Para JiMin no había día más precioso que el miércoles, de hecho lo consideraba su día preferido, no mucho para su amigo, pero no era el tema.
Mirar a Jungkook mientras lograba correr unos cuantos metros sin que le tiemblen las piernas era gracioso, no entendía como es que tenía un amigo tan flojo siendo él tan activo, eran completamente opuestos, pero era donde se encontraba aquella llama de amor que, sin que ellos mismos fueran consientes, se fue abriendo paso por aquellas pequeñas grietas que tenían sus corazones.
Eran exactamente lo que necesitaba del otro, como se complementaban de la forma tan correcta que si se lo preguntaban, ellos mismos estarían seguros de no poder responder.
Era de ese tipo de amor al que intentas ignorar sin ser concite que este se entierra de raíz en tu ser. No se arrepentían; solo esperaba que en su historia no iniciada, tuviera un final feliz.
Cuando estaban juntos el mundo parecía congelarse y no podían estar más contentos con eso, JiMin aún no comprendía como habían personas que trataban de llenar su cabeza de ideas tontas y cosas negativas para que cambiara su forma de ser.
Un Omega defectuoso
Puede que tengan razón, pero a él eso no le importaba.
-Sin un alfa no serás feliz-
Sonrió sin gracia al recuerdo de la discusión que tubo con la profesora de Biología, pobre mujer ingenua que al parecer su pequeña mente no podía ir más allá de lo que sus libros desgastados le mostraban.
No le sorprendía que aun estuviera como una simple profesora. Si bien sabia que lo "normal" era que un Omega estuviese con un Alfa para amarlo, protegerlo y darle cachorros, pues era el concepto de vida a que la mayoría de habitantes se arraigaba e impidiéndose experimentar cosas nuevas.
JiMin estaba seguro de que sin un estúpido Alfa podía conseguir eso y mucho más.
Y la viva prueba de aquello, era aquel chico con apariencia de murto viviente, que al llegar a su lugar se sentó en sus piernas importándole muy poco lo sudado que estaba y si era sincero a JiMin tampoco le molestaba.
-Te vez sexi conejito- le susurro JiMin tomando su cintura posesivamente.
Por un momento JungKook se sonrojó al escuchar esas palabras, era muy tímido cundo se trataba de recibir cumplidos y más si la persona que los decía era el lindo Omega de cabello rosa.
Jimin parecía ser inocente, pero en eso quedaba; en apariencias, JiMin era todo menos inocente, la forma descarada en apretar sus muslos lo confirmaba y JungKook no hacía más que seguirle la carrera y aprovechar molestarlo un poco.
-¿En serio lo crees Omega?- pregunto dando pequeños saltos sobre la entrepierna del mayor, quien sin quedarse atrás levanto su pelvis provocando que al volver a saltar JungKook, se estrellara contra su miembro haciendo que soltaran un pequeño gemido.
-Eso es trampa- se quejó el menor escondiendo su rostro en el cuello del pelirosa que, sin esperar, repartió besitos en la cabellera húmeda de su menor.
-Iug, no hagas eso hyung estoy sudado- se quejó intentando levantarse le las piernas de JiMin, quien al ver sus malévolas sus maliciosas intenciones de alejarse, lo estrujo cariñosamente contra su amplio pecho.
-En la guerra y el amor bebé todo se vale- dijo con voz ronca y seductora, sabia el efecto que esta tenía en el más pequeño.
-Mmm, JiMinnie no hagas eso- hablo usando un tono suave, JiMin lo estaba volviendo loco y el que estén siendo observados por las personas a su alrededor no ayudaba.
JiMin sonrió y bajo un poco su cabeza para que esta quedase sobre el hombro del lindo chico que lo acompañaba y dejar más besitos es su oreja.
-Sabes bien que tú provocas muchas cosas en mí, y te aseguro que el asco no está incluido mi lindo Omega- convencido JiMin intento besar nuevamente el lóbulo de la oreja del contrario cuando sintió un fuerte dolor en uno de sus pezones.
-¿Cómo es que aún no comprendes que no seré un jodido Omega?- okay no era lo que quería decir en lo absoluto, pero la mención de la palabra Omega lo ponía nervioso.
¿Cómo JiMin estaba tan seguro de que sería un Omega cuando tranquilamente podía presentarse como un Alfa?, Ni el mismo lo sabía y el que esté pensando en las posibilidades de que JiMin decidiera alejarse de él por presentarse como uno de los de mayor rango lo tenía estresado.
Sintió su cuerpo pesar cundo al terminar de pronunciar la oración, JiMin se tensó, eso no le daba buena señal y menos cuando sintió las manos del mayor tomar su cintura para bajarlo de su regazo y sentarlo en la dura superficie de las grandes escaleras que estaba al frente de la cancha de fútbol.
Lo único que sintió fue como el frío recorría cada centímetro de su cuerpo, solo quería llorar, pensar perder a la persona que se había metido tan mal en su corazón, lo estaba deprimía y no se sentía listo para dicha situación, no quería nada más que correr y llegar a casa para acurrucarse en su cómoda cama mientras le contaba sus penurias a su almohada.
Sin embargo, todo sentimiento de tristeza fue remplazado rápidamente por uno cálido cuando sintió la mano del pelirosa acariciar su mejilla con cariño, su corazón se sintió feliz de un momento a otro y más cuando escucho las siguientes palabras:
-No importa si te presentas como un jodido Omega, Alfa o Beta; siempre será mío, no importa el rango; lo que importa es que seas tú, Jeon JungKook.
-MI Omega- sonrió al recibir un pequeño golpe en su hombro izquierdo. JungKook era el indicado, no había duda..
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𝐸𝑙 𝑒𝑠 𝑚í𝑜 ➻𝙹𝚒𝚔𝚘𝚘𝚔
FanfictionJiMin era considerado como el Omega más hermoso de todo el instituto hasta que su mejor amigo también se presentó como uno, quitándole el lugar del que ya hace tiempo lo habían coronado, sin embargo, JiMin sé sentía realmente afortunado importándol...