Capítulo 4: Cuando el caos se presenta

918 112 31
                                    

Hinata era una persona sencilla. Le gustaba ir a la escuela, estar con sus amigos, practicar el deporte que amaba. No creía hacerle mal a gente, y como un fiel creyente de la existencia del karma, pensaba que su vida tenía un buen equilibrio. Sin embargo, cuando vio que Oikawa junto a Iwaizumi se acercaban hacia ellos decididamente después del partido, no supo a que deidad tuvo que haber hecho enfurecer o que atrocidades hizo en alguna vida pasada para encontrarse en medio de esa situación. Y si eso no fuese poco, Kageyama se había alejado del grupo para ir al baño, dejándolo completamente desvalido ante el posible desastre que ocurriría. No pasó mucho rato hasta que el resto del equipo notó la presencia de los ex jugadores de Seijoh.

"¿Qué haces aquí, Oikawa?" Preguntó de forma seria el capitán de Karasuno.

"Vengo a disculparme con ustedes." La respuesta instantánea del ex capitán sorprendió a más de uno, incluyendo a Hinata.

"¿Por qué deberíamos creerte? ¿Quién nos dice que esta no es otra de tus cosas turbias para sabotearnos, ah?" Reclamó esta vez Tanaka, haciendo que Oikawa frunciera el ceño de forma muy marcada.

"¿Y qué ganaría yo exactamente saboteándolos ahora?"

"¡No sé... tú eres el de la mente psicótica, tú dinos!" A estas alturas, tanto Oikawa como Iwaizumi se masajeaban la sien con frustración ante las palabras del líbero.

"Ya no estoy en el campeonato. Ustedes nos ganaron y esta etapa de mi vida se terminó. No saco nada con intentar engañarlos a estas alturas... y no es como que quisiera o tuviera el tiempo para hacerlo tampoco." Varios de Karasuno se quedaron meditando en lo que les decían mientras se miraban entre ellos.

"¿Por qué te interesa arreglar las cosas con nosotros?" Sugawara dijo en un tono suspicaz. Para una mayor sorpresa de los muchachos de Karasuno, Oikawa rio con elegancia antes de responder.

"Siendo honesto, ustedes no me importan en lo más mínimo." Y justo cuando los chicos le volvieran a reclamar, continuó con más seriedad. "Es Tobio el que me importa." Al oír esto, tanto Iwaizumi como Hinata se pusieron alerta. "No me porté bien con él, y la verdad me di cuenta de que dentro de todo es un buen chico."

"No te vamos a ayudar a que Kageyama te perdone..." Le advirtió Sawamura rápidamente.

"No me interesa su ayuda, solo quiero que terminemos con esta odiosidad." Esa honestidad a medias, y algo ambigua, hacía que la naturaleza de su relación se disfrazara, algo de lo que se dio cuenta Iwaizumi a medida que avanzaba la conversación. "Como ya les dije, me di cuenta de que es un buen chico y me gustaría tener una relación más sana con él... y para eso, aparentemente, debo dejar las cosas claras con ustedes porque son parte del círculo cercano de Tobio..." Se detuvo un momento para respirar hondo y continuó. "Verán, yo sí intenté hacer algo en contra de ustedes a través de Tobio en un inicio, pero quiero que sepan que aunque comencé con esa intención, él me fue agradando y por eso me seguí viendo con él durante esos dos meses, no porque siguiese con la idea de sabotearlos." Hubo un largo y tenso momento de silencio.

"Es difícil creerte..." Dijo Sugawara con serenidad. "Lo que le hiciste a Kageyama es horrible. Aunque te hayas arrepentido a medio camino."

"Lo sé, por eso estoy aquí." Esa simple respuesta provocó distintas reacciones entre los interlocutores. Por una parte, algunos comenzaban a creer que tal vez el muchacho podría estar siendo sincero... Mientras que otros solo lo consideraron como un acto de soberbia.

"¿¡Te estás burlando de nosotros!?" Ryu comenzó a gruñir mientras se acercaba peligrosamente al castaño, teniendo que ser contenido por sus propios compañeros. La riña se vio interrumpida cuando el profesor Takeda llegó aceleradamente donde estaban.

"¡Chicos! Están todos aquí, ¿cierto?" Decía mientras los intentaba contar.

"Sí, ¿por?" El profesor lanzó un suspiro aliviado ante la respuesta.

"Es que estaban diciendo en los pasillos que un chico de nuestra escuela se estaba ahogando en la piscina del complejo. Pero si están todos aquí, solo debe ser un rumor." Terminó con una sonrisa.

"Kageyama fue al baño... y aún no ha vuelto." Dijo repentinamente Hinata con un dejo de preocupación. Todos se miraron entre ellos.

"¿Cuáles son las probabilidades de que...?" El cuestionamiento de Iwaizumi se detuvo para dar inicio a una caótica carrera hacia la piscina del complejo deportivo. Oikawa iba a la cabeza, desesperado por que solo fuese un rumor como mencionó Takeda. Corrió con todas sus fuerzas, dejando atrás al resto de los muchachos. Cuando llegó a su destino, vio como había una aglomeración de gente en el borde de la piscina y a empujones se fue acercando más, hasta que vio lo que temía. Un chico pelinegro con el uniforme de Karasuno estaba siendo sacado del agua lentamente. Se acercó a gran velocidad a donde lo dejaron con el mayor cuidado posible, y pudo ver que tenía sus ojos cerrados, manteniéndose totalmente inmóvil. Temblorosamente, se obligó a recordar sus clases de reanimación para poder ayudar a su pareja.

"¿T-Tobio? ¿Puedes escucharme?" Intentó verificar si hacía tenía alguna reacción.

"No creo que pueda. Está inconsciente." Dijo un chico a su lado. Oikawa reprimió las ganas de romperle la boca, solo porque quería concentrarse en salvar a Tobio.

"Haz algo útil y llama a emergencias." El desconocido frunció el ceño ante la agresividad de Tooru, pero le hizo caso. Después de eso, volvió a lo importante. "No está respirando..." Susurró asustado. Rápidamente, posicionó sus manos sobre el pecho del pelinegro para comenzar con las compresiones. Luego, concluido eso, procedió a darle respiración boca a boca. Le estuvo haciendo RCP por un tiempo, intercalando entre las compresiones y la respiración, cuando el cuerpo de Kageyama comenzó a convulsionar. El chico se puso a toser, expulsando una gran cantidad de agua. "Tobio." Le llamó con una sonrisa el castaño poniendo una mano sobre su mejilla con cariño. Pero, a pesar de que el pelinegro tenía los ojos abiertos, no parecía reaccionar a su entorno de forma normal. Lo veía en un pobre y casi desesperado intento de tomar aire por la boca, sin embargo, el sonido rasposo dilucidaba que no estaba lográndolo con mucho éxito. "¿Tobio?" Dijo nuevamente, más preocupado, mientras se detuvo a ver el cuello del joven que se encontrada algo morado. Los ojos de Tobio no enfocaban, pudo notar, antes que lentamente los volviera a cerrar.

Destino incontrolable [Oikage]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora