2. Callejón Diagon.

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-Emily, despierta, Papá dice que te apures, hay que irnos porque más tarde habrá más gente- dijo James despertando a su hermana y saliendo de la habitación.

Emily, se levantó de su cama y se dirigió al baño donde tomo una ducha. Después de arreglarse bajo a el comedor donde Leonor su elfina doméstica, tenía listo un pequeño desayuno para ella.

-Señorita Potter, qué bueno que despierta, su padre y su hermano ya la están esperando, su madre aún no termina de arreglarse, pero ella ya desayuno, solo falta usted- dijo acercándole un plato con su desayuno.

-Gracias Leonor- respondió Emily llevándose una rebanada de pan con mermelada a la boca.

Leonor, llevaba sirviendo a la familia desde que Fleamont y Euphemia se casaron. En varias ocasiones se le ofreció una prenda, diciéndole que era para que se cambiara de ropa. Pero ella nunca la acepto por temor a que la liberaran diciendo que serviría a la familia hasta el día de su muerte. Así que le ofrecieron tela para que ella misma se confeccionara ropa y no tuviera que andar con la misma ropa en especial en tiempos de frio, cosa que Leonor termino por aceptar. Siempre que venía la familia Malfoy y veía como trataban a su elfo doméstico, se alegraba de poder servir a una familia tan noble que la trataba con respeto y como si fuera parte de la familia.

[...]

La familia Potter ya se encontraba camino a el Callejón Diagon, en un auto muggle que el Señor Potter había comprado.

A pesar de ser una familia sangre pura, esta nunca tuvo ningún prejuicio hacia los muggles, tampoco era creyente de la famosa "Supremacía de la Sangre", de hecho, a James y Emily los habían enviado a una escuela muggle, pero los terminaron expulsando diciendo que ocasionaban muchos accidentes, cuando en realidad eran sus primeros signos de magia.

-Listo, hemos llegado- dijo el Señor Potter terminando de estacionar el auto.

Toda la familia se dirigió a un pequeño lugar, el cual tenía aspecto de bar mugriento.

-Papá, seguro que es aquí- pregunto James, puesto que ninguno de los mellizos había ido antes a el Callejón Diagon.

-Por supuesto que es aquí James, Bienvenidos al Caldero Chorreante- dijo el Señor Potter con entusiasmo y haciendo una pose graciosa, cosa que provoco una risa en Emily.

-Pero papá, nosotros íbamos al Callejón Diagon, no al Caldero Chorreante- contesto James indignado, cosa que hizo a su madre reír.

La familia entro a el pequeño bar, donde mucha gente los saludaba.

- ¡Potter! - grito un señor de aspecto extranjero a lo lejos. Cosa que hizo que toda la familia volteara.

-Oh Massimo amigo, hace tiempo que no te veía ¿Como has estado? - contesto Fleamont acercándose a el señor y dándole un fuerte abrazo.

Al parecer Massimo y Fleamont se habían conocido en Hogwarts y fueron grandes amigos, pero a James y a Emily no les interesaba nada de eso, ellos solo querían ir por sus cosas, ni siquiera prestaban atención a lo que decían.

Después de un rato, la familia se dirigió a un pequeño pasillo donde el Señor Potter golpeo la pared con su varita y mágicamente apareció un lugar muy hermoso. El Callejón Diagon.

-Muy bien, iremos primero a Gringotts, necesitamos dinero- dijo el Señor Potter, dicho así, se dirigieron a Gringotts donde sacaron unos cuantos galeones de la bóveda 687.

Después de comprar los libros se dirigieron a "Madame Malkin, túnicas para todas las ocasiones"

- Hogwarts ¿Cierto? En un momento les traigo sus túnicas- dicho esto Madame Malkin se fue en busca de las túnicas muy sonriente.

-Hola ¿También Hogwarts? - pregunto una niña pelirroja, acercándose a Emily.

-Si- respondió Emily.

-Que bien, espero verte allá- dijo la chica -Es mi primer año, la verdad estoy muy emocionada, no sabía que podía hacer magia hasta que esa señora fue a hablar con mis padres y les explico todo, me asombre demasiado, bueno no, un amigo ya me había dicho algo respecto a todo esto, aunque no le creía, pero ya veo que no mentía- la pelirroja hablo muy rápido que no le dio tiempo de contestar a Emily.

-Aquí están, pruébenselas- dijo Madame Malkin, trayendo en su mano dos túnicas de Hogwarts.

-Bueno adiós, te veo luego- fue lo único que pudo decir Emily y fue a probarse su túnica.

Después de comprar las túnicas se dirigieron a Ollivanders donde consiguieron una varita después de casi destruir toda la tienda, en cuanto entraron a la tienda Garrick Ollivander los reconoció de inmediato.

-Pero sí aquí tenemos al par de mellizos Potter, yo sabía que algún día los vería. Parece que fue ayer cuando sus padres estuvieron aquí- dijo mientras se acercaba a ellos y los examinaba. Acto siguiente fue en busca de dos varitas, las cuales no resultaron ser las adecuadas; en el primer movimiento que hicieron James rompió la lampara que colgaba del techo y Emily vacío algunos estantes de varitas.

Pero terminaron por encontrar la indicada, según Ollivander la varita de James era perfecta para transformaciones y la de Emily era perfecta para encantamientos.

Después de haber comprado todo lo necesario, fueron en busca de una mascota para llevar a Hogwarts. Emily siempre había querido un perrito, pero después de tanta insistencia; sus padres le explicaron que no podía llevar uno ya que no estaban permitidos. Así que opto por una lechuza la cual nombro Eros. 

MY HISTORY ~SIRIUS BLACK~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora