Capítulo 9.

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—Es que sí hubieses estado allí, Gianna. Estuvo muy romántico y atento conmigo.

—¿En serio? —pregunté por cortesía a una Cath eufórica por contarme todos los que vivió con Mike el fin de semana, a pesar de que hoy ya era miércoles.

Así que haciendo cuentas había escuchado su parloteo durante casi cuatro días. No es que no quisiera a Cath, pero ya estaba deseando sellar mis oídos con pega industrial para siempre.

— Sí, y ¡oh! No sabes como besa ese chico ¡Dios!

— No, no lo sé Cath. —dije mirando por la ventana de su auto.

— ¿te estoy aburriendo?

¡Sí!, pensé.

— No, para nada. —Fue lo que dije.

— Bueno, no hablemos de mí. Cuéntame que fue lo que pasó con Alex cuando te llevo a casa.

— No ocurrió nada. —Cath me miró incrédula.— ¿qué? Solamente me llevo a casa y listo, no ocurrió nada.

Y es cierto, aparte de que Alex jugara con mis nervios y pusiera mi corazón al tope de latidos, no ocurrió nada.

— Creí que sí, porque, Jane estaba furiosa. Jamás la había visto ser tan hostil.

— Sabes por qué. —dije.

— ¿Por qué es una perra? —me reí y negué.

— No estúpida. ¿Podrías usar el cerebro para algo más que no sea pensar en Mike?

— Me temo que no. —dijo con una risita estúpida, rodé los ojos y ella tomó una expresión más sería que antes—. Todos sabemos por qué, es notable que ella se muere por él, y bueno, ¿quién no? Si es un rubio tan sexy con esos músculos y esas piernas…

— Al grano, Cath.

— Pero todos sabemos que su atención está puesta en alguien más.

— ¿en serio? —pregunté desconcertada.

Tal vez Mike le había contado algo a Cath, después de todo Mike es quien debe conocerlo mejor aparte de Margot que creció con él.

— ¿No te has dado cuenta? —pregunto ella incrédula mirándome un momento para volver a mirar la carretera.

— Si me hubiese dado cuenta, no te hubiese preguntado, Cath.

— Obviamente, él puso los ojos en ti, Cath.

Oh…

— ¿qué? —ella asintió— Debes estar equivocada.

— Jamás me equivoco, cariño. Él puso su atención en ti.

Bufé algo incrédula.

— Por Dios, hablas como si fuese una vaca y Alex el mejor postor. En serio, tu argumento carece de lógica.

La verdad es que no me costaba creerlas. Él había fijado mucha atención en mí como para no buscar algo más, pero ¿en serio quería esto?

— Sabes que Alex no te es indiferente, Gianna. ¿Has visto la forma en la que te mira? ¿Por qué consideras que en el comedor no se sienta a tu lado, sino frente a ti? ¡Para no quitarte la vista de encima, amiga!

En ese momento estaba muy en shock tratando de asimilar sus palabras. ¿Podía ser eso cierto?, Y si Cath lo notó, ¿los demás también lo habrían notado?
Porque yo todo este tiempo considero que se sentaba lejos de mí para evitarme.

La miré a punto de responder con una negativa a tan descabellado tema cuando mi celular sonó. Lo raro del asunto era ver que se trataba del oficial Ryan.

Los Ojos De La Obsesión.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora