F a m i l i a y a m i g o s

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Yuri era consiente que en algún punto tenía que enfrentarse a esto, sus dedos torpemente juegan con su vestido mientras el automóvil les dirigía a su destino.

Quizás comenzaba arrepentirse un poco de su decisión pues no creía que los nervios al final fueran tantos que quisiera llorar.

—Todo estará bien, les agradaras.

Eso quería creer la más baja, su corazón latía tan rápido contra su pecho que por momentos creía que pararía en algún momento. Lentamente la velocidad comenzó a disminuir y con ello el pánico invadió su ser, saca de su bolso un pequeño espejo para verificar su maquillaje y cabello, quería dar una buena imagen a todos.
Un beso en su frente le hace levantar el rostro, Yena la ve con tanto amor que solo termina por reducir un poco su sentir, sus manos se entrelazan mientras con miradas llenas de amor bajan del auto, una mujer que no parecía pasar de los 30 años les recibe, con una mirada maternal no deja de mirarlas cosa que incómoda a Yuri.

—Es bueno volver a verla ama Yena.—La nombrada solo resopla y con fingida molestia le responde.—Ya te dije que no es necesario llamarme así, Eunbi.

Eunbi parece contenta por molestar  a la vampiro, hasta que su mirada se dirige sobre Yuri, no le cuesta entender quién es y solo le regala una pequeña sonrisa antes de comenzar a caminar escaleras arriba.

—Su hermana le espera, está ansiosa por verlas.

Yuri de nuevo siente el nudo en su estómago crecer lentamente, lo sucedido hace unos momentos solo logra hacerla temblar como un pequeño gato asustado y junto con la imponente entrada de la enorme casa, solo lo intensifica.
Estatuas y pinturas les dan la bienvenida aquella casa, algunas tan antiguas que podrían estar en algún museo, piezas únicas que dejan con la boca seca a cualquiera que las vea, entre ellos a la joven humana.

Eunbi les deja en un pequeño y escondido jardín, rodeados por flores tan maravillosas y brillantes que parece mágico ese lugar, parecía la entrada de un nuevo mundo.

—Ven, nos esperan.

Yena lleva su mano hasta sus labios y deja un suave beso sobre sus dedos antes de avanzar, ante cada pasó su corazón golpea su pecho rápidamente, tenía deseos de soltarse y huir por la puerta de aquella enorme casa.

—Siempre llegando tarde.

Una mesa llena de distintas personas le reciben y aunque Yuri no sabía mucho sobre distintas especies era obvio que no todo ahí eran vampiros. Rápidamente una de ellas se levanta y no tarda en acercarse a ellos, su largo cabello negro baila ante cada pasó que da mientras su aspecto parece ser el de un ángel, Yuri sintió su corazón detenerse ante la hermosa imagen e incluso el aliento escapó de sus labios cuando es abrazada por ella con tanta fuerza, el dulce aroma a miel le recibe como una caricia que le hace suspirar y dudar un momento antes de corresponder torpemente el abrazo.

—Por fin puedo conocerte.— Ve a la bonita chica separar de ella y con una sonrisa tan brillante que dejaba a más de uno sin aliento responde sus dudas enseguida, como si leyera su mente.— Soy Minju, hermana de esta vampiro tan fría.

Finge llorar cubriendo su rostro con sus manos, Yena solo voltea los ojos y da un pequeño pero rápido beso sobre su mejilla.

—Sabes que vivo ocupada, además no es necesario que esté aquí.— De nuevo toma la mano de Yuri y la guía hasta la mesa, sentando a su pareja a un lado de ella.— Tu eres quien se hace cargo del clan y todo eso.

—Eso no significa que no te extrañe.

Minju parece ofendida por su respuesta pero sabe que ella es así, Yena siempre fue un espíritu libre, jamás serviría para la realeza o responsabilidades como esas y eso era algo que la mayor respetaba por completo.

—Dejando eso de lado, les presento a mi pareja.— Yena deja un besos sobre las rojizas mejillas de Yuri antes de continuar.— Ella es Jo Yuri, mi prometida.

La nombrada se siente tan avergonzada que ni siquiera presta atención a la presentación de la vampiro, tiene bastantes ojos sobre ella que por un momento cree que llorara.

—Tan linda, no es justo que Yena siempre se lleve a las chicas lindas.— La chica con enormes alas de color negro deja escapar un suspiro antes de recibir un golpe.— Aún sigo aquí.

Yuri se queda sin aliento apenas admira a la bonita chica de alas blancas, era como estar rodeada de seres tan bellos.

—Lo siento, a veces Yujin no sabe cuándo cerrar la boca.— Casi podría jurar que estaba molesta pero la sonrisa que trata de no escapar de sus labios los hace difícil.— Es un gusto por fin conocer una pareja de Yena, soy Wonyoung.

Para la castaña era asombroso ver una pareja de angeles, sabía que existían pero verlos era algo completamente distinto, ambas tan diferentes pero tan compatibles le hizo pensar si ella y Yena se verían así, se complementaria de una forma tan maravillosa e imperfecta que pareciera como si fueran la única persona con quién podría verse bien.

Respondió ante el saludo con una pequeña sonrisa que causó ternura en todas, una tras otra de las presentes se fue presentando. Habiendo tanto tipos de seres sobrenaturales en aquel lugar y que Yuri no creía que existieran.

Desde Sakura y Chaeyeon que eran un par de ninfas, Nako siendo una híbrida de lobo, un par de brujas elementales llamadas Hyewon y Hitomi hasta Chaewon que era un semidemonio además de amante de Minju.

Había de todo pero ninguna de ellas le causo miedo como Yuri pensaba, todas eran tan amables que incluso le explicaron sobre sus razas e incluso contaron alguna que otra historia vergonzosa de Yena, provocando que la vampiro quisiera lanzarse sobre ellas aunque esto era evitado por la dulce risa que salía de los labios de su pareja.

Busco su mano y acarició la cálida piel con su pulgar, aún le faltaba darle el anillo pero ya habría tiempo para eso, después de todo tendrían la eternidad apenas la convirtiera en una vampiro como ella.

Vamp Yena ! [Yulyen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora