Epilogo

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El auto se estacionó de forma abrupta afuera de la universidad. De él bajaron tres chicos en traje y de forma apresurada.

—¡Apúrate, Chan!—gruñó Changbin.

—¡Ya voy, ya voy!—se quejó el mayor, cerrando de un portazo mientras echaba a correr con sus amigos, sosteniendo un gran ramo de flores en sus brazos.

—Ya debió de haber empezado.—habló Minho mirando su reloj sin dejar de correr.

—Si me pierdo a mi chico los voy a patear.—amenazó el más bajo.

Chris simplemente tenia una expresión ligeramente preocupada. Iban veinte minutos tarde.

Incluso si él y Minho habían pedido el día libre en sus trabajos, a Minho le habían llamado para que entregara un par de archivos, lo cual le demoró casi cuarenta minutos.

Cruzaron todo el campus de la escuela a toda prisa hasta el salón de eventos. Donde entraron con rapidez pero intentando no hacer ruido, pues la ceremonia ya había comenzado.

Había un escenario decorado de flores, mesas y un gran telón rojizo. Ahí parado frente a todos estaba el director de la universidad, el cual daba un discurso. Sentados en primera fila, había un montón de estudiantes con togas y birretes.

Buscó entre todos los alumnos hasta que divisó una linda cabellera rubia con mullet, la cuál segundos más tarde giró su vista buscando entre los presentes. Bang le alzó la mano para llamar su atención y sus ojos conectaron, ambos se sonrieron enormemente y luego el rubio volvió su atención al frente.

Miró a su alrededor y notó a los padres de Han, quienes saludaban a Minho. También notó a los padres de Seungmin, su abuelo y su hermana, la madre del castaño hablaba con Changbin, quien a su vez les presentaba a sus propios padres. Si, los padres de Changbin adoraban a Seungmin y habían venido a su graduación. El padre de Kim ya no odiaba—tanto—a Seo, prefería no entablar conversación con el pelinegro si no era necesario pero al menos no se metía en su relación.

Más abajo divisó a Jeongin, sentado con quien debía ser la madre de Hyunjin y una chica pelinegra.

Sintió una mano firme sobre su hombro y se giró a mirar al dueño de ésta. Un hombre mayor, con el cabello canoso casi por completo, bien vestido y de porte duro.

El abuelo de Felix.

El hombre le dedicó una suave sonrisa que Chan le devolvió.

—Señor Lee.—Bang le hizo una reverencia educada.

—Mira a nuestro muchacho.—habló el mayor, observando a su nieto sentado con su grupo. Bang también le miró y no pudo evitar sonreir enormemente.

—Si yo me siento increíblemente orgulloso de él, puedo imaginar cuanto lo está usted.—el hombre asintió.

—Yo lo crié. Bueno, mi difunta esposa me ayudó, antes y después de morir. Verlo lograr sus sueños, junto a sus amigos y junto a un buen hombre cómo tú para darle apoyo, me hace sentir que los dos lo hicimos bien.—Chan le dio una mirada cargada de gratitud.

—Gracias por confiar en mi.

Ambos esperaron pacientemente cuando comenzaron a llamar a los estudiantes. Primero fueron los de las ingenierías, posteriormente licenciaturas, la de Felix fue la segunda y cuando aquel chico recibió su título Bang sintió el orgullo y la felicidad recorrer su cuerpo, haciéndole picar los ojos amenazando con humedecerse.

Posteriormente pasó la carrera de Hyunjin, luego Han y Seungmin. Y una vez pasó cada estudiante de cada carrera, el director cerró aquel ciclo escolar para los de su generación. Haciendo a los recién graduados soltar en sus lugares, libres por fin.

La guía de Félix (y otros) para conquistar a Christopher Bang (y otros)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora