❁ 𝐓𝐢𝐞𝐦𝐩𝐨 ❁

189 20 11
                                    

Había pasado mucho tiempo desde la última vez que te vi, no sé cuanto a ciencia cierta, pero ambos sabemos que fue mucho. Nos vimos por última vez y no pudimos decir hasta pronto como se debía, no fue nuestra culpa, no sabíamos que te irías, yo no sabía que te irías.

Pasó el tiempo y seguimos en contacto, estábamos bien hasta que ya no fue así, estabas mal, me lo dijiste pero no sabía cómo ayudarte, nos distanciamos y luego perdimos ese lazo que tú y yo habíamos creado. 

Estaba preocupada, triste, estresada, sabía bien que estabas mal, no obstante, yo no podía ayudarte, no tenía idea de cómo hacerlo, ¿honestamente? Temí por tu vida. Cariño, no eras el único, sé que lo sabías, yo tampoco estaba bien, tenía problemas y no podías ayudarme, ambos vivíamos situaciones similares, puede que por eso nos volvimos unidos, puede que por eso nos identificamos el uno con el otro.

Creí que no te vería más, ambos nos perdimos y ya no volvimos a encontrarnos, intenté recuperarte, sin embargo, tu vida había cambiado, ahora estabas en otro sitio, con nuevos amigos, con nuevas prioridades, con otros obstáculos por enfrentar, así que entiendo porque yo quedé de lado, de verdad lo hago, me dolió y me costó aceptarlo, empero, necesitabas avanzar y lo hiciste, encontraste personas nuevas, te desprendiste de tu pasado y yo quedé en segundo lugar, ya no fui más una prioridad.

Me resigné, seguí con mi vida, hice nuevas amistades y traté, traté de ser mejor, de no sufrir más, de superar mis obstáculos y... no pude, aún no puedo, supongo que no he cambiado mucho.

Había pasado un tiempo en que no pensaba en ti, no esperaba volver a encontrarme contigo, así que cuando te vi no pude creerlo. Estaba relajada y un poco aislada del mundo — ya sabes, lo normal en mí cuando me siento fuera de lugar — en ese balcón, sintiendo la brisa tocar mi piel y viendo como el sol se ocultaba cuando bajé la vista y allí estabas.

No te reconocí la primera vez, ¿cómo podría? Has cambiado tanto desde la última vez que te vi que cuando volví a observarte todo fue diferente, todo fue ajeno, me sorprendí cuando confirmé que eras tú y también vi la sorpresa en tu rostro cuando me reconociste, al principio fue raro y después, después también lo fue.

No voy a mentir, me emocioné tanto que no pude esperar para ir a verte, llegué en cuestión de segundos y cuando por fin te tuve frente a mi fue tan bonito — al menos para mí — que me hizo recordar los viejos tiempos, te abracé, te abracé tanto que casi no pude soltarte y tú me abrazaste, no lo sabes, pero eso me hizo tan feliz que cada vez que cierro los ojos puedo sentir ese abrazo de nuevo.

El abrazo duró bastante, lo sé porque yo lo alargué lo más que pude, nos separamos y luego te escuché, fue muy extraño, tenía tiempo sin oírte y cuando por fin pude hacerlo, después de tanto tiempo, me sentí triste porque habías cambiado tanto y yo no había estado ahí para ti cuando me habías necesitado. 

Me di cuenta que ahora todo era diferente, tú habías crecido y no solo físicamente, como persona ahora eres mejor, y sonríes, sonríes más que antes y me parece que tú sonrisa ahora es más que genuina, también bromeas y pareces muy feliz, eso me encanta y me hace estar feliz por ti. 

Admito que no pude contenerme y volví a abrazarte, no puedes culparme, te extrañe tanto y no me había percatado de eso sino hasta que te tuve frente a mí. Escuché tu voz de nuevo y me di cuenta de que ahora era diferente, te observé otra vez y noté que ahora eres más alto, te miré a los ojos y pude ver claramente como habías cambiado.

Nos acercamos por lo que quedó de noche, tú y yo, como antes, como si el tiempo no hubiese pasado y hablamos, hablamos de ti y de mi, de lo que pasaba en nuestras vidas, de nuestras novedades, de todo cuanto se podía hablar en unas contadas horas y, de nuevo, no lo sabes pero esta ha sido una de las mejores noches de mi vida.

Te agradezco por haber estado ahí en el momento y lugar correcto, gracias por aceptar mis abrazos y por hacer que me sintiera como en casa. Gracias, yo de verdad lo necesitaba, te necesitaba y sin saberlo estuviste ahí para mí. 

~By Flor Suárez.

Pensamientos de una adolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora