-Emily, despierta, Papá dice que te apures, hay que irnos porque más tarde habrá más gente- dijo James despertando a su hermana y saliendo de la habitación.
Emily, se levantó de su cama y se dirigió al baño donde tomo una ducha. Después de arreglarse bajo a el comedor donde Leonor su elfina doméstica, tenía listo un pequeño desayuno para ella.
-Señorita Potter, qué bueno que despierta, su padre y su hermano ya la están esperando, su madre aún no termina de arreglarse, pero ella ya desayuno, solo falta usted- dijo acercándole un plato con su desayuno.
-Gracias Leonor- respondió Emily llevándose una rebanada de pan con mermelada a la boca.
Leonor, llevaba sirviendo a la familia desde que Fleamont y Euphemia se casaron. En varias ocasiones se le ofreció una prenda, diciéndole que era para que se cambiara de ropa. Pero ella nunca la acepto por temor a que la liberaran diciendo que serviría a la familia hasta el día de su muerte. Así que le ofrecieron tela para que ella misma se confeccionara ropa y no tuviera que andar con la misma ropa en especial en tiempos de frio, cosa que Leonor termino por aceptar. Siempre que venía la familia Malfoy y veía como trataban a su elfo doméstico, se alegraba de poder servir a una familia tan noble que la trataba con respeto y como si fuera parte de la familia.
[...]
La familia Potter ya se encontraba camino a el Callejón Diagon, en un auto muggle que el Señor Potter había comprado.
A pesar de ser una familia sangre pura, esta nunca tuvo ningún prejuicio hacia los muggles, tampoco era creyente de la famosa "Supremacía de la Sangre", de hecho, a James y Emily los habían enviado a una escuela muggle, pero los terminaron expulsando diciendo que ocasionaban muchos accidentes, cuando en realidad eran sus primeros signos de magia.
-Listo, hemos llegado- dijo el Señor Potter terminando de estacionar el auto.
Toda la familia se dirigió a un pequeño lugar, el cual tenía aspecto de bar mugriento.
-Papá, seguro que es aquí- pregunto James, puesto que ninguno de los mellizos había ido antes a el Callejón Diagon.
-Por supuesto que es aquí James, Bienvenidos al Caldero Chorreante- dijo el Señor Potter con entusiasmo y haciendo una pose graciosa, cosa que provoco una risa en Emily.
-Pero papá, nosotros íbamos al Callejón Diagon, no al Caldero Chorreante- contesto James indignado, cosa que hizo a su madre reír.
La familia entro a el pequeño bar, donde mucha gente los saludaba.
- ¡Potter! - grito un señor de aspecto extranjero a lo lejos. Cosa que hizo que toda la familia volteara.
-Oh Massimo amigo, hace tiempo que no te veía ¿Como has estado? - contesto Fleamont acercándose a el señor y dándole un fuerte abrazo.
Al parecer Massimo y Fleamont se habían conocido en Hogwarts y fueron grandes amigos, pero a James y a Emily no les interesaba nada de eso, ellos solo querían ir por sus cosas, ni siquiera prestaban atención a lo que decían.
Después de un rato, la familia se dirigió a un pequeño pasillo donde el Señor Potter golpeo la pared con su varita y mágicamente apareció un lugar muy hermoso. El Callejón Diagon.
-Muy bien, iremos primero a Gringotts, necesitamos dinero- dijo el Señor Potter, dicho así, se dirigieron a Gringotts donde sacaron unos cuantos galeones de la bóveda 687.
Después de comprar los libros se dirigieron a "Madame Malkin, túnicas para todas las ocasiones"
- Hogwarts ¿Cierto? En un momento les traigo sus túnicas- dicho esto Madame Malkin se fue en busca de las túnicas muy sonriente.
-Hola ¿También Hogwarts? - pregunto una niña pelirroja, acercándose a Emily.
-Si- respondió Emily.
-Que bien, espero verte allá- dijo la chica -Es mi primer año, la verdad estoy muy emocionada, no sabía que podía hacer magia hasta que esa señora fue a hablar con mis padres y les explico todo, me asombre demasiado, bueno no, un amigo ya me había dicho algo respecto a todo esto, aunque no le creía, pero ya veo que no mentía- la pelirroja hablo muy rápido que no le dio tiempo de contestar a Emily.
-Aquí están, pruébenselas- dijo Madame Malkin, trayendo en su mano dos túnicas de Hogwarts.
-Bueno adiós, te veo luego- fue lo único que pudo decir Emily y fue a probarse su túnica.
Después de comprar las túnicas se dirigieron a Ollivanders donde consiguieron una varita después de casi destruir toda la tienda, en cuanto entraron a la tienda Garrick Ollivander los reconoció de inmediato.
-Pero sí aquí tenemos al par de mellizos Potter, yo sabía que algún día los vería. Parece que fue ayer cuando sus padres estuvieron aquí- dijo mientras se acercaba a ellos y los examinaba. Acto siguiente fue en busca de dos varitas, las cuales no resultaron ser las adecuadas; en el primer movimiento que hicieron James rompió la lampara que colgaba del techo y Emily vacío algunos estantes de varitas.
Pero terminaron por encontrar la indicada, según Ollivander la varita de James era perfecta para transformaciones y la de Emily era perfecta para encantamientos.
Después de haber comprado todo lo necesario, fueron en busca de una mascota para llevar a Hogwarts. Emily siempre había querido un perrito, pero después de tanta insistencia; sus padres le explicaron que no podía llevar uno ya que no estaban permitidos. Así que opto por una lechuza la cual nombro Eros.
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MY HISTORY ~SIRIUS BLACK~
FanfictionUna historia donde tanto Emily Potter como Sirius Black se enamoran uno del otro, pero el amor que sienten deberá atravesar miles de obstáculos, pues es un amor en tiempos de guerra... «Prometo buscarte en una y mil vidas más»