que dijera lo del almuerzo, negué con la cabeza rápidamente y ella me amenazo con pellizcarme si no aceptaba,
Yo solo me rodé mis ojos y oculté mi emoción y con una pequeña sonrisa lo pensé.
—aceptare tu oferta del almuerzo—
![](https://img.wattpad.com/cover/298081152-288-k687616.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Cosas de una noche-Armando Mendoza-
FanfictionHabía llegado Septiembre y con ello, llegaba lo que Armando Mendoza más temía, a causa de sus arrogancias al querer obtener sus metas que se había propuesto una vez entrara a presidencia de Ecomoda, La junta directiva más ruda de su vida poco a poco...