Tu prometido - Kagehina {Traducción}

Capítulo 22

Kageyama pov

llego a mi cuarto y no encuentro a Hinata

Antes de decir nada, escucho el sonido de la ducha siendo abierta, deduje que se había ido a duchar, después de este ajetreado día

Me quité el abrigo y lo colgué en un perchero que estaba en el dormitorio, me quité el cinturón y lo junté con las cosas de el pelirrojo que también estaban allí;

Puse mis zapatos al lado de los de Hinata y luego me senté - tiré - en la silla de la esquina, al lado del perchero.

El día había sido agitado, y yo estaba exhausto...

Estaba preocupado por Yachi, pero no podía simplemente llamar con cara de idiota después de haberle robado a "su prometido".

Respiré hondo y cerré los ojos...

Algo que me ponía ansioso era el hecho de que Hinata quisiera compartir la misma cama.

Lo sé, hemos tenido sexo e incluso hemos dormido juntos pero... Pensé que el pelirrojo estaba enojado después de contarles a todos en esa iglesia sobre nuestra traición;

~~~

Pasaron unos minutos, Hinata salió del baño vestido con una bata blanca que ofrecía el hotel.

Caminó hacia la cama y se sentó, sacó su celular y miró cuantas llamadas perdidas había de su padre, madre y mensajes de algunos amigos nuestros que habían asistido a la ceremonia.

Me levanté y fui a darme una ducha, estaba cansado y me ayudaría a relajarme...

~~~

Después de terminar la ducha, me sequé y envolví la toalla alrededor de mi cintura, tomé otra que estaba allí y me sequé el cabello.

Salí del baño, el vapor de la habitación se disipó un poco en la pequeña habitación tan pronto como abrí la puerta;

Salgo y veo al pelirrojo sentado en el mismo lugar de antes, ahora con su celular apagado, el que estaba encima de una de las mesitas de noche que están ahí, al lado de la cama doble grande;

Me acerque lentamente y me senté a su lado, tomé su mano, apretando un poco, haciendo que el mismo me mirara por un momento:

- ¿Estás bien, mi pequeña mandarina?

Bajó la cabeza y se quedó pensando por un momento, luego levantó la cabeza y me miró de nuevo:

- Sí, yo sólo... Mi padre él...

Lo mismo ni siquiera termina, y se lanza a mis brazos abrazándome fuerte, sobresaltándome al principio.

- Es todo tan complicado... Me alegro de tenerte conmigo - dijo, acomodándose un poco, su cabeza en mi hombro.

Abracé su cuerpo, lo que hizo que se relajara con mi toque y descansara completamente sobre mí.

Nos quedamos así por un tiempo, luego traté de apartarlo, pero se acercó y se sentó en mi regazo.

- H-Hinata, ¿qué crees que estás haciendo? - Dije sonrojándome por el repentino acercamiento.

Te deseo, eso es todo - dijo entonces, sellando nuestros labios...