T u y a

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Era algo curioso el como la vida podía escapar en un segundo de tus manos, como si aquello que hace mover tu cuerpo fuera arrancado como un dulce suspiro hasta volverse todo negro. Aunque había ocasiones en las que antes de irte de la vida terrenal algo termina por jalar tu ser y volverlo una vez más a la vida, pero no todo es como lo conocías o sentías, simplemente se volvía distinto pues el ser inmortal era una maldición o quizás una bendición cuando tienes a tu alma gemela contigo.

Ese tipo de pensamientos habían estado bailando en la cabeza de Yuri luego de volver a la vida, después de perder toda su humanidad y ser un vampiro mientras permanecía entre los brazos de Yena que no dejaba de admirarla con cierto cariño mientras mantenía su muñeca cerca de su boca y daba un poco de su sangre.

—Yena...

La garganta le dolía, como si tuviera algún tipo de infección que le dificulta formular cualquier tipo de frase, su pareja solo termina por abrir un poco más su herida en la muñeca y ofrece la sangre que no tarda en lamer e incluso chupar con hambre. Lentamente la sensación desaparece y se permite suspirar mientras sus ojos observan a Yena, creía que quizás luego de su transformación algo cambiaría en ella pero lo único que pudo ver es la adoración, el amor que la rubia siente por ella y quizás eso era suficiente para calmar los agotados pensamientos de su cabeza.

—Mi amor, crei que por un segundo no te transformarias.— La voz de Yena tiembla, pegando sus frentes como un gesto amoroso ya común entre ellas.— Pensé que te perdería pero dios me dió la oportunidad de tenerte una vez más entre mis brazos.

Los brazos de Yena eran los suficientemente agradables que deseo dormir un poco más, se permitió cerrar los ojos mientras los recuerdos de hace algunas semanas volvían a ella como una dulce película.

Luego de lo sucedido con sus amigos y familiares de Yena, había creado una estrecha relación con todos aquellos tan mágicos y únicos que le permitieron entender un poco más su mundo. Desde salir de compras con Wonyoung, Nako y Hitomi hasta terminar cocinando Sakura, Hyewon y Chaewon, aunque está última comiendo todo lo que hacian, se sintió agradecía por tener nuevas amistades en su vida.

Aunque lo extraño había sido que tanto Minju como Chaeyeon se habían dedicado a enseñarle no solo sobre vampiros sino de todo tipo de seres sobrenaturales, etiqueta y las relaciones que tenían entre estos. Quizás era solamente cosas suyas pero parecían que la estaban preparando para algo y no se equivoco.

Yena había terminado por arrastrarla a un retiro entre las montañas justo en dónde ni su gato o su linda cuñada pudieran encontrarlas, quizás se sentía un poco preocupada por irse de la universidad sin avisar y pensando en todas las tareas en las cuales se retrasaría hasta su regreso pero todo eso pasó de un momento a otro a no ser realmente importante luego de las palabras de Yena.

"Quiero que seas mía Yuri, casate conmigo y vivamos la eternidad juntas."

Cualquiera en su lugar se hubiera asustado luego de eso, muchos tenían miedo de dejar esa "humanidad" que según muchos nos hace distintos de los animales e incluso los seres sobrenaturales pero para Yuri fue simplemente lo que anhelaba oír luego de tanto.
¿Lloro? Por supuesto que lo hizo, amaba a Yena tanto que no dudo en abandonar su vida como humana y volverse parte de aquel extraño clan.

Eso la lleva a este momento, Yena había decidió transformarla por eso era que estaban tan lejos de la sociedad, quería que se acostumbrarse al cambio y por supuesto deseaba monopolizar a la bonita castaña de sus amigas, era su prometida después de todo.

—¿Tienes hambre? Podemos comenzar tu entrenamiento desde hoy.

Yuri nego con la cabeza, no quería moverse por mucho que la idea de iniciar le interesase, solo quería hundirse entre los brazos de su pareja y disfrutar de la bonita noche que les ofrecía ese lugar tan mágico y escondido de la sociedad.
La castaña era consiente de lo que pronto vendría luego de esto, no solo su unión con Yena sino que está volvería a ser parte del clan de forma obligatoria, su vampiro tomaría el cargo como segundo al mando luego de Minju.

—Lo siento,— sus palabras atrajeron la atención de Yena— volverás  a ser parte del clan luego de esto, quizás debíamos buscar otra forma...

Un beso apasionado le hizo callar, ahogando un jadeo Yuri entre abrió su boca y permitió que fuera sometida de esa forma que tanto le gusta hasta sentir sus labios levemente heridos.

—No lo sientas, mi dulce Yuri. — La mira con tal amor y adoración que los ojos de la castaña se llenan de lágrimas.— Sería capaz de volverme esclava de quién sea con tal de permanecer la eternidad contigo.

Sus frentes de nuevo se unen y sus dedos se entrelaza mientras sienten esa unión recorrer sus seres como una descarga de puro éxtasis, quizás era la emoción por una nueva vida juntas o simplemente el que su amor era tan fuerte que todo lo demás no era importante mientras ellas estén juntas.

Yuri se sintió afortunada y agradeció que la vampiro llegara aquel día a su hogar, estaba tan agradecida por se amada y adorada de esa forma que se prometió a si misma vivir con ella para siempre  y seguirla a donde sea, sin importar si incluso eso la llevaba a una inminente muerte.

—Yena. — La dulce voz de Yuri rompe un segundo el cómodo silencio entre ellas.

—¿Hmn?

— Te amo.

Vamp Yena ! [Yulyen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora