Destino incontrolable [Oikage]

Capítulo 10: Intransigencia

Era un nuevo día, y Miwa partió con los muchachos de Seijoh y Hinata al hospital para ver a Kageyama. Todos se encontraban en silencio, algo tensos por la situación en la que se encontraban. Tal vez Miwa no estaba en conocimiento de toda la verdad, pero ya con saber que alguien estuvo siguiendo a su hermanito la tenía claramente nerviosa. Mientras los cuatro esperaban que les dieran más información sobre la condición del pelinegro, la joven habló con decisión.

"¿Alguno tiene alguna idea de quien pudo estar siguiendo a Tobio? Hay que hacer la denuncia." Los demás se miraron entre ellos, con cierta confidencia e incomodidad, lo que fue suficiente para que Miwa captara la indirecta. "Ustedes saben algo... ¿Qué es?" Iwaizumi le dio un empujón a Oikawa para acercarlo a la pelinegra y obligarlo a hablar.

"Emmm... Miwa-san, hay algo que debo decirte. Vamos a la cafetería." Los otros dos los vieron alejarse.

"¿Cómo crees que reaccione Miwa-san?"

"Estará bien..." Dijo el mayor, convencido. "Solo espero que no mate a Oikawa."

Tooru y Miwa estaban sentados en una mesa, uno frente al otro. Después de revelarle toda la información con la que contaba, incluida la incursión del día anterior al complejo deportivo, la mujer quedo con su vista perdida un momento. Estuvo varios minutos sin reaccionar, hasta que con una voz rasposa y débil rompió el silencio.

"¿Por qué Tobio no me contó esto? Creí que confiaba en mí..."

"No creo que él haya querido contárselo a alguien. Si me lo dijo a mí fue únicamente porque consideró que me debía esa explicación, porque se sentía culpable y pensaba que me había traicionado como pareja. Se lo expliqué en su momento, pero no estoy seguro si él entiende que fue una víctima." Ella solo negó con la cabeza, cerrando sus ojos. "Lo siento mucho. Debimos hacer la denuncia, debí obligar a Tobio a contarte todo-"

"No... Espera... Cállate, por favor. Déjame... déjame procesar esto..." Dicho esto, escondió su cara detrás de sus manos, mientras apoyaba los codos en la mesa. Oikawa, sin querer forzarla, se quedó en silencio. "Esto es culpa mía... Debí tomar un empleo que me permitiera estar más en casa con Tobio, aunque no pagaran tan bien..." Murmuró ella.

"Miwa-san, has cuidado bien de Tobio. Lo que ocurrió no es culpa tuya, y si hay un culpable es el bastardo ese... o yo, por no llevar a Tobio a denunciarlo la primera vez." Pasados unos minutos, la pelinegra recuperó un poco la compostura y alzó la vista.

"Entonces, sabemos que no pasó a... mayores la primera vez..." El castaño asintió. "Y desconocemos qué fue lo que pasó ayer, pero sabemos que fue él, ¿correcto?"

"Estoy casi seguro que sí, pero debemos hacer que Tobio lo identifique de las imágenes de las cámaras de seguridad. Me había comentado que era rubio y alto, que son las mismas características de la persona que estuvo con él en el baño, pero nunca lo he visto. Pero si el uniforme que dejó en su apartamento apareció en el baño, debió haber sido él."