Capítulo 1.

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Silencio

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Silencio.

Mi corazón latía rápido, mi respiración era incontrolable. Todo el lugar se sentía frío y de alguna manera, tenebroso.

Desde la puerta de mi habitación podía ver el pasillo que estaba sumergido en una oscuridad poco común, quería salir y buscar a mamá, pero algo muy en el fondo de mi cerebro me decía que no hiciera ruido. Como si estuviese congelada, decidí valientemente salir de la habitación.

Paso tras paso podía sentir el frío suelo bajo mis pies.

Alguien estaba observando, pero no sabía quién podría estar oculto en la oscuridad.

“Tal vez es mi imaginación”, pensé.

Mientras me adentraba la fría oscuridad que dominaba el pasillo, sentí algo más bajo mis pies.

Algo líquido.

Se sentía pegajoso y tibio. Los peores escenarios llegaron a mi mente en ese instante, no podía ver nada.

Sabía en qué parte del pasillo estaba y si mi buena memoria no fallaba justo a mi lado debía haber una lámpara. Me obligué a mí misma moverme a los lados, la sensación del líquido era asquerosa y solo hacía que quisiera salir corriendo.

Tanteando un poco mis manos tocaron la mesa y seguidamente la lámpara, pero cuando mis dedos encendieron la luz supe que fue mala idea.

Mis ojos no se adaptaban al brillo, pero ya mi mente pudo reconocer aquel líquido desagradable que destila un olor a hierro y pintaba de rojo el suelo.

Mi cuerpo entero se congeló al ver a mi madre y mi hermana en el suelo. Sus cuerpos desmembrados, esparcidos en una pequeña parte del pasillo, de una manera tan sarcástica que parecía una vitrina de carnicería.
Si esto fuese la escena de una película de horror estaría riendo por aquel pensamiento, pero ahora solamente quería gritar. La sangre que salía de sus cuerpos eran, los llenaba casi la mitad del pasillo, y debía apostar a que bajaba por las escaleras, creando una catastrófica cascada roja.

Entre el pánico y el asco, mi mente fue lo suficientemente capaz de trazar un plan.

“Da la vuelta, ve a la habitación y escapa por la ventana.” Pensé.

Pero el plan se fue al carajo cuando al darme la vuelta un hombre vestido de negro con una máscara de hockey levanto un cuchillo con su mano izquierda lo pasó por mi garganta de una manera ágil.

Los Ojos De La Obsesión.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora