Comienzo: 10/01/2022
"Gianna vive en los suburbios por una razón.
Un asesino la persigue.
Durante tres años ella estuvo a salvo, hasta que una noche él vuelve para matarla. Ella logra escapar, pero es ahí cuando comienza la pesadilla.
Alex entra e...
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—¿No entiendes la importancia de esto? —preguntó Cath por quinta vez.
Negué con la cabeza.
—Quizá Mike te reconoció porque te ve todo el tiempo conmigo.
Ay por favor.
Intentando tener la paciencia que no tenía, le contesté:
— Pero solo fue su amigo quien me habló, y no fueron muchas las palabras que me dijo.
— Pero Mike se te quedo mirando.
— Como podría estar mirando a cualquier otra persona, Catherine.
Camine a la salida de la biblioteca.
Sin duda fue mala idea contarle. No había parado de hablar sobre el tema una y otra vez.
— ¿Sabes qué? —dijo de repente, detuve mi andar y la miré— De ahora en adelante te acompañaré a tus citas al psicólogo cuando necesites comprar medicina, yo te acompañaré.
Negué frenéticamente.
— Ni lo sueñes. —dije con tono de amenaza.
— ¿Por qué no?
Suspiré y la dejé sin respuesta mientras caminaba al área del comedor.
Quería mucho a Cath, pero era demasiado entrometida, invadía mi espacio personal la mayor parte del tiempo.
Y no es que estuviese de buen humor después de perder mi brazalete.
El comedor estaba abarrotado de gente, estudiantes de distintas áreas que convivían entre ellos. Pero esa no soy yo, siempre me siento en la mesa más solitaria. Nadie se sienta allí, no porque yo lo haga, es solamente que sobre ella está uno de los cuadros de ventilación, por lo que el frío es casi insoportable, para todos a excepción de mí.
Cath siempre traía un blazer o una sudadera demás por lo mismo.
De camino a la mesa pude notar que alguien me miraba, no sabía quién pero lo sentía. Con disimulo miré a todos lados, pero nadie parecía prestarme atención, pero incluso después de estar en la mesa y que Cath se sentara a mi lado a parlotear podía sentir que la sensación persistía.
Pensé que únicamente podía ser mi imaginación. De todos modos no era que me sintiera muy cómoda en el comedor.
—¿Sabes que odio de los suburbios? —preguntó.
—No lo sé, ¿qué?
—Qué nunca pasa nada interesante.
—¿qué que te gustaría que pasara?
—No lo sé, tal vez el tipo de cosas que pasan en la ciudad. Como celebridades arrestadas, asesinatos…
