Capítulo 22: Hábitos difíciles de dejar

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Karasuno ya había terminado su práctica. Todos sus miembros caminaban tranquilamente en grupo hacia la salida, junto a los mayores ya egresados que iban a participar de vez en cuando.

Las cosas habían comenzado a tomar su lugar nuevamente, mientras veían como el armador pelinegro volvió a verse como 'si explotara de felicidad', según Hinata. Honestamente, nadie sabía de que mierda hablaba el pequeño pelinaranja, pero era un hecho que el humor de Kageyama había mejorado. Varios tenían una idea clara de que era lo único que podría haber pasado como provocar esa reacción.

"¡Tobio-chaaaaaaaan~!" Se escuchó en la entrada principal de la escuela, logrando confirmar sus sospechas. El pelinegro enrojeció de golpe al oír el llamado cariñoso y exagerado de su pareja. Se acercó al castaño para reclamarle en voz baja.

"Tooru... No seas tan-" Pero pronto fue interrumpido por un beso apasionado.

"Holaaa~" Canturreó contento Oikawa cuando se separó de él. "Hola, Chibi-chan."

"¡Hola!" Hinata volteó a ver a Kageyama, quien permanecía completamente inmóvil y sonrojado. "Creo que lo rompiste..." Dijo divertido mientras movía su mano frente a su mejor amigo para ver si salía de su trance.

"¿Kageyama?" Sugawara le llamó, algo preocupado. Pronto, este reaccionó.

"¡O-Oikawa-san! ¡No hagas eso tan de repente!" Reclamó avergonzado, haciendo que algunos se comenzaran a reír.

"¿Cuál es el problema? Ellos ya saben de nosotros, ¿no?"

"No porque sepamos de ustedes tienen licencia para besuquearse frente a nosotros de forma tan desvergonzada..." Murmuró Tsukishima, no muy contento con el espectáculo. ¿Tendría que soportar eso por dos años más? Realmente esperaba que por lo frustrado que se veía su compañero, no tuviese que preocuparse.

"¡Sí, Oikawa, tienes que respetar a Kageyama!"

"¡Si le llegas a hacer algo, te la verás con nosotros!"

El pelinegro solo atinó a cubrir su cara ante los gritos de sus compañeros revoltosos de segundo.

"Disculpen, solo estoy algo emocionado por al fin poder venir a buscar a mi novio después de su práctica de volley." Replicó con cariño el ex capitán de Seijoh, mientras mantenía su vista fija en su pareja. Los demás vieron con sorpresa como el rostro de su compañero pasó rápidamente de mostrar impacto a demostrar vergüenza, sin verse particularmente molesto. Hinata les había mencionado lo mucho que se notaba que se quería ese par... y con solo verlos juntos un minuto podían ver claramente de lo que hablaba, a diferencia de todas las otras veces.

Sawamura, en silencio, se puso frente a Oikawa y alzó su mano con intención de estrecharla con el otro.

"Aceptaré tus disculpas." A Tooru le costó asociar lo que le estaba diciendo, hasta que recordó el episodio previo al accidente con la piscina en Tokio. "Tienes mi bendición para estar con Kageyama." Frente a lo último, el castaño lanzó un bufido burlesco y frunció el ceño.

"Ni que fueras su papá..." A pesar del comentario, estrechó su mano con la de Daichi.

Ya estas alturas, Tobio era un tomate andante. La situación era muy extraña, y no la comprendía muy bien, pero era realmente muy vergonzoso. Eso... sin mencionar que aparentemente Sawamura no podía dejar de ser tan sobreprotector con él, lo que hacía todo aun más raro.

"Daichi..." Comenzó a decir Suga con una sonrisita resignada. "Recuerda que Kageyama ya está grande y puede tomar sus propias decisiones."

"Ah... Lo lamento, Kageyama..." El ex capitán de Karasuno se disculpó rápidamente.

Destino incontrolable [Oikage]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora