Capítulo 4.

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Miré el desalentador periódico y supe que esto era el principio de lo peor

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Miré el desalentador periódico y supe que esto era el principio de lo peor.

Con fuerza lo tiré a la basura y miré desde la esquina la Universidad llena de estudiantes que estaban viviendo sus vidas de manera normal.

Pero al verme llegar escoltada por una patrulla los hizo detenerse y poner la mirada fija y observar como si quisieran ver dentro de mi que es lo que ocurre conmigo.

Me miran con lástima, curiosidad y perplejidad.

Sin duda seré la comidilla del pasillo durante todo el semestre... si es que llego con vida al final.

La patrulla se estaciona en frente y empiezan el protocolo de seguridad, incluso en las puertas pusieron detector de metales. No se estarían tomando esto tan enserio si ese acosador no fuese amenaza pública. En el periódico sólo dijeron lo básico pero hay más, y este pueblo es condenadamente pequeño, cualquiera que tenga a un oficial como familiar o conocido le dirá que sea quien se el que me persigue es un sanguinario psicópata.

Paso el detector de metales y sigo por el recto pasillo mientras todos se apartan como si fuesen el mar y yo Moisés. Me miran, mucho.

Veo a Cath al final del pasillo y el temor se planta en mi pecho.

Es la única amiga que tengo.

Se querrá alejar de mi por ser un bicho raro.

Camino insegura hacia ella, me mira de una forma que no entiendo. Pero me sorprendo aún más cuando apresura el paso hacia mi y me toma del brazo para llevarme a un salón vacío.

Entro en pánico y mi mente piensa rápido para saber que decir o como.

—Yo...

Ella negó.

—No tienes que decirme nada. —dijo con tono comprensivo.

Sentí alivio en mi pecho y unas ganas tremendas de llorar, pero me detuve a mi misma y la abracé.

—Esto está siendo muy difícil para mi. Y sobre todo peligroso.

La mire esperando que entendiera que me refería y ella volvió a negar.

—No... no, no, no. —puso ambas manos sobre mis hombros— ¿crees que un loco psicópata me va a intimidar para que me aleje de ti? Estás muy equivocada, cariño.

—Esto no es un juego —solté preocupada.

—Gianna... entiendo perfectamente que es lo que puede pasar de ahora en adelante, pero no estarás sola en esto. No le daremos el gusto.

Sonreí y me sentí mejor que antes.

...

Fui a la cartelera informática y revisé las fechas de los exámenes parciales. Mi vida podría estar corriendo peligro pero eso no me detenía de sacar malas notas.

Los Ojos De La Obsesión.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora