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Justo ahora un Jungkook, completamente molesto, caminaba a paso apresurado hasta la habitación de su mejor amigo.

Actualmente Su omega.

Tan bonito que resonaba aquello en su mente. JiMin era una de las personas más maravillosas que ha tenido la oportunidad de conocer; sin embargo, eso no hacía que le quitara lo irresponsable. Ese omega era un jodido irresponsable.

Se suponía que en este preciso momento tenían que estar sentaditos, abrazaditos y comiendo deliciosos dulces en la sala de cine, donde habían ideado su primera cita como pareja oficial, o al menos ese se suponía que era el plan.

No llegar a altas horas de la noche, aguantando; frío, hambre y sueño, a la vivienda de quien se supone es tu "pareja", JungKook estaba realmente molesto, tanto que su imperturbable ceño se encontraba completamente fruncido por la molestia que sentía en ese momento.

Era su día especial y JiMin lo había olvidado por completo y eso lo entristeció haciéndolo pensar la mayor parte del tiempo cosas si sentido como por ejemplo; JiMin solo se había tomado de juego todo lo que había vivo con gran intensidad, pero eso era algo que simplemente no se podía dar, el mismo JiMin fue quien llego a su casa a reclamarlo como propio, que al juzgar por las palabras que el mayor le había dicho no se relacionaban nada con mofa.

Lo que reinaba su ser era la incredulidad. Como pretendía ser su pareja, siendo tan olvidadizo, reflexionaba mientras doblaba la esquina a pocos metros de donde la casa del pelirosa se encontraba.

JiMin lo iba a oír, ¡Oh, claro que lo haría!

Sin esperar mucho JungKook se dispuso a tocar la puerta de madera adornada con sencillas decoraciones del mismo material, al ver que nadie respondía se alejó un poco clavando su mirada directamente en la ventana del segundo piso del domicilio.

Podrían llamarlo intenso, pero de que entraba a la casa del Omega mentiroso, entraba.

Así que percatándose de que no estuvieran personas a su alrededor, asegurándose de que en nadie lo estuviese mirando y con mucha agilidad dio un salto logrando sostenerse de las barandas de la ventana del primer piso para luego trepara por la escalera que por tonto que suene, estaba a no más de medio metro alejado de la ventana donde se encontraba.

Ahora entendía la inusual rareza del Omega.

Y sin mucho más por hacer llego a la ventana del segundo piso estaba entre abierta y por fin después de tanto y tanto al fin callo en cuenta de la altísima probabilidad de que la ventana por donde planeaba colarse estuviera asegurada, de haber sido así sus esfuerzos habrían sido para nada.

No sabía por qué, pero presentía que las cosas estaban perfectamente planificadas con punto de detalle, era como si alguien supiera de antemano que era un jodido psicópata que no descansaría hasta lograr que lo en verdad se proponía, no era su culpa, desde pequeño sus padres le habían inculcado el pensamiento primario ante todas las cosas.

Con ese pensamiento en mente continuo con su labor logrando entrar a la hogareña vivienda, curiosear por su alrededor no le parecía necesario, pues la conocía como a la suya propia, por lo que solo decido continuar en línea recta hasta llegar a la última habitación, que se encontraba justo al frente del cuarto donde tantas noches se había amanecido jugando a la consola con JiMin.

Era la habitación de JiMin, pero que a diferencia de todas las otras veces en las que la había visitado, esta se encontraba completamente abierta, dejándole ver una luz intensa de color azul, proveniente de la bolita que se encontraba colgada en el techo de la habitación del Omega.

Eso provoco que algo se removiera en su interior, no era incomodidad o molestia lo que ahora sentía, era más bien ansias de algo o ... De alguien, no sabía expresarlo con exactitud, pero no era algo que lo perturbara, pero tampoco era algo que lo mantuviese tranquilo.

Un poco incómodo, continuo con cautela, estaba seguro de que la luz que salía de la habitación de Omega sea por causa de una fiesta, con cautela se asomó dejando ver una pequeña parte de su anatomía y al no ver nada por la luz se adentró a la habitación no esperando encontrar lo que encontró en la mitad de la cama.

Sus ojos se humedecieron al ver tal escena, era JiMin su JiMin cubierto por una delgada sabana mientras su cuerpo yacía rodeado de prendas de su propiedad, mientras temblaba y soltaba sollos imperceptibles.

-J-JiMin- llamo en poco alterado, no conocía la razón de la situación, pero todo en su sistema se activó buscando posible peligro.

El pequeño pelirosa al escuchar la voz proveniente del amor de su vida, sonrió con suavidad intentando evitar que el contrario se diera cuenta. Así que continuando su papel de podre víctima, se volteó lentamente para encarar al menor.

-Ko-¿KooKi?, mi amor- soltó para luego lanzarse a los brazos del ser que más amaba en la vida, no tenía una razón específica para explicar lo que estaba haciendo, sin embargo, fue algo que lo izo sentir realmente bien.

Era importante para su bebé y no como ese alfa idiota le hizo creer.

-¿Que tienes precioso?- pregunto un poco más calmado, pues Jimin había dejado de sollozar. -Me preocupé mucho, aunque no te voy a mentir, al principio estaba demasiado molesto y de no haberte encontrado como lo hice, me habría encargado de ser el causante de las fracturas que te llevarían al hospital más cercano- se sinceró el castaño.

-Siempre tan salvaje- se burló sosteniendo la cintura de su Omega con amor. -Ahora bésame y demuéstrame quien es el Omega más precioso del planeta- sonrió al final.

-Siempre tan cursi- JungKook lo empujo un poco no borrando su sonrisa del rostro.

Así continuaron durante toda la noche hasta quedarse completamente dormidos.

Mañana tendrían una larga conversación, porque si JiMin pensaba que besándolo y diciéndole cosas baratas se zafaría del problema, estaba completamente equivocado.

-Grandísimo Omega patán.















Realmente agradezco la paciencia que me tienen, que a pesar de no haber estado actualizando ustedes han decidido continuar apoyándome, es algo muy significativo para mí 

Gracias por leer ✨

𝐸𝑙 𝑒𝑠 𝑚í𝑜 ➻𝙹𝚒𝚔𝚘𝚘𝚔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora