A M N E S I A 「AkuAtsu」

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El viento golpeaba directamente en sus rostros, llevaban alrededor de media hora sobre el caballo y esté se comenzaba a cansar y ambos mayores lo notaron. Discutieron mentalmente sobre lo que harían y acordaron que se detendrían a tomar un descansó.

Con ayuda de el azabache los otros dos bajaron del caballo, la pequeña Gin no tardó en ir a mirar los alrededores bajo la mirada de su hermano mayor y el albino.

—¿Cuánto tiempo descansaremos? —preguntó Atsushi dejando caer su cuerpo al pasto.

—No lo sé, lo mejor sería irnos caminando, dejar al caballo y que esté regresará con su verdadero jinete, no estamos muy lejos de el lugar de todas formas. —Dijo mientras acariciaba al animal, el peliblanco por su parte asintió y se recostó sobre el suelo, relajándose un poco.

Por otro lado, a un par de kilómetros de ellos se encontraba Chuuya y Dazai discutiendo entre ellos, cómo era costumbre en esos dos. Los subordinados de el más bajo eran "obligados" a presenciar tal escena, ninguno hablaba o se movía pues de tan solo hacerlo temían que la ira de ambos cayera sobre ellos.

—¡Te dije que debíamos llegar antes! —Reprochó Osamu mientras se cruzaba de brazos.

—¡Fue lo más rápido que pude hacer! —Se defendió Chuuya regresando la mirada de odió que el castaño le daba— ¿Esperabas que acatará tú orden minutos después? ¡Juntar a varios hombres que se supone que están en "descanso" no es tarea fácil!

—¡Pues tus hombres no sirvieron de nada!, ¡Ve a Tachihara! Está medio desnudo e inconsciente, de haber sabido que resultaría así hubiera venido solo.

—Lo hubieras hecho, ¡Nadie te detiene!

—¡Tú tonta mirada de preocupación lo hace!, ¡Es tu culpa que se haya ido de nuevo! —Dió un fuerte pisotón al suelo y como cereza de el pastel salió de el pequeño ex hogar de el azabache agregando un toque dramático.

Los presentes seguían firmes, con sus manos detrás de su espalda y la mirada fija en cualquier lado menos en el rostro escéptico de el pelirrojo.

—Pueden retirarse. —Los hombres agradecieron mentalmente a Nakahara y salieron del lugar cuanto antes, se mantendrían cerca por sí aún necesitaban de sus servicios.

Chuuya se frotó su frente y contó hasta diez antes de salir y toparse con el castaño fuera de la casa, le daba la espalda y murmuraba cosas en voz baja, cosas que le era imposible entender.

—Chuuya idiota, idiota, tonto... Tonto Chuuya... —¡Lo estaba insultando! Aunque viniendo de Dazai, son insultos ligeros— Chuuya... ¿Por qué escapa de mí? Solo quiero lo mejor para él.

—¿Y lo mejor se supone que eres tú? — preguntó burlón mientras tomaba asiento a su lado— No lo sé, ¿Tal vez por qué casi lo "secuestran"?, ¿Habrá recordado lo que pasó...?

Los ojos de Dazai se abrieron con sorpresa y el miedo no tardó en aparecer. ¿Qué haría si recordaba todo? Era imposible, cuándo se reencontraron por primera vez no parecía reconocerlo, seguro los sentimientos siguen ahí más los recuerdos no. Eso debía ser, ¿Verdad?

—No digas tonterías, Chuuya —Dijo mientras se levantaba del suelo, el pelirrojo lo siguió con la mirada— . Debe ser por otra cosa, ¡Seguro Akutagawa le dijo algo malo de mí! Ah, Akutagawa... Si quiero llegar a Atsushi debo hacer a un lado a Akutagawa. ¡Tienes razón!, Qué listo soy.

—¿Qué...?

—¿Qué? Nada, ya estoy motivado otra vez, el caballo no tardará en regresar, despierta a Tachihara y dile que le diga a sus compañeros que pueden irse, la siguiente misión la haremos únicamente nosotros dos.