Capítulo 17: Kindaichi (Parte 2)

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Durante las vacaciones, se preparó mentalmente para seguir torturando a ese ser despiadado que resultó ser Kageyama apenas entraran a Aoba Johsai. Sin embargo, se encontró con la sorpresa de que el chico había ido a otra escuela. Lo meditó un poco. Eso era bueno, ya no tendrían que lidiar más con ese tipo, podrían practicar el deporte que les gustaba y volver a disfrutarlo nuevamente. Pero había algo que lo hacía sentir miserable.

Después de que Oikawa, es su propio estilo mezquino, hiciera que recibieran a Karasuno solo para traer a Kageyama y obligarlo a jugar contra ellos, por más que lo negara, parte de él se preguntaba como estaba el pelinegro, y se encontraba algo ansioso de verlo nuevamente. Y ahí fue que lo vio, con el uniforme negro de Karasuno, llevando ese ceño fruncido que era ya tan común en los últimos años. Pero había algo distinto...

Kageyama, sorprendentemente, había vuelto a cambiar. Ahora se encontró con una tercera personalidad del pelinegro que le estaba costando descifrar. Pero ya no importaba, ese monstruo multifacético era problema de otra gente, no suyo.

Sin embargo, varios meses después, Oikawa se acerca a ellos con una revelación que sencillamente no podrían creer.

"Tú... y- y Kageyama son... ¿novios?"

"Sí..." Replicó el castaño alzando los hombros con una elegante sonrisa. Al instante, a Kindaichi se le vio a la mente un recuerdo de hace unos cuantos meses atrás, cuando su superior lo amenazó porque había llamado Rey a Tobio... Ahora esa reacción comenzaba a tener más sentido.

"¿Cómo fue que pasó eso?" Kunimi preguntó, completamente contrariado.

"Es una larga historia." Respondió riendo con suavidad. "Pero yo quería hablar con ustedes por otra cosa. Esta semana es el cumpleaños de Tobio, y pensé que sería agradable si pudiésemos dejar atrás todos estos conflictos y hacerle una pequeña celebración. Ustedes eran buenos amigos con él en primer año de la escuela media, ¿no?" Akira se veía como si lo estuviese considerando, pero Yuutaro no se dejaría llevar por lo que le dijera su capitán.

"Eso fue antes de que cambiara y se volviera un Rey egoísta..." Oikawa frunció el ceño ante la mención.

"Entiendo que él se comportó mal con ustedes hace tiempo, pero no todo es lo que parece." Los dos muchachos de primero lo miraron con atención. "Si no son capaces de perdonarlo, les pido que al menos traten de entenderlo. Por ese tiempo, él pasó por algo que lo marcó profundamente y con lo que no supo lidiar de forma sana... Jamás quiso tratarlos como basura."

"Pero lo hizo." Rebatió con fuerza Kindaichi. "Además, todos tenemos problemas, y no por eso andamos por la vida comportándonos como enfermos mentales."

"Te recuerdo que estás hablando de mi pareja, así que te controlas." Tooru le dijo severamente, para luego tomar aire y calmarse para continuar. "Lo de Tobio no fue solo un problema. ¿Ustedes qué tanto saben de su familia?" Los dos chicos se miraron algo confundidos por la pregunta.

"No mucho, no hablábamos de eso la verdad." Respondió Yuutaro en un tono bajo, aunque pronto despabiló y retomó su postura agresiva. "¿Y qué?"

"Tobio es huérfano." La revelación los dejó mudos. "Su padre murió cuando era un infante, aunque no se acuerda mucho de él. Y, a finales de su primer año en la escuela media, su madre fue asesinada en su casa, y poco después de eso, su abuelo, quien él admiraba y quería mucho, enfermó y falleció también." Ambos chicos de primero intentaban asociar lo que estaban escuchando. "Él se equivocó con ustedes, pero entiendan que estaba sufriendo mucho, estaba confundido, probablemente sentía que todo su mundo se caía a pedazos... En un año perdió a casi toda su familia y solo le queda su hermana mayor. Él no es malo. ¿Podrían darle una segunda oportunidad? ¿Por favor?"

Destino incontrolable [Oikage]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora